top of page
Foto del escritorCielo Manzi

Cosquín Rock día 2: "20 años no es nada..."

Una segunda jornada de Cosquín Rock que mezcló sonidos urbanos, trap, pop, rock y un anuncio que nadie se esperaba: Cosquín Rock en Capital Federal.

La mañana cordobesa seguía anunciando un clima fresco y desanimado, pero eso no era excusa para nadie. Un poco después del mediodía podías encontrar a miles de fanáticos en las afueras del predio haciendo su clásica "previa" entre las opciones que Santa María de Punilla ofrecía. Aunque la llovizna no cesaba, varias personas con sus respectivos "pilotos" se encontraban caminando hacia el aeródromo desde temprano.

Ya desde las 2 de la tarde podías elegir entre el menú de opciones que brindaba la grilla. La Chancha Muda haciendo su debut en el Escenario Norte por ejemplo, con un show muy festivo que recorrió en gran parte su último disco La Peste del Cazador (2019) y también algunos de sus "viejos conocidos" como "Mar de Fueguitos". También se presentó Daniela Doffo, la carismática artista que vino en marco de su nuevo material Mutaciones (2020) que se acaba de difundir en todas las plataformas.

Sin hablar de reemplazos, la presencia del trap se hizo notar en esta edición renovada del Cosquín Rock. Desde la otra punta, Cazzu, Duki y Neo Pistea marcaron un hito para las nuevas generaciones. El Escenario Sur se encargó durante la jornada del domingo de mover una escena urbana que rompió con todo estereotipo musical para abrir cabezas y pensar, un paradigma diferente. Es cierto, el reggae y el metal quizá no fueron el fuerte de los demás escenarios como en años anteriores, pero el contexto lo ameritaba. La juventud lo exigía. Y la música lo necesitaba.

También presencias fuertes de esta movida "urbana" se vió muy notoria en la carpa Popart XXI, con la presencia de las bandas pop Indios y Conociendo a Rusia, la banda de Matias Sujatovich.

De todos modos lo clásico no pasó de "onda" y el Escenario Norte siguió llevando ventaja en cantidad de público con respecto a los demás espacios. La presencia de La Mississippi siempre es trascendental en este tipo de festivales, una banda que supo marcar una época y poner su huella distintiva en el Cosquín Rock. Luego llegó el momento de Jóvenes Pordioseros, banda del "Toti" Iglesias, que apareció con una bandera argentina colgada en su cuello a la que sostuvo consigo durante todo el show.

La primer sorpresa que vino a corromper con las críticas fue en el recital que brindó Los Gardelitos, que en la canción "Llámame" invitó a Cazzu la joven promesa femenina del trap argento. Ella, apareció con una remera de la banda y acompañó con su voz a la de Eli Suarez que se mostró muy alegre a su lado. El mensaje era claro, la rivalidad de géneros está en jaque, en Argentina hay muchos artistas que tienen demasiado para decir y por suerte hay muchas formas para hacerlo. La disputa de tintes musicales no tiene lugar en este festival.

A mitad del predio nos encontrábamos con la ya eterna Casita del Blues, siempre firme y con la pureza que representan sus artistas. Desde temprano, Sol Bassa dijo presente y se mostró íntegra para dar inicio al último día de esta edición memorable. Se encontraba presentando su último material: Calles de Tierra (2018), el cual supo hacer vibrar y descolocar a muchos.

Ya para el final, el Escenario Norte siguió con una lista de bandas como para que no puedas moverte de ahí. Llegó Wos, uno de los más esperados por la multitud. Dió un show acorde a las circunstancias y se llevó más que aplausos: recibió una lluvia de halagos de músicos (más bien colegas) luego del espaactáculo que se encargó de dar junto a su banda. También subieron los uruguayos de La Vela Puerca que ya hace 14 años hicieron su debut en este mítico festival, quienes anunciaron además, su próximo Luna Park en marco de sus 25 años como banda.

Luego llegó el turno de Ciro y los Persas, tradicional cierre de las últimas ediciones. Una fiesta piojosa y persa a su vez, que supo incluir a esta nueva generación: subió su hijo Alejandro Martínez de 10 años a cantar "Pistolas". Y como tal sorpresa no era demasiado, se acercó también Wos para acompañar al dúo Martinez y repetir una vez más el show de aquel Mastai en 2019.

Finalizado este set, las luces se apagaron, el público se ponía a la espera de Los Caballeros de la Quema, Las Pelotas y el necesario regreso de Los Ratones Paranoicos. Pero antes se venía un anuncio inesperado: las pantallas comenzaron a mostrar un vídeo que concluía con lo siguiente: "por única vez Cosquín Rock en Capital Federal, 10 y 11 de Octubre 2020". Nada más, ni nada menos. El mito de las sierras se traslada al quilombo habitual porteño. ¿Cómo saldrá eso? No lo sabemos. ¿Dónde será la gran cita? Tampoco. Podemos suponer pero es mejor esperar, para más emoción.

Pero lo que sí quedó claro es que Cosquín Rock ya excede de géneros, ya no es el típico festival rockero que se ve atractivo por su grilla clásica y monótona. Hay una muestra clara de que la coyuntura exigía un cambio, una mutación. Hay un tango que dice que "20 años no es nada.." pero en este contexto, 20 años lo es todo. Pasaron ediciones muy diferentes entre sí, Cosquín Rock supo marcar una forma de vivir la música en nuestro país. La ola de artistas, mujeres y hombres, llegó para quedarse y brindamos por eso.

bottom of page