Se acercan elecciones coyunturales en nuestro país y no creemos que sean tiempos de tibiezas. La necesidad de expresar la voluntad en las urnas nos atraviesa. Todo acto es político.
Vivimos tiempos trascendentales en la historia de nuestro país. Vemos como en la región se lleva adelante una suerte de “Plan Cóndor Soft”, con desestabilización y bloqueo económico en Venezuela, reacciones populares en Ecuador, Chile atravesada por una crisis social bélica y Brasil sumida en un gobierno de derecha violento y condescendiente con el imperio del norte. En este marco, en Argentina nos tocó una transición ¿pacífica? para superar un lapsus donde la derecha llegó al poder mediante voto popular, el mismo que hoy nos da la opción de volver a tener un gobierno que no atente contra el pueblo. Los cómos y los porqués del modo elegido por las masas populares para sobrellevar estos cuatro años de quita de derechos y entrega de la soberanía nacional son materia para otro análisis. En este plano queremos remarcar la importancia del voto, camino elegido por base y dirigencia política para recuperar el poder.
El mensaje que dió el pueblo en las PASO fue contundente, el macrismo, la derecha, no van más. No va más el pensamiento retrógrado que nos llevó a perder nuestra patria para repatriar a un empresario. No va más la gente en la calle, sin comida, sin techo, sin futuro. No va más el ataque a nuestros abuelos y abuelas. No va más la represión a quienes se manifiestan por y para nosotros. No va más el autoritarismo, no va más la mentira, no va más la falta de respeto a cada uno de nosotros y nosotras.
El único bastión fuerte que siguen teniendo este gobierno para su suerte, es aún la Ciudad de Buenos Aires, cuna de la oligarquia apatrida de nuestro país, además de mucha gente de a pie que mira con los ojos brillosos la vida en países foráneos. Gente que también consumió tantas mentiras que las creyó ciertas y por odio, o bronca o quizá sin un motivo real prefirió entregar su alma a un gobierno liberal, en vez de ser conscientes de que lo peor podía ya haber pasado.
Aún así, la derrota de Cambiemos en las urnas debe tener una potencia tal, que realmente sea un partido derrotado en forma simbólica y eso reste poder de cara al futuro. Tenemos que dar este mensaje, tenemos que hacer entender que no queremos más entregarnos a estas manos que poco entienden de empatía por el pueblo. La derecha debe ser aleccionada, los pueblos Latinoamericanos aprendieron del pasado y ya es hora que la historia cambie su rumbo para siempre.
Tal será la importancia del voto este 27 de octubre, que figuras históricamente alejadas de la toma de partido político han manifestado sus convicciones y apoyo a la fórmula opositora más fuerte. Muchos y muchas referentes del fútbol, donde hace 30 años se ha impuesto una especie de aislamiento social, eligieron manifestar su apoyo público al Frente de Todxs, una acción histórica y sana para el deporte nacional. En el rock algunos referentes que jamás habían expresado simpatía por algún partido político como es el caso del “Indio” Solari o “Chizzo” de La Renga expresaron la necesidad de votar y manifestaron su apoyo a la fórmula peronista que hoy se presenta como la opción que asumirá el gobierno luego del 10 de diciembre próximo. También muchos otros de quienes ya conocemos su postura, como Las Manos de Filippi quienes encabezaron los spots publicitarios del Frente de Izquierda Unidad.
¿Porque referentes de otras aristas sociales en este momento han elegido el camino de alzar la voz? Porque el Macrismo representa la entrega total y absoluta de nuestra soberanía política y eso no va más. La quita de derechos sociales a las y los trabajadores de nuestro país se ha visto contenida con una represa popular, que no resistiría otros cuatro años en los que las urnas revaliden este modelo. No se trata de una discusión de color político, se trata de una discusión en términos de modelos de país. Soberano o colonial, con igualdad o con mayor concentración de la riqueza, con un Estado regulador a favor de los derechos del pueblo o con un Estado que garantice la libertad del mercado para beneficio de unos pocos.
Estamos viviendo tiempos difíciles en Latinoamérica pero por suerte tenemos miles de motivos para seguir peleandola, son los pibes y las pibas quienes tienen las armas necesarias para sobrellevar esta crisis y escribir una nueva historia. Y lo mejor de todo, es que esas armas no incitan ni al odio ni a la violencia, están por lejos a otro nivel. Las herramientas las dió la historia, la vivencia, el cuestionamiento que hoy en día se está gestando en cada país mientras se está pensando en qué mundo queremos vivir y qué mundo podemos crear.
En nuestro caso, Macri no pudo, ni podrá con la Argentina, porque ya conocemos este sistema y porque entendimos que no es la Argentina que queremos. Tenemos una generación que sobrevivió al 2001, que hoy se está cuestionando esta filosofía económica que manejan los que dicen estar arriba nuestro. La misma generación que es nieta e hija de quienes sufrieron aquel “Proceso de Reorganización Nacional” en el ´76, una generación que hoy tiene que elegir y levantar la voz para que nuestro pueblo no arda en llamas.
Tenemos derechos que amparan nuestra democracia, porque ¡sí! la democracia es el pueblo, la hacemos nosotros, no ellos. La resistencia hoy es el sufragio, es la derrota al miedo y el futuro al pueblo. Hay que rebelarse en las urnas, hay que imponer ideas y ser pragmáticos. Hay que unirse para que este sistema político que poco nos representa deje de hostigarnos. No podríamos decir que no importa a quien votes porque sería falacia, pero sí podemos decir que sí es importante que lo hagas. No hay que permitir más la opresión de los empresarios por sobre la clase trabajadora, ni tampoco permitir que destituyan a un pueblo de su propia soberanía estando en democracia. Este domingo pensemos si de verdad queremos este futuro para nosotros, hagamos eco de que el sufragio de todos vale. Que no de lo mismo. Acá en Argentina, el pueblo decide en las urnas el mundo que quiere.