Recorremos en Radio Gráfica el ascenso y descenso de una banda que pudo llegar alto y un robo inesperado les cambió el futuro.
Ya varias veces hemos visto u oído sobre casos de grupos musicales que parecía que iban a lograr un éxito absoluto, pero las diferentes trabas de la vida y de la industria de la música dejaron truncas sus carreras. Este es el caso de Orang-Utan, o mejor dicho de Hunter, la banda que confió en un productor para grabar su primer y único disco, y le salió el tiro por la culata.
Orang-Utan, o Hunter como eran conocidos anteriormente, fueron un mítico grupo de Hard Rock, de Londres, Inglaterra, que se formó en 1970. La banda estaba conformada en su totalidad por jóvenes de entre 19 y 20 años que ya contaban con experiencia en bandas de la época, como el cantante, Terry “Nobby” Clarke, qué fue cofundador de la agrupación de pop psicodélico Jason Crest, años antes.
Con un sonido fuertemente influenciado por Led Zeppelin, Deep Purple, Cream, Mountain, Jimi Hendrix Experience y un largo etc., las canciones de Orang-Utan proponen un viaje a otra década. Su sonido se basaba en gran medida en una guitarra potente llena de riffs de tipo Blues. La potente voz de Clarkey (que solo tiene un pulmón) le daba un aire zeppeliano, los arreglos musicales y la maestría de Jeff Seopardie en la batería terminaban de ensamblar a la perfección a este gigante.
Al poco tiempo de haberse formado la banda, lograron establecerse en el ambiente de recitales en Londres con bastante regularidad. En ese momento, su manager encontró al productor Adrian Miller, quien le prometió a la banda que los iba a hacer grabar en un estudio profesional su primer álbum.
Así la banda se metió en el estudio y completaron la grabación de todo el disco en solo una tarde, pero de acá en más todo iba a ser decepción. Adrian Miller, su productor, viajó a Estados Unidos y presentó el disco de la banda a Bell Récords sin que nadie supiera absolutamente nada. Mandó a hacer una portada e inventó un nombre para la banda (de ahí nace Orang-Utan) y empezó a distribuirse en Estados Unidos y Alemania. La agrupación, la cual todavía se llamaba Hunter, no tenía idea de que su álbum estaba siendo lanzado y solo se enteró por accidente. Adrian incluso convenció en secreto al manager del grupo en ese momento, para sugerirle a la banda que cambiará su nombre a Orang-Utan.
Poco tiempo después, al enterarse de que su disco estaba siendo vendido a sus espaldas, los miembros de Orang-Utan/Hunter decidieron terminar con la banda debido a la gran decepción sufrida. Para todos ellos era su primera vez grabando un disco y encarando de forma profesional una banda. Se cree, basado en su sonido y en las carreras posteriores que tuvieron sus miembros, que el futuro de esta banda era grande y exitoso, pero lamentablemente nada de esto pasó.
A pesar de la grandeza que está grabada en su único álbum, la banda aún no ha recibido regalías de la grabación original ni de ninguna de sus reediciones.
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