La banda de rock conceptual, La Industria del No Pensar, arranca el 2020 con su segundo disco. Un mundo distópico estilo 1984.
Si les digo que metemos en una licuadora a Pink Floyd, The Who, Spinetta, Charly, 1984 y la última dictadura cívico-militar, ¿qué se imaginan? El resultado de todo es quizás lo más acertado para definir a La Industria del No Pensar. La banda formada en abril de 2017 que debutó con una ópera rock en 2018, este 2020 vuelve a la carga con su segundo disco, Nefelia.
Nefelía es un disco de catorce canciones que nos llevan a un mundo distópico, o no tanto, estilo 1984. En el recorrido lírico del disco vamos a encontrarnos con situaciones que pueden anclarse en los turbulentos años recientes en el contexto latinoamericano. El rol de la mujer, la naturaleza, los medios de comunicación, la violencia, la medicina actual. La nefelia pasa de un mundo distópico a una representación de la sociedad actual.
Desde lo musical, Nefelia comienza con un símil "Run Like Hell" de Floyd. Rápidamente las guitarras lo traen a este lado del mundo, reforzando la identidad en la voz de Joaquín Enriquez. El blend propuesto entre los teclados progresivos y guitarras rockeras da a las canciones del disco una personalidad particular. El trabajo de producción permite deambular en matices que van desde La Máquina de Hacer Pájaros y vagualas, hasta riffs con tonalidades funkosas de los pasados años noventa o incluso climas familiares a Dream Theater.
Los oriundos de Villa Pueyrredón revalidaron su calidad artística en Nefelia. El disco es fresco, circula con facilidad. El truco está en las líricas sencillas, sin enrosques. Son crudas y al hueso. Luciano Benotto en los teclados y Julián Enriquez en la batería hacen un trabajo excelente para matizar las canciones y dejar que las guitarras jueguen sobre una base heterogénea.
Luego de lanzar Oveja Negra el 24 de marzo de 2018, La Industria del No Pensar debutó en un Club Atlético Fernández Fierro repleto. La fuerza del disco la transmutan al vivo. Lo logrado por la banda, jóvenes de aproximadamente 20 años, es claramente un orgullo para la escena actual. Lejos de las telarañas de quienes dicen que “todo está inventado” o que “el rock se está muriendo”. Las ideas de composición y mensaje de La Industria es digna de los tiempos de Spinetta o Charly.
La tarea de volver a sacar un disco luego de Oveja Negra no era sencilla. El peso histórico que cargó su ópera prima le daba fuerza al mensaje. No es joda debutar con un disco conceptual que hable de la última dictadura. Aún así la banda logró reinventar una propuesta actual y moderna desde la ideología. Prolija y autentica desde lo musical. Defendiendo el concepto del disco en el presente de los sencillos y EPs, La Industria del no Pensar es un bicho raro en la escena nacional. Un lindo bicho raro, al que hay que seguir.