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Foto del escritorLucas Ponce

Un padre fundador del rock en las escalinatas del Colón

David Lebon se presentó el sábado pasado en el Teatro Colón para seguir con la presentación de su disco Lebon y Co.

El Teatro Colón es sinónimo de renombre y cualquier artista que llegue sentirá esa sensación de consagración, pero acostumbra albergar otro tipo de espectáculos líricos durante el año. Es por eso que antes del inicio de la temporada se realiza el Festival Únicos, donde participan una selección de músicos nacionales e internacionales de muy variada estirpe y en donde un artista como David Lebón no podía faltar.


David es uno de los baluartes nacionales de la música argentina, es de esos personajes preponderantes, que sobresalieron y ganaron su reconocimiento siendo parte de bandas míticas como Pescado Rabioso, Billy Bond y Serú Girán, bandas que marcaron el estilo del rock nacional y allanaron el camino para generaciones venideras.


A los 67 años, “El ruso” vuelve a sentir que transita por ese sendero de la popularidad y las entradas agotadas, y lo reconoce arriba del escenario, frente a miles de personas con la humildad que lo caracteriza: "Hubo un tiempo, cuando volví de Mendoza, que tocaba para cien. Es increíble que esté pasando esto, que esté pasando otra vez", agradeció.


La estructura del Colón le dio a David la oportunidad de brindar el show que nos tiene acostumbrados en las presentaciones de su nuevos disco, con el agregado de la una orquesta dirigida por Pedro Vercesi que le daba un formato sinfónico agradable y particular en algunas canciones, y que se disfrutaba aún más por las condiciones acústicas que posee el teatro.

Lebón realizó un recorrido por su trayectoria sin dejar de lado su último disco de estudio titulado Lebón y Co, en donde participan varios artistas destacados de Latinoamérica y el cual es una verdadera joya, tocando temas como “Esperando Nacer”, “San francisco y el lobo” de Serú, canciones de su etapa solista como “En una hora” y un pequeño tributo al flaco Spinetta con una versión sinfónica de “Laura va”. A esta lista se sumaron las canciones re versionadas de Lebón y Co que contaron con la presencia de artistas invitados que hicieron emocionar al público presente. La participación de Coti Sorokin en “Deja de jugar”(1989), la de Lisandro Aristimuño en una versión moderna y muy bien lograda de “Casa de arañas”(1973), y la de Pedro Aznar, quien fue presentado por David como “uno de los mejores, o tal vez el mejor músico argentino” realizando “Hombre de mala sangre” con la mejor intervención de la noche para la orquesta.


Pero el momento bisagra fue cuando Fito Páez subió al escenario para compartir junto con su amigo David una versión perfecta de “El tiempo es veloz” (1982). Ambos en el piano, enfrentados y a varios metros, con tan solo un reflector iluminándolos, le dieron un brillo imponente a este concierto que albergó a varias generaciones diferentes para disfrutar de un icono de nuestra música, acompañado por artistas de su misma talla.


Así se completó la cuota rockera del Festival Únicos que continuará el viernes 14 con dos funciones de Luciano Pereyra; el sábado 15 con un homenaje a Mercedes Sosa y conciertos de Jairo e Ismael Serrano; y el domingo 16 con Carlos Núñez y Los Manseros Santiagueños.

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