La película interactiva de Netflix trajo como resultado que los esfuerzos por hacer copias ilegales de ella fueran inútiles.
Como sucede con todas las películas, y más aún con todas aquellas que obtienen cierto renombre, Bandersnatch fue víctima de los piratas, quienes intentaron hacer copias y subirlas a Internet. Pero en este caso la experiencia interactiva que ofrece la película hace que verla por fuera de Netflix implique no poder elegir entre las opciones que ofrece la trama, perdiendo así el sentido y el espíritu de la película.
Algunos piratas subieron una sola línea de acción, mientras que otros cargaron toda la cinta sin tomar ninguna decisión, incluyendo todas las escenas grabadas. Esto genera que muchas veces la película se torne confusa, se repitan escenas, que los finales no tengan sentido o que se sucedan uno detrás del otro.
Si bien es difícil imaginarse ver una película en el cine con decisiones interactivas de este estilo, está claro que si Netflix y las demás compañías de streaming apuestan por este tipo de producciones los piratas lo van a tener difícil para poder piratear estos contenidos.