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Octubre de terror- Parte 2

Continuamos con este especial mes de terror en Resistiendo con Ideas. En esta segunda parte: desde las "Películas de Monstruos" hasta la Ciencia Ficción de Terror, pasando por la Hammer y Los Muertos Vivos.


¡Monster Mash!


Para la década del veinte, Estados Unidos venía desarrollando películas de terror y no fue hasta la década siguiente, los treinta, cuando la cosa explota por la popularidad y por la buena estrategia de marketing.

Películas como El Extraño Caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, El Hombre que Ríe (la película que inspiró a Bill Finger para la creación del mejor villano de Batman: The Joker), El Jorobado de Notre Dame y El Fantasma de la Ópera, en dónde se destaca el actor Lon Chaney, que podía interpretar a personajes deformes o mutilados de manera excepcional.


El multiverso de monstruos del Estudio Universal presenta clásicos como Drácula, Frankenstein, La Momia, El Hombre Lobo, El Hombre Invisible, La Cosa del Pantano Negro, etc.

Si quieren saber con más detalles sobre estas películas y cómo se fueron desarrollando, les dejo las dos partes sobre el multiverso de Monstruos de la Universal. El primer multiverso en la historia del cine.



Todas ellas representaban un escape a la situación de la Segunda Guerra Mundial. Un monstruo, extranjero, de otro origen que desconocemos cae en nuestras tierras... ¿con que propósitos? ¿Amigo o enemigo? Estos monstruo en un principio asustaban a gente naif o inocente de aquella época, pero esto comienza a cambiar, a crecer, y sus miedos no son los mismos de antes.

Al género Terror no le quedó más chances que cambiar, evolucionar y crecer también a la par de una audiencia que buscaba algo más fuerte, algo de mayor impacto.


Estás historias de personajes solitarios (Drácula, El Monstruo de Frankenstein, La Cosa del Pantano Negro, El Hombre Lobo...) luego se entrecruzaron ayudándose para combatir una fuerza mayor mucho más poderosa y/u otros motivos que incomodaban a nuestros monstruos sueltos por alrededor del globo.


Para fines de la década del cincuenta, luego de más de una década de la Segunda Gran Guerra, deja de ser un interés para el público por una nueva situación política global: La Guerra Fría.


Más allá de las estrellas...


El género Terror comenzó a tener otra forma y dimensión. Esta vez el género se une a la ciencia ficción, con seres extraterrestres provenientes de Marte, de más allá de Plutón, de experimentos fallidos o por radiación de las pruebas de bombas nucleares que convierten un insecto en un gigante monstruoso destructor, entre otras situaciones de pesadillas.

Pesadillas tan reales que podían suceder en un abrir y cerrar de ojos. El pánico a que algo o alguien atacará tu lugar era vivir al límite todos los días.


Con clásicos -y clásicos de clase b también- como El Día que la Tierra se Detuvo, Me Casé con un Monstruo, ¡Ellos!, ¡Tarántula!, La Invasión de los Ladrones de Cuerpos, La Guerra de Los Mundos, etc.


Todas ellas iban con un fin claro de la época: si eras comunista (o si conocías a uno/una/une) eras un invasor, un ser extraño que traías el apocalipsis infiltrándose entre el pueblo o el fin de un estado "democrático, soberano y libre de expresión", y estar dominados por un tipo de Satanás del espacio, entre otras flasheadas.


El Martillo Británico.


Una productora británica llamada Hammer Production revive a los monstruos clásicos lanzando una tanda de películas que reversiona los clásicos góticos de Universal, volviéndose nuevamente popular en la pantalla grande durante las décadas de los sesenta y setenta.

Estás destacan por ser más violentas, más eróticas (el sexo siempre ha garpado en cines) y casi siempre tenía la misma fórmula, apenas encontrando alguna que otra novedad, pero no más que eso. Un monstruo que ronda por el pueblo y hay extrañas desapariciones o extrañas muertes que sin mucho esfuerzo encontraban al monstruo y lo fajaban. Fin. Bueno, quizás en algunas se insinuaba que iba a obtener alguna secuela o la dejaban ahí, abierta a imaginación del público.



Hay dos actores destacables en esta productora que fueron grandes amigos en la vida real y siempre ocupaban los mismos roles del héroe y del antagonista: Peter Cushing y Christopher Lee.


Está productora desaparece por un tiempo y vuelve al cine con una película llamada La Dama de Negro, que no fue un gran éxito y tuvo reacciones mixtas entre el público y la crítica.


Los Muertos... también dan miedito.


A raíz de este conflicto de mutaciones, de radiación, de deformaciones y monstruos acechando por el planeta, no debemos olvidar a los muertos vivientes de George A. Romeo con La Noche de los Muertos Vivos de 1968, que con toda su metáfora en una producción de pocos recursos, el cine de zombies se fue alejando de cierto romanticismo y a hacerse más visceral y más violento con el paso del tiempo. A veces simplemente son películas que son un entretenimiento gratis de mutilaciones, sangre y tripas, pero otras tratan de darle un sentido tocando temas sociales del momento o distopía de un futuro muy cercano y frío.



Un ejemplo: en la secuela de La Noche de Los Muertos Vivos, El Amanecer de Los Muertos del propio Romero, crítica al capitalismo y su imparable consumo arrasador como lo es una horda de zombies hambrientos rondando alrededor de un shopping abandonado. Una gran secuela y que obtiene una tercera parte, para muchos la más olvidable, para otros todo un clásico de culto y la mejor obra de Romero: El Día de Los Muertos.

Le siguieron luego La Tierra de Los Muertos, El Diario de Los Muertos y La Reencarnación de Los Muertos.


Pero antes de que Romero redefina y estableciera las reglas de Los Muertos Vivos... la película que comenzó con todo este subgénero de terror fue White Zombie (1932) que exploraba el vudú haitiano y que tenía de protagonista a Belga Lugosi, el eterno Drácula clásico que conocemos. CONTINUARÁ...

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