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Crónicas Inauditas: Decisiones Estéticas Conscientes (D.E.C)

Por los caminos del Conurbano Sur podemos encontrarnos con mundos escondidos, solo hay que saber mirar. En cada calleja puede haber un misterio a descubrir. La magia te espera a la vuelta de la esquina. Quizás estés pasando, en este instante, por la puerta donde habitan los tiempos.


Una vuelta, de chico, bah chico, tenía como 15 años, viajaba en micro desde Buenos Aires al Chaco a una celebración que se realizaba todos los 13 de Agosto en conmemoración a San Antonio organizada por una tía mano chanta y muy generosa (y loca linda, la Nelly, dios la tenga en la gloria y que porfa no la suelte porque nos hace mierda a todos) me pegue uno de los sustos más grandes de mi vida: Venia durmiendo más o menos en el medio del bondi del lado del pasillo y de repente me despierta una luz tan intensa que me quemaba la piel, sentí su calor, vi mis parpados color sangre por efecto de la luz instantes antes de abrir los ojos. Un doble giro rápido y certero del bondi me reacomodo en el asiento. El sudor me recorría. Nos mirábamos entre todos sin decir nada. El silencio lleno los vacíos solo dejando un fino espacio para oír nuestra propia respiración y el latir de nuestro corazón. Algunos ni se enteraron. Luego, la oscuridad volvió a apoderarse del entorno y solo se dejaba ganar por los faros del micro que iluminaba la ruta. No dormí por 2 noches. La cosa es que ese evento se ve que dejo secuelas, me cuesta andar por la ruta en la noche. Ya no quiero caminos oscuros.


La av. Eva Perón (Ex Sevilla) desde la calle 137 y hacia el lado de las av. Dardo Rocha y Valentín Vergara, también en dirección a Cno. General Belgrano (Ruta Provincial numero 1) y la famosa Ruta Nacional 2, es un camino serpenteante que siempre te esconde lo que hay a la vuelta de la esquina. De sus laterales asoman diagonales generando ochavas muy cóncavas. Hay árboles gigantes y añejos que opacan la iluminación municipal transformando el reptiliano trayecto en un túnel verde oscuro donde el negro del cielo no llega a vislumbrarse. A mi izquierda el jardín del distrito, el barrio de Ranelagh. Acorazado. Los muros parecen esconder historias que no quieren que veamos. Con el estigma a cuestas de ser el barrio elegido por las familias más adineradas y poderosas de Berazategui, Ranelagh regala una fotografía inmensa. Sus veredas arboladas hacen que los veranos sean a la sombra y que durante el otoño una sinfonía de crujientes hojas secas colme el aire de sus calles anchas y húmedas. Caserón tras caserón veo pasar los años de gloria de una generación que ya no existe. Todo desemboca, como celestialmente, en la solemne luz de la rotonda de la calle 359 donde se sitúa la parroquia de San Pedro Pascual que da nombre a una escuela primeria con educación católica (la secundaria se llama Padre Márquez). La iglesia emerge del suelo y corona la avenida como la cabeza de un dragón.


Pasa la iglesia, pasa todo. Vuelve el viejo camino, el viejo mundo. Vuelvo al tiempo que corre. A mi espalda no solo queda un barrio. El paisaje se modifica, las luminarias vuelven a gozar de protagonismo, las calles encuentran ángulos rectos nuevamente. Se entremezcla la ruralidad y la urbanidad con grandes espacios abiertos y algunas construcciones. El 300 A X Sevilla va casi vacío, debe ser por la hora. 21Hs de un Domingo que arranco con azadazo familiar y un sinfín de chismes (Era el día de la Madre) y que culminaba con mi recorrida por el día (noche) 2 de rodaje de un nuevo video de ARU y El Futuro que se llevaba a cabo en una locación aledaña.


El set elegido no debería sorprenderme viniendo de quien viene. Imagináte que estas en una encrucijada, en la intersección de dos caminos que se cruzan quien sabe por qué. Las arterias de concreto con amplias calzadas parecen buscarse, chocar, estrellarse entre ellas. Se funden. Se genera un punto donde todo confluye. Me siento en una típica parada de camiones de cualquier ruta alejada de toda civilización. Donde empiezan muchas películas de terror con asesinos que te persiguen hasta en tus sueños. Inhóspito. ¿Era algo realmente inhóspito? ¿Nada nos cubría ni daba abrigo? ¿No era un sitio seguro? Me sentía en medio de la nada y completo al mismo tiempo. Había luces muy brillantes. No se ciertamente que iluminaban. ¿La nada? ¿Todo? Debe ser lo más parecido a entrar a un museo sin luz y con una linterna: no se veía más allá de donde apuntabas con la vista. Lo que quedaba en los márgenes de la visión humana ya no contaba con tu consentimiento. Tenía vida propia. Si mirabas tus pies los veías pisando un suelo pulverizado, color cemento. Era como pisar la luna. Daba la sensación que debajo del polvo había una cúpula de cristal que nos sostenía. Un aura de color rojizo se interponía a la oscuridad reinante. Era como bailar en el corazón de una estrella. Volví a ver ese color sangre de aquella secuencia rutera pero desde afuera. Desde el margen. La bola roja flotaba en el aire nocturno como a punto de explotar. La perseguimos toda la noche.



“… hice esta toma con el plano en el lado izquierdo de ella, porque la anterior es de lado derecho y después de frente y espalda. Así logramos una rotación del eje natural…” le dice Joaco Echevarría a Mara Aguerreberre mientras van preparando los fierros junto a una de esas viejas caja de madera que van detrás de algún camión reconvertido en guarida y refugio de la protagonista del film. Joaco es el director del rodaje y Mara se encarga de la dirección de fotografía del mismo. La historia parece centrarse en la búsqueda, un tema recurrente en ARU: la importancia y la belleza de la búsqueda. La elegida para protagonizar es Julieta Soto. Talentosa actriz que se acoplo, por lo que yo vi, muy bien a las ideas de Joaco y Mara. Interpretar una historia con tomas cortas y lograr objetivos estéticos profundos son solo algunos de los problemas que tenés que resolver a la hora de encarar una producción de semejante envergadura. El equipo parece haberlo logrado y así lo hacen notar mientras cenamos bajo la protección de un amplio tinglado que sirve de estudio de la artista Lorena Bornascella, hermana de ARU, quien se encarga de realizar algunos detalles de vestuario, siempre por el palo de la joyería y los fierros y que también se ha encargado de la escenografía y la puesta en escena de varias presentaciones de ARU y El Futuro. Recuerdo una muy bella realizada en el ciclo El Tan Esperado llevada a cabo en un viejo hangar de la estación Ranelagh del FFCC Roca, donde Lorena logro imponer una estética muy eficaz, moderna y lo suficientemente surrealista como para que la música del proyecto tenga un final redondo. Aru y Lorena se retroalimentan. Se admiran. El equipo de laburo de esos días de rodaje se completa con Magen Nieto en la dirección de arte, Lucia Pedroarias en vestuario, Alina Catini en el registro fotográfico y fílmico del back stage y maquillaje y Agustín Garvie como asistente de producción la cual fue íntegramente llevada a cabo por Aru como director general del proyecto.


La cena va llegando a su fin. Es cerca de la 1AM y según el director estamos bien de tiempo. Nos disponemos a seguir buscando esa luz roja. De repente todos toman posiciones como preparándose para una batalla. Se van metiendo en el universo de la historia nuevamente. Observo, busco sus miradas, quiero saber donde están. Quiero ver como se miran entre ellos para descifrar si todos están viendo lo mismo. Si todos estamos viendo lo mismo.


Una vez escribí algo así como que el proyecto Aru y El Futuro era una maquina que te invitaba a volar pero desde la visión personal de los artistas. Ver a través de sus ojos. Su mundo. Si no me equivoco fue cuando salió La Segunda Parte del Látigo a fines del 2018, presentado en público en el escenario de la fundación originarte un 22 de Diciembre de ese mismo año. Siempre me pareció que había una intención de ver con otros ojos cuando escucho las obras que compone. Nos muestra su recorrido, su búsqueda. Ese tipo de invitaciones conlleva un riesgo, vale aclarar, porque es insoslayable el peso y la responsabilidad de tener esa decisión estética de querer imponer escenas ajenas a las nuestras. Claro, a sabiendas de los universos que nos ha venido presentando a lo largo de su trayectoria uno suele dejarse abducir por la propuesta casi con los ojos cerrados y sin chistar. Ahora bien, cuando estás en la antesala de lo que va a ser el resultado final de esa búsqueda la perspectiva cambia y cambia mucho. Y para bien en mi caso. Tener la posibilidad de estar cara a cara con la toma de decisiones estéticas que van teniendo los realizadores me llevo a revisar un concepto que escuche de la boca de Carolina LLargués en el episodio Aru y El Futuro de Streaming La Vida Loca cuando en un momento de la entrevista al músico ella habla de verlo siempre tomando DECISIONES ESTETICAS CONSCIENTES. Podría cerrar la crónica en este mismo punto. Que más agregar. Seguro Uds. al igual que yo cuando escuche el concepto ya deben estar analizando si las músicas que escuchan, las obras que admiran, las actuaciones que ven y toda la bola han sido llevadas a cabo bajo la premisa de tomar decisiones estéticas conscientes a la hora de desarrollar una idea y llevarla a cabo. Y si, a mi gusto las decisiones estéticas que ha desarrollado Aru a lo largo de su carrera me hacen pensar que las ha tomado de manera muy consciente. Nunca alejado de sus convicciones artísticas. Siempre dispuesto a dejar todo por la belleza. Y por la verdad. Parecería que busca la verdad a través de la belleza y eso lo hace ser tan honesto a la hora de regalarnos su arte.



Por esas horas mientras recorría el set se estaba llevando a cabo de manera subterránea una movida que podría llegar a ser la evidencia a favor del concepto de la querida Caro LLargués. Un proyecto que conto con la participación de gente muy comprometida en esa búsqueda de la belleza como verdad indiscutible. Al menos en el plano de las artes y de las opiniones subjetivas y terrenales. Humanas. Porque cuando hablamos de DESICIONES ESTETICAS CONSCIENTES no podemos dejar de buscar quienes lo vienen haciendo y quienes lo están llevando adelante. Porque cuando se juntan voluntades para generar productos de calidad no se puede hacer la vista gorda. Uno debe dejarse llevar por las propuestas a sabiendas que nada va a fallar. Oséa, si te duelen los huesos sabes que va a llover. Cuando siento dolor en los tobillos sé que voy a tener fiebre, por ejemplo. Cuando vas caminando por ahí, buscando la ruta hacia la belleza y escuchas que Guille Huergo te dice “es por ahí”, hacedle caso y andad. Porque Guille, como un faro, viene dando muestras de lo que para el significan verdad y belleza como un todo indivisible. Y no lo hace solo ni desde una nube. Lo hace desde un concepto y acompañado por grandes trabajadores de la cultura popular del Conurbano. Con todo lo que eso significa en estos tiempos de lucha cultural contra el manchón amarillo que viene derramando desde el norte, en nuestro caso. Guille viene dando la batalla desde hace muchos años. Paso por situaciones agridulces como todo guerrero. Idas y vueltas lo llevaron a ser visto como quien guía gran parte de los pasos que da la cultura en el Sur del Conurbano. Desde la puesta en marcha del Club Cultural Interlunio del cual hable en la crónica anterior mas las producciones que llevan adelante como productora cultural hasta la consolidación de un sello llamado El Sureñal del cual se desprenden varios proyectos entre ellos uno radial que muestra las obras y los personajes de estos pagos.

La luna hacia brillar la copa del único árbol que había en el set, cuando lo mirabas desde lejos parecía de plástico y si te ponías debajo como que podías ver lo traslucido de sus hojas. Unos tubos gigantescos reflejaban su luz. La esfera roja se había refugiado en unas ruinas y la protagonista estaba a punto de enfrentarla. La fotografía natural que desplegaba la idea hablaba a la legua del compromiso estético que estaba presenciando. Lo mismo me paso al ver y escuchar INVENTO, la mencionada como evidencia a favor del concepto de Caro.



“… Cuando era chico y empecé a interpretar de que se traba vivir me propuse como que en la música era el único lugar en que me iba a dedicar a tratar de ser libre. Porque en todo lo demás no iba poder…” le reza Aru a Caro en la entrevista del Streaming La Vida Loca. Recomiendo fuerte detenerse a escuchar esa entrevista. El nivel de declaraciones y testimonios que logra recorrer y recoger Caro es excepcional. Esa libertad a la que hace referencia la podemos observar en el tratamiento estético que han desarrollado para INVENTO y que dan como resultado una obra delicada, fluida y libre. La idea parece simple y lo es: Maxi Rodas haciendo canciones de Aru y Aru haciendo canciones de Maxi Rodas. Cada uno desde su casa, a la distancia. Listo, se graba, se mescla, se saca. Un videíto y a la mierda. Pero no. Les muchaches de El Sureñal se empecinan en que nosotres de este lado vivamos una experiencia única. Ya lo habían anticipado de manera sublime con el disco CARPINTERO de Maxi Rodas. Un recorrido audiovisual de 50 minutos en que hasta se logra despertar la memoria olfativa, sentís el olor a madera volando por el aire mientras lo escuchas. Sentís el amor de quien labra el fruto de la madre tierra. Sentís el respeto por la belleza. Y por la verdad. En Invento todo ese concepto se magnifica, se agranda por la llegada de un compañero muy enfocado en esa estética. La conjunción de Aru y Maxi es música para dragones. O para cualquier ser biomecánico. Arboles con raíces mecánicas. Girasoles con pétalos de microchip. El manejo de la lirica que tienen ambos artistas hace que el viaje se sienta como un paseo por varias instancias de la existencia, la presente, la pasada. Dos niños jugando a volar, a querer ver todo desde arriba. Dispuestos a cambiar la perspectiva. Las canciones de Maxi en manos de Aru adquirieron esa tragedia y dramatismo característicos en su obra. La teatralidad melódica y la colocación vocal destacan en la interpretación de Maxi sobre las obras de Aru. Quienes estuvieron detrás de esta maravilla son quienes llevan adelante el sello El Sureñal e Invento es su primer lanzamiento oficial como sello propiamente dicho: Franz Jacques en visuales (diseño/ fotografía/ videos) Salvador Alcuri en sonido (mezcla/ master) y Mariel Di Giorgi quien se encarga de la comunicación y producción. El disco conto con las participaciones de Gerardo Farez en sintetizadores y Salva Alcuri que entre mescla y mescla le metió percusión a una de las canciones. Todo esto bajo la atenta mirada, y acá volvemos casi al principio, de Guillermo Huergo como productor general y además fundador del sello que también tiene entre sus filas a músicos como Lucho Lambrecht, Ludmila Herrera, Juan Fernández Gullermo y que preparan lanzamientos para lo que resta del año y durante 2022. Por último, Invento más que una obra es una declaración de principios y juega en favor del concepto de realizar y de tomar soluciones acertadas en pos de generar producciones bajo la premisa de las DECISIONES ESTETICAS CONSCIENTES.


Linda esa época del año en que la ruptura de la noche y el día se hace de manera tan poética. Los negros van a blancos con una paleta que ondula entre el celeste más claro y el azul más profundo regalando una luminiscencia espectral que hace brillar el paisaje. Tomo una de las arterias de la encrucijada rumbo a mi destino pensando en si habían logrado saber que había tras la esfera roja. Para mi estaba la verdad. Porque por delante había visto la belleza.

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