Más de 55 mil personas disfrutaron de lo que fue el primer día del festival más federal que tenemos. El regreso de Divididos; el emotivo show con invitados y músicos de Charly; la oleada de músicos que llegaron para quedarse; y mucho más.
Mucho dio que hablar la grilla de la edición 2020 del Cosquín Rock. Una catarata de críticas inundó las redes días después de que el productor José Palazzo anunciara los artistas que serían parte del festival en sus festejos por los 20 años. Aún así, el Aeródromo de Santa María de Punilla recibió el pasado 8 y 9 de febrero a más de 100 mil personas.
El Escenario Norte fue el que concentró a la mayor cantidad de fanáticos del rock, es cierto que desde temprano hubo un gran movimiento en este sector del predio debido a la gran oferta musical que se estaba dando. La presencia de Divididos desde muy temprano movilizó a muchos; el trío conformado por Ricardo Mollo (voz y guitarras), Diego Arnedo (bajo) y Catriel Ciavallera (batería) regresó al Cosquín Rock luego de 15 años. Durante 50 minutos se encargaron de hacer encender a todo aquel que allí se encontrara. A la lista no le faltó nada: por un lado sonaron los temas que tenían que sonar "El 38", "Par Mil" y "Ala Delta"; también se hizo presente su clásica versión de "Sucio y desprolijo" de Pappo; además de dedicarle "Huelga de Amores" a Evo Morales y un cierre donde Sumo se hizo presente.
Como si fuese poco luego tenía que subir al escenario la banda de Charly García: El Aguante and The Prostitution. Se sabía de ante mano que una seguidilla de invitados suplantaría al irremplazable Charly, algunos de ellos fueron: Louta en "Me siento mucho mejor"; "Fanky" con Hilda Lizarazu; Nathy Peluso haciendo "Yendo de la cama al living"; Ciro Martínez en "Nos siguen pegando bajo" y también León Gieco con "Fantasma de Canterville" y "Los Salieris de Charly" además, fue el encargado de llamar luego a todos los invitados para que cantaran a la par "Inconsciente Colectivo".
Previamente ya habían pasado por el escenario norte La Que Faltaba, Las Pastillas del Abuelo y Airbag que fue muy criticada en su momento pero que sentaron cabeza y dieron un show a la altura de las circunstancias. La banda de los hermanos Sardelli vino realmente a dar cátedra de rock. "Esta canción es como el vino, cuanto más tiempo pasa mejor se pone" decía Patricio y daba cierre al show de Airbag con "Amor de Verano".
En la otra punta del predio también sonaron Sara Hebe, Nathy Peluso, El Mató A Un Policía Motorizado y Mon Laferte, la chilena que generó fuertes repercusiones luego de aparecer con los senos al aire en los Grammys del 2019. El show que brindó hizo bailar a más de uno que se encontró allí de sorpresa e hizo del Escenario Sur una verdadera fiesta. Además estuvo Louta quien realizó el cierre en ese lado el predio con una performance que invitaba a quedarse.
Por otro lado, Molotov y su show con "El Desconecte" en el Escenario Acústico, los mexicanos lograron explotar la carpa que tenían asignada generando realmente un colapso de gente que quería ser testigo de lo que iba a pasar esa noche.
La música urbana también tuvo su lugar en esta edición 2020, con una carpa en el medio del predio que recibió a Emannuel Horvilleur y Dante Spinetta junto al cierre estrella de Militantes del Climax.
También a mitad del predio pero más cercano al Escenario Sur se encontraba el Escenario X, que con el paso del tiempo va tomando color y atrayendo aún a más personas. En este espacio pudimos ver a algunos de los ganadores del Pre Cosquín como también a bandas como 2 Minutos, que lograron que una gran cantidad del público se acercara pese a las interesantes propuestas que había en los otros espacios.
Y como acostumbra, La Casita del Blues también hizo de las suyas con la presencia de Deborah Dixon y Blues Motel que le dieron color junto a otros grandes artistas para revivir un poco de esta música tan adoptada por nuestra cultura.
Mientras todo esto ocurría las horas pasaban y la gente ingresaba, más de 55 mil personas se hicieron presentes y cerraron la noche de fiesta en el Escenario Norte bailando con Los Auténticos Decadentes hasta las 3 de la mañana mientras horas antes hacían el pogo más grande del mundo de la mano de Skay y los Fakires. Esto pasó en solo 12 horas al costado de las sierras de Córdoba, una jornada larga que por momentos complicaba el acceso a otros escenarios por la cantidad de gente pero con una carta musical que ofrecía menúes para todos los gustos.