En RCI te contamos de qué trata el nuevo fenómeno de Netflix, que con solo cuatro capítulos se llevó la atención de miles. Una cultura diferente, un lenguaje extraño y un mensaje de esperanza para las mujeres.
El 26 de marzo pasado se estrenó en la plataforma de Netflix la serie "Unorthodox" o "Poco Ortodoxa" bajo la traducción adaptada al castellano. La miniserie, de cuatro capítulos nada más, atraviesa la historia de "Esty", una chica judía que pertenece a una comunidad jasídica de Brooklyn, Estados Unidos. El peso de su religión la lleva a huir hacia a Alemania, país donde yace su madre. La serie está adaptada a la vida y al libro "Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots", de Deborah Feldman. Si bien la miniserie se corresponde a la vida de Deborah, la historia de esta ficción está totalmente inventada. Alexa Karolinski, productora de la serie, contó que “únicamente los flashbacks están basados en el libro".
Sin intentos de spoilear demasiado, pero sí un poco...
Se desarrolla en Williamsburg, un barrio de Brooklyn. Durante la Segunda Guerra Mundial la comunidad a la que "Esty" pertenece escapa de Hungría y se asienta en Nueva York. Su aventura comienza allí, con un casamiento arreglado a sus apenas 18 años y en la incesante búsqueda de un embarazo impuesto. Esta es la realidad de "Esty" en la serie, la de Deborah y la de miles de mujeres que por una especie de "herencia social" deben de seguir a rajatabla una forma de vida.
No conforme con su realidad, que va más allá de un matrimonio arreglado, empieza la búsqueda incesante de su libertad como mujer. Ella entiende que es diferente a las mujeres que conviven en su comunidad. Pese a las prohibiciones, "Esty" busca su camino. La educación y la música son palabra prohibida para el género femenino jasídico, pero de alguna manera ella se las termina ingeniando para aprender a tocar el piano. La depresión la acompaña por no cumplir con las normas que le "corresponden" más la presión social y familiar que eso conlleva.
Cabe destacar que los actores acompañan a la par la esencia del relato. "Esty" es interpretada por Shira Haas, una actriz israelí de 25 años. Su mirada perdida de la mano de su actuación son de un carácter muy convincente. Al fin y al cabo terminan generando esa empatía necesaria, la misma que te hace poner los pelos de punta con cada suceso que le toca vivir y con la injusticia de una vida que no es la que desea. También la presencia de Amit Rahav, quien hace de "Yanki Shapiro", esposo de "Esty". Un joven que, en su papel, convive con la sensación de inseguridad constante de no entender lo que afronta y, a su vez, el querer respetar y cumplir a rajatabla con lo que dicta su religión.
Yéndonos un poco al mensaje de esta miniserie que, con cuatro capítulos, cautiva increíblemente bien al espectador...
Esta historia es mucho más que un camino hacia lo desconocido, hacia un nuevo mundo para "Esty". Podemos ponerle la religión que queramos, la sociedad que elijamos, pero es una realidad que las mujeres viven a diario desde diferentes perspectivas. "Poco Ortodoxa" corrompe con un relato que plasma una comunidad que pocos conocíamos. "Esty" se ve aferrada a una vida donde su voz y su deseo no tienen lugar. ¿No les suena conocido esto?
El discurso de la libertad está presente en el deseo de "Esty". Pero hay un doble filo que se deja entrever. Desarrollamos la vivencia de una mujer que por imposición debe ser "una máquina de hacer bebés", no puede educarse, ni "hacer música" porque está mal visto. Ni que menos pensemos en la posibilidad de votar. Es como volver un siglo atrás, pero relatado dentro de un barrio, en una de las ciudades más grandes del mundo donde la sociedad en sí avanzó muchísimo y a grandes rasgos. "Poco Ortodoxa" se desarrolla en el Siglo 21, sí. La búsqueda de la identidad, de la libertad moral, ética y religiosa no debería ser algo utópico para nadie y menos en estos tiempos que corren.
Lo que más llama la atención de esta miniserie es su trasfondo cultural. Aprendemos de una cultura diferente y un ámbito privado totalmente marginado, el cual explica muchas cosas. Donde además manejan un idioma, el idish, lengua que pierde vigencia mientras pasa el tiempo, compuesta por una mezcla entre el alemán y el hebreo.
Entonces, "Poco Ortodoxa" nos enseña una cultura, nos muestra una realidad desconocida (la de la comunidad jasídica), y encima nos plantea una búsqueda universal: la libertad de una mujer. La libertad a elegir quién ser y cómo vivir. La libertad de "Esty" para estudiar música sin impedimentos. El poder decidir. La necesidad de hacer eco de nuestra voz. Que al final, es la voz de todas. Esta historia se arremete mucho a una coyuntura social vigente: la lucha de las mujeres. De a poco, así como le sucedió a Deborah, cada vez se suman más voces para dar batalla y hacer que el sueño se vuelva realidad. Sea ser libre o no, pero comprender ese poder como nuestro poder.
Entender que una puede ser libre de elegir también nos lleva a entender que esa libertad es un arma de doble filo, pero que estamos dispuestas a arriesgarlo todo. Una libertad que al día de hoy está acaparada por un sistema que corrompe con nuestra idea de ser libres, pero que poco a poco se torna en algo alcanzable. El mensaje es claro, mujeres: a no bajar los brazos.