Hablamos con Luis Garutti sobre la situación que atraviesan gran parte de las y los trabajadores de la música en medio de la cuarentena y la suspensión de shows en vivo.
La pandemia pega, la cuarentena también. Si bien el gobierno busca por diferentes vías contener la situación económica, hay varios sectores que aún no tienen resuelta su supervivencia en el contexto actual. Uno de ellos es el de la industria cultural. Una de las primeras actividades en ser suspendidas y seguramente sea de las últimas en volver a funcionar, debido a las congregaciones de público que implica.
Mientras artistas de diferentes géneros acompañan a las personas que se encuentran encerradas en sus casas, hay otro sector que no tiene las mismas posibilidades de subsistencia. Se trata de las y los trabajadores que sostienen toda la estructura artística y que en la gran mayoría de las veces trabajan en las sombras para que como público disfrutemos de los shows en vivo y las giras de las bandas.
Desde RCI buscamos ponernos en contacto con trabajadores de este rubro para visibilizar en qué situación se encuentran hoy, a más de un mes del comienzo de la cuarentena y de la suspensión de los shows en vivo. Charlamos con Luis Garutti, Production Manager de Mercedes Sosa, Charly Garcia, Fito Paez, Bajofondo, Natalia Oreiro, La Beriso, Jorge Drexler, Kevin Johansen y T4F, entre otros.
Primero para ponernos en tema, ¿en qué situación se encuentra hoy el grueso de las y los trabajadores de la música?
El grueso de los trabajadores de la música se encuentra transitando esta situación soportando la precariedad de su condición impositiva al ser la gran mayoría monotributistas o trabajadores en negro. A la precariedad histórica se le suma hoy la incertidumbre de no saber cuándo, en tal caso, volverá a articularse la posibilidad de realizar espectáculos en vivo y masivos (mega shows / arenas / clubes / mini estados / pubs / etc.) y por ende tener un ingreso.
En base a este contexto, ¿cuáles son las medidas que creen necesarias para afrontar esta situación? ¿Quiénes deben dar las respuestas?
En primer lugar, lograr que todos los pertenecientes al medio sean reconocidos como trabajadores, y en consecuencia estén bajo las leyes que lo enmarquen. Somos trabajadores como cualquier otra actividad. La repuesta debe ser conjunta entre los empleadores, el ministerio de trabajo y AFIP, en ese orden.
¿Crees que en general en la industria musical se le da poca importancia pública a la estructura que hay detrás de cada show y canción que sale a la luz?
Creo que se le da la importancia necesaria para que algunos pocos se vean beneficiados, descontando que en definitiva trabajamos para el público en general. Las expectativas son muy pobres en este contexto, hasta tanto pase, y tal vez tengamos la fortuna de insertarnos en la estructura laboral de la manera que corresponde.
¿Qué perspectivas tienen a futuro respecto al regreso de las presentaciones en vivo?
La perspectiva es por demás complicada, se habla de septiembre o directamente el 2021. Es un escenario complejo, ya que los que deberían sostener a muchos trabajadores económicamente deberían ser los contratantes, pero entonces volvemos al tema de la precariedad laboral. El gobierno solo puede contemplar a los más damnificados con ayudas directas, al resto lo podrá alcanzar mediante la legislación y eso será en el mediano o largo plazo.
¿Cómo se sigue trabajando en este contexto?
Y entendiendo que no sabemos cuándo volveremos a estar en actividad, lo único que nos queda es luchar desde donde podemos, ¡ser solidarios entre nosotros y mal que nos pese muchos de nosotros reinventarnos!
Si bien al momento hubo algunos indicios de que habría medidas concretas para alivianar la situación del sector artístico, aún no hay novedades reales sobre su implementación. En medio varios artistas reniegan de sostener los salarios de su staff en tiempos de vacas flacas, lo que complica el pasar económico de cientos de familias. Hay un mundo detrás de los vivos en Instagram que debe ser visibilizado. Los shows que disfrutamos en vivo
no serían posibles sin todo el entramado laboral que mencionamos, y no serán posibles cuando esto pase a menos que sus responsables se hagan cargo de su subsistencia.