Un sobre con ántrax, un manifiesto unabomber y un problema honesto.
Las listas top de Spotify argentina son un género musical en sí y un síntoma de época.
Después del indie, nos precedió una ola de individualismo patológico entre sampleo salvaje, pistas ultra procesadas e imágenes disonantes del yo. No llegó a ser una década (y espero que no llegue a serlo), pero sí sirvió de tendencia para algo que se está dando en todos los países de habla hispana. ¿Síntoma de una época que precede lo estrictamente musical? We'll see….
Por más tentador que sea decir, pensar o imaginar que el “El trap ha muerto”, lejos estamos de ver el final de la era de los pubertos cantando con autotune. El daño está hecho y aún no sabemos cuántas generaciones han sido corroídas por el ácido de autos caros, armas y la casa Foster para amigos imaginarios. Quizás habría que matarlo.
Los hechos recientes no ayudan tampoco: Los reiterados problemas de personalidad de Emilia Mernes que parece no poder expresarse en absolutamente nada, las increíbles historias compositivas de Ysy A. Un tipo con una dudosa capacidad de sinapsis o el famoso caso de Paulo Londra, que se hizo canon mundial por sus problemas lecto-comprensivos. Podemos discutir la existencia de la “Década ganada”, pero la década tarada si que la estamos viviendo.
Así podría seguir, pero resguardaré al medio y a mi persona.
Nobleza obliga, del otro lado se encuentran Trueno, Chita, Ca7riel y Dillom como el último bastión del beat con conciencia social. Los demás brillan por su silencio, al borde del próximo comentario carnero.
Si en tres decadas de exitos y hegemonía, el reggaeton, supo pararse sobre el goce, el lujo y el despilfarro (para finalmente volverse al cristianismo) sin salirse de ese molde, ¿Por qué una generación que no se puede valer de sí misma ni para escribir una canción de 3 líneas se creyó inmortal?
Quizás estamos sobreestimando a la juventud, quizás sea necesario sufrir y vivir para tener algo para contar. En tal caso me interesa lo que pueda salir del epitome temporal que viviremos los próximos 8 años. Ya caímos ante el frenesí de Tik Tok, o acaso ¿se puede vaciar más aún el contenido de la industria? En breve una canción de 2:30 min será una especie de largometraje.
¿Periodismo Champagne? Nace una nueva escuela, fenece un estilo y da lugar a lo nuevo: Periodismo Mango Loco.