top of page

L-Gante y los medios de comunicación

Esta semana el ensañamiento con el cantante de cumbia estuvo a la orden del día. ¿Por qué los medios lo quieren ver preso?


L-Gante es un joven artista, cuyo nombre real es Elian Ángel Valenzuela. Tiene 21 años, nació en General Rodríguez (Provincia de Buenos Aires) y viene de la villa. Esta palabra es clave para ver lo que pasa en la representación tanto de los medios de comunicación como de la sociedad (acaso será que una condiciona a la otra y viceversa)​.


Durante el 2020 y el 2021 su nombre se hizo más y más conocido. Primero por la sesión con Bizarrap, otro artista sub 25 que está cambiando la manera de hacer música. Segundo, por su mano a mano con Eduardo Feinmann, en donde se sentó entre otras cosas a hablar sobre marihuana y hacer pases cómicos. Y, por último, por el momento en el que confesó que empezó a realizar música con una computadora del programa “Conectar Igualdad”, desarrollado durante el gobierno de Cristina Fernández, en el cual se repartieron netbooks a jóvenes en edad escolar de todo el país.



El primer acto (tal vez desafortunado) que cometió L-gante fue este, remarcar una política de Estado, pero de un gobierno que casualmente tiene como máximo enemigo a los medios más masivos de nuestro país. Ni hablar de cuando la misma Cristina Fernández el pasado 1 de julio de 2021 lo nombró en un acto, recomendando que lo escuchen y fue conocido como “Elegant”.


Muchas polémicas levantó su computadora. Si se la habían dado a él o la robó, hasta que el L-Gante dio la versión final: hizo un trueque con alguien que no la usaba y logró tener su compu para armar sus canciones. Todo el revuelo terminó con el cantante y el Presidente Alberto Fernández charlando. "A mí no me importan los partidos políticos, a mí me importa el pueblo y que su voz se escuche", dijo L-gante cuando le dijeron “que diga si es kirchnerista”.


Así la figura a favor del gobierno actual, villero y mafioso no tardó en construirse como un imaginario que nadie dice explícitamente. Si leen las notas sobre la casa que está construyendo en un country van a ver lo siguiente:


“L-Gante reveló por qué dejó el barrio y se fue a vivir a un country” - A24.

“El artista se mudó a un elegante country, ubicado en Francisco Álvarez. Lo más curioso son los exclusivos lujos que tiene.” - Telebajocero

“Conocé el lujoso country donde se mudó L-gante" - Caras.

“Adiós a General Rodríguez: L-Gante se mudó a un barrio privado por la seguridad de su hija” - La Nación.


Si bien hay más hechos para explicar cómo llegamos a esta semana de febrero, creo que con los que nombramos se entiende. Dato: L-Gante pasó de ser nombrado por Cristina a sentarse en la mesa de Juana Viale (o en la de su abuela Mirtha, ya nadie sabe). Por lo que este joven va a donde lo invitan.


El domingo 6 de febrero en Crónica TV aseguraban que el cantante estaba detenido por amenazas con armas de fuego a vecinos de su barrio en General Rodríguez. Elian, alias L-Gante Keloke, se filma en sus historias de IG (de manera cómica) mirando el televisor de SU CASA emitiendo el canal de noticias y comentando “recién me despierto”. No estaba preso, no estaba detenido, no había armas de fuego.



El viernes 11 de febrero allanaron su casa, esa misma del lujoso country. También entraron en el hogar del cantante en General Rodríguez en busca del arma con la que habría amenazado a sus vecinos. ¿Qué encontraron? Una réplica de un arma de fuego. O sea, un arma de juguete.


“Entraron como si fuera 'El Chapo'”, dijo L-Gante marcando la cancha, mientras todos los canales de televisión esperaban su testimonio, luego de haber lucrado todo el día con la supuesta arma y amenaza del villero. “En la del country no, pero en la del barrio me rompieron cosas. Entraron como si fuera el Chapo L-Gante”, expresó Elian.


“Quieren lucrar conmigo. Hay gente que los está impulsando, porque quizás son oposiciones mías o de alguien más grande y confunden también. Pero como dije recién, el motivo y el por qué es porque el movimiento es grande y quieren ensuciar a un pibe. Son gente que están accionando alrededor mío, queriéndome perjudicar”, expresó.


L-Gante tiene 21 años, hace música desde los 15 y tiene las cosas bastante claras. Eso molesta. No es Mateo Salvatto, rubio y de ojos celestes que habla de programación. L-Gante habla del barrio, tiene tatuada la cara y es un morocho, o por lo menos eso es lo que ven los medios masivos de comunicación, que no dudan de lucrar con esa construcción social de que el morocho es malo y peligroso, en cambio el rubio es bueno e inofensivo.


コメント


bottom of page