El nuevo disco del dúo dinámico número uno de Argentina es la postal del tiempo que vivimos.
Recuerdos de una pasado futuro no muy lejano: Parece ayer, y casi literalmente lo es, cuando en medio de la pandemia surgia a todo vapor el nombre de dos muchachitos como Catriel y Paco Amoroso. Con clips increíbles como “Hola mina xd”, “Jala jala” y “Ouke” entre otros, despegaban a la fama con un timing envidiable en momentos de encierro y distanciamiento social.
Después del boom del 2020 que se trasladó un par de años más, el dúo dinámico se tomó un impass, y cada una de las partes se acometió a su propio registro: Catriel pateó el tablero y condenso un par de décadas con mucho desparpajo con “El Disko” y Paco se voló con “Saeta”. Esos registros sirvieron para terminar de entender la impronta de cada artista por fuera del boom comercial.
Los reyes del Bait
Para terminar de entender el espíritu de “Baño Maria”, vale recordar que en esta última edición del Lollapalooza Argentina este año, al momento de hacer su número Catriel y Paco decidieron meterse al jacuzzi de la portada del disco y pasarlo en vivo. Si tirar una pista en un festival, what a concept. Generó polémica entre los asistentes que de igual manera se quedaron escuchando una pista en vez de ir a ver a The Offspring. Lo cual habla más de ellos qué otra cosa.
Lo más curioso del caso es que, después de 5/6 años en los que alternaron proyectos juntos y solistas, este es su primer trabajo juntos. ¿Por qué ahora? ¿Por qué hacer exactamente lo mismo? ¿Por qué la gente se quedó mirando a ellos en vez de correr a ver una banda en vivo? ¿Por qué la gente que va a festivales odia tanto la música? La respuesta los asombrará.
Entonces, ¿qué tal “Baño María”?
A simple vista no es más que una síntesis de los años vividos, al menos de esta pandemia sonora llamada trap. Hace tiempo que suele parecer que el sonido de Buenos Aires se condensa en el clima tropical boricua y “ A Baño María” tampoco es la excepción.
Entre la paleta de sonidos que utilizaron los IKV 2.0 resalta el trap full gringote, momentos r&b, con reggaetones y otros momentos más grooveros y un hiperpop del que hablaremos en unas palabras más adelante ya que es lo más saliente de esta entrega.
Con lo bueno y lo malo del caso “Baño María” es un disco predecible y monótono, que tiene pinceladas de un genio como lo es Catriel pero que da la sensación, su registro, llega algunos años tarde. Quizás en 2021 este hubiese sido un éxito total tanto en lo novedoso como en lo musical. Hoy sin embargo sirve más como una postal del potencial del dúo entre un decálogo (el de la avanzada mara) y ciento de referencias a la cultura pop (como muy bien hizo Dillom en Post Mortem),
Haciendo un picadito de las canciones “Baby Gangsta” y “Dumbai” rumbean los mismos horizontes en tónicas distintas de trap y un curioso reggaeton lo-fi. “Shees” y “Mi diosa” son las habladurias del mundo boricua, “La que puede, puede” cuenta con el aliciente de haber sido modificada a raiz de un pedido de Ulises Jaitt por mencionar a su hermana en momento de la canción y de ser el único adelanto del disco. En “Vitamina” sobrevuela el espíritu del enano fanfarrón favorito del mundo: Arcangel.
El apartado mejor del disco se lo lleva la triada “Cosas Ricas”, que destaca desde lo musical algo distinto a todas las canciones anteriores. “Supersonico” destinada a ser la mejor canción del disco y una prueba de que una colaboración entre estos dos y Lali es un gran acierto siempre. “Diablo” se lleva los últimos segundos de este disco.
“Baño María” dialoga con todos los trabajos publicados de esta camada de artistas since 2021. Un universo discursivo que nos es familiar y al que no aporta mucho. Hay algo que desde la portada, relajada, desvergonzada y completamente entregada al goce sugiere una máxima que muy bien describió Rosalia cuando dijo “Fuck es estilo”.
Quizás estemos frente a una genialidad, que no puedo entender, por que eso hacen los genios: genialidades. Y no tengo dudas que Catriel y Paco Amoroso lo son, pero esta vez no los entendí.
Comments