Colérico Buda lanzó su nuevo disco hace unas semanas, y después de gastarlo un poco les dejamos una reseña del nuevo material del trio punk rock que parece no tener techo.
Grandes expectativas había generado la espera por este nuevo disco de Colérico Buda. La vara dejada por Cruces de Ciudad, su anterior placa del 2016 daba para ilusionarse con un muy buen disco de una banda que sigue madurando en términos de trabajo, pero que musicalmente mantiene la frescura del barrio intacta. Así fue que cuando vimos que ya estaba disponible Quién pudiera cantar el pasado 24 de agosto no pudimos esperar a darle play y disfrutar de estos 10 temas nuevos que son un paso adelante para Colérico, aunque mantienen la esencia musical del trio.
Como dijimos, 10 temas le bastaron a los Colérico Buda para satisfacer nuestra necesidad de punk rock violento y despreocupado por momentos, pero también crudamente crítico. De hecho, este último disco es mucho más agresivo en términos políticos que Cruces De Ciudad, temas como Y Ahora… Con la M, Forros Buitre o Esclavo Blanco, esclavo negro disparan munición pesada a los grupos dominantes y al gobierno nacional. A esto le tenemos que sumar una presencia de riffs excelente que le da a cada canción la agresividad necesaria, y que con estribillos pegadizos logra un disco ágil de escuchar de principio a fin.
Desmenuzando Quién Pudiera Cantar, arranca con Presos de la Sed, una balada punk que tiene algunos puntos de encuentro con la faceta más rockera de los Ramones, como en Poison Heart. Las dos canciones que le siguen son demoledoras, como deben ser los primeros temas de un disco, pega fuerte con Como Vivir y una base bien punk que acompaña una especie de lamento y grito interno que Paira interpreta a la perfección. Luego le sigue Mentiras Blancas, que arranca un poco quedado pero que va tomando forma escupiendo bronca acompañado por la furiosa viola de Charly Czech. Y si seguimos en la línea contestataria, Esclavo Blanco, Esclavo Negro protesta contra la discriminación con un tema que tiene tintes de Ska mientras Paira grita “Saber separar la gente, separa el Papa y el presidente”, expresando la bronca como corresponde a un grupo punk.
Y Ahora… Con la M es una enumeración de palabras donde la banda expresa su posición sobre la desaparición de Santiago Maldonado con una canción excelentemente lograda y que es, a gusto personal, una de las mejores del disco, teniendo en cuenta el contexto social del país. Luego de una seguidilla de temas políticamente muy cargados, el trio se despacha con un rocanrol excelente que muestra la capacidad musical y lirica para pasar de un extremo a otro. El Rock de los Pibes Locos es un canto al desenfreno y la libertad juvenil del barrio. Al ritmo rocanrolero bailable en una de las canciones que más se acerca a Motörhead y su speedrock, logra mantener la frescura del disco bien arriba.
Los siguientes temas son quizás los más flojos del disco, Ruido del Infierno y Sin Veredas no son necesariamente temas que bajen excesivamente la calidad del disco, pero si son menos jugados en general, por lo que pasan un poco más desapercibidos. En el caso de Ruido del Infierno la base prolija se mantiene durante todo el tema sin sobresaltos, en Sin Veredas aceleran el paso y le dan vida a esta nueva balada punkrockera que está bien acompañada por los punteos de Czech.
Cerca del final el disco repunta fuerte, Forros Buitre (Terrorismo) es otro gran tema, cargadísimo de presente (y lamentablemente aplica para otros momentos de nuestro país), donde la banda apunta con el dedo sin titubear al gobierno nacional y su accionar económico sobre el pueblo argentino al grito de “Es terrorismo cuando la vida es agonía, cuando te mata su economía”. No vamos a disimular que a quien escribe, cuando un tema está bien plantado políticamente y no baja la calidad musical cobra un valor superlativo.
El último tema despide el disco con Sé lo que debas Ser, bajando la agresividad, con un alto contenido emocional. Carola Lagomarsino acompaña a Paira en una canción amena, relajada y un poco más positiva que el resto de los tracks. Sin dudas es además, la prueba de que la banda puede dejar de lado las distorsiones al palo y las bases rápidas para ofrecer opciones variadas a sus oyentes.
Quién Pudiera Cantar es un disco atravesado por el punkrock de punta a punta, pero a su vez mantiene un eclecticismo en el recorrido de sus canciones. La elección de tomar posición en la situación actual es aplaudida, sobre todo cuando esto no significa bajar línea ni resignar calidad musical. Y a su vez podemos disfrutar de temas más alegres y despreocupados, que son necesarios cada tanto. Esta cuarta entrega de Colérico Buda tiene el cuerpo bien armado, mucho de ello trabajo de Tommy Gun, quien ya mostró su calidad en Cruces de Ciudad y que acertadamente volvió a ser elegido por el grupo para esta nueva placa.
Sin más, a darle play amigas y amigos, ¡Que hay punk rock de sobra!