El histórico bajista de Vox Dei habló sobre La Biblia y el momento en que fue compuesta. Además, su relación con ser un referente de nuestro rock y sus ganas de seguir tocando a sus 82 años.
No todos tienen la posibilidad de crear una obra artística tan grande que trascienda el tiempo. Tampoco son tantos los que se atreven a realizar proezas en la música. Hacer un disco conceptual sobre el libro más leído de la historia de la humanidad era una parada brava. Para Vox Dei fue un boleto a la inmortalidad. “En el momento que se nos ocurrió la idea, sabíamos que íbamos a generar un temblor en la sociedad”, recordó Willy Quiroga, su emblemático bajista, a más de cincuenta años de aquellos días en que el cuarteto (si, en ese momento a Soulé, Basoalto y Quiroga había que sumarle a Godoy), se juntaba horas en la casa de Willy a dar forma al mítico disco.
En dialogo con Resistiendo con Ideas, Quiroga repasó las sensaciones del grupo cuando se animaron a tomar La Biblia cómo idea conceptual de su segundo álbum. “Estaba todo en otro nivel, las letras, todo. Entrar con algo tan serio como La Biblia sabíamos que iba a generar diferentes opiniones. Había quienes tenían la idea de que íbamos a hacer algo feo. Quienes habían escuchado el primer álbum tenían otra expectativa”, analizó el músico. La génesis de ese trabajo no fue sencilla, la banda incluso tuvo que acercarle las letras al Monseñor Graselli y así tener la venia de la institución religiosa. “Cómo con tan pocas palabras pudieron contar el génesis. Bien, pibe”, fue la devolución recibida.
Una vez en la calle, La Biblia habló por si sola. “Cuando el disco se hizo conocido se empezó a escuchar en las iglesias incluso. Los chicos tenían “Libros Sapienciales” y “Profecías” para cantar”, contó Quiroga. Ocho canciones resumieron la idea de las sagradas escrituras. Un vuelo musical de un nivel sublime, con vetas de rock progresivo, blues, hard rock y la esencia criolla que iba tomando forma en este lado del mundo. “Jamás creí que lo que hicimos iba a cumplir cincuenta años. Se convirtió en un clásico, el Congreso lo declaró mensaje de paz universal. Eso es La Biblia ahora”, sentenció el bajista, seguro de lo hecho en su momento.
Poniendo en contexto la trascendencia cultural de su mensaje hoy, Quiroga hizo un paralelismo entre lo música y lo social. “Veo que ese libro es importante históricamente, pero el mundo está perdiendo el respeto. Nosotros venimos resistiendo desde que empezamos. Nuestras letras siempre fueron importantes. Hoy en día no hay un respeto. Este chico L-Gante es muy conocido, pero sus letras…”, agregó con una crítica a las líricas modernas.
Consultado por sus gustos musicales, Quiroga explicó su relación con la música moderna. “Uno se crió con un tipo de música. Yo intento escuchar lo nuevo, el mundo va cambiando. Hoy está el trap, la pachanga, esas cosas. Algunas cosas escucho, pero no puedo escapar a escuchar la música con que me crié”.
Con 82 años, el bajista continúa tocando en vivo, sacando música nueva, moviéndose incansable. “No es fácil de explicar. Yo siempre fui para adelante. Vengo de una familia de padres separados, me crié aprendiendo de la gente en la calle. Y siempre escuché que había que ir para adelante, parece que eso prendió en mí. Yo solo puedo pensar para adelante. Sé que la vida tiene un final, pero mientras tanto yo voy a seguir adelante. Es algo que está más allá de mi comprensión”. Agregó que está formando una nueva banda y recordó el pasado 26 de febrero, cuando abrieron el show de La Renga en Córdoba, “la gente cantaba los temas, me pareció muy loco. Ellos comenzaron tocando Vox Dei”.
Finalmente, con más de cincuenta años de trayectoria, Willy explicó cómo se siente al ser tenido en cuenta como una referencia de nuestro rock. “Es difícil que uno se ponga en un momento. Me siento agradecido por haber logrado un cambio. Teníamos un mundo virgen por delante. Todas las bandas primigenias son distintas, no se parecen entre sí, después vino todo. Todos me dicen maestro, yo no me siento maestro. Abajo del escenario soy una persona más, preocupado por lo que pasa en el mundo, en mi país”.
Willy Quiroga, La Biblia. Dos emblemas de la cultura rockera argentina a quienes los años pareciera que solo los mejoran. La vigencia de la obra lanzada por Vox Dei es indiscutible, el fuego que todavía mueve a Quiroga hacía adelante, inagotable. Casi, como reza su canción más nueva, como el rugido de cien mil dragones.
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