Desde Tucumán, el artista Martín García nos comparte el repertorio de su nuevo trabajo titulado "Mutar" y nos cuenta un poco cómo vive este contexto de aislamiento social.
Podemos decir fielmente que nuestro país goza de una gran dotación de artistas dedicados a nutrir la escena musical y cultural a lo largo y ancho del territorio. Para el público en general es más fácil conocer y disfrutar de aquellos músicos nacidos en el seno de las grandes ciudades, los cuales cuentan con la notoriedad que les da la noche porteña, por ejemplo, para darse a conocer y exponer todo su repertorio.
Pero, como se dijo anteriormente, nuestro país goza de una gran diversidad de artistas desde un sentido más federal y este es el caso de Martín García, un músico tucumano que trae consigo un largo recorrido en la escena cultural como uno de los artistas que se destacan en la escena musical latinoamericana.
Martín nos cuenta que arrancó su carrera solista allá por el año 2011, pero qué trae un bagaje de formación dentro del folklore desde los trece años.
A partir del 2011 comienza su carrera solista recorriendo los escenarios de diferentes ciudades de Argentina y Latinoamérica, colaborando también con artistas de Uruguay, España, Chile y México.
Al presente, Martín cuenta con dos discos de estudio y uno en formato acústico-vivo. En 2015 publica "Canciones para Amasar Fantasmas" y posteriormente en 2017 realiza un trabajo en vivo en el teatro El Círculo de la Prensa de Tucumán, presentando "Martín García en Vivo".
En esta oportunidad conversamos con Martín sobre su nuevo trabajo titulado "Mutar", lanzado a mediados del 2019, de su participación como exponente de la cultura musical tucumana y de cómo vive este presente pandémico.
Contanos, ¿por qué Mutar? ¿Qué inspira a este disco tan versátil en sus composiciones?
Mutar nace de un proceso de búsqueda personal muy profundo que me llevó a cuestionarme cómo venía haciendo muchas cosas. En un momento me di cuenta que estaba muy atravesado por voces de otras personas que en parte me constituían, pero ya no las sentía útiles, y quise iniciar el camino de callarlas y tratar de que mi voz empiece a sonar más fuerte.
En este disco tuve inspiraciones muy diversas, una canción nació en una noche estrellada en las playas de Rocha, otra la noche qué me separé, algunas letras de un taller de escritura poética que hice hace unos años; pero lo que las unifica en una obra es que forman parte de este viaje tan lleno de cambios que fue ese momento de mi vida.
Es interesante la amalgama de melodías y recursos que utilizas en algunas canciones. Tengo que preguntarte, ¿cuáles son tus influencias musicales para lograr esto?
Yo soy un amante de la música en general y de la canción en particular. Creo que fui influenciado por un montón de artistas a lo largo de mi vida: desde Joan Manuel Serrat, a quien escuchaba mi madre cuando yo era un niño, pasando por Joao Gilberto y Vinicius de Moraes, Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez, hasta Luis Alberto Spinetta o Fito Páez. Son una lista interminable de artistas que llegan hasta mi adolescencia y a medida que fueron pasando los años se abrieron nuevas vertientes de diferentes géneros.
Te vimos activo en las redes realizando algunas de las canciones del disco. ¿Tomás esto como un paliativo a la presentación formal del disco que no pudo ser o significa algo más a nivel personal?
Creo qué como le paso a todo el mundo, esta pandemia se llevó puestos nuestros planes; la última vez que toqué en vivo fue en marzo. Las redes me ayudaron a no sentirme tan alejado de la situación de intercambio con el público que se genera en un escenario. Esta interacción fue por una necesidad más a título personal y como un sostén para seguir activo y proyectando; sin embargo, la presentación de un disco es un evento muy especial que esperábamos con mucha ilusión y que también necesité sublimar a través de los "lives", que fueron una buena herramienta.
Tu injerencia en la escena cultural de Tucumán es importante. ¿Podrías contarnos un poco sobre la iniciativa de Verde Eucalipto y tu participación en El Culturalito?
Yo soy admirador de la escena tucumana, hay muchísimos proyectos musicales dignos de ser escuchados y seguidos; desde ese lugar y con la intención de que más gente disfrute de estas propuestas, que a veces no tenían material grabado, fundamos junto a Carlos Andújar un sello colectivo que se llama Verde Eucalipto y que trata de ser un impulsor de la escena latinoamericana de la canción, pero con los pies en el NOA. Con esta misma impronta, ante el cierre de muchas salas en Tucumán y bajo la premisa de que cada noche sucedan cosas mágicas, empezamos a hacer pequeños conciertos en una casa y así nació El Culturalito.
¿Encontrás en este panorama de aislamiento la inspiración necesaria para componer o le das más prioridad a otros aspectos de tu carrera?
Esta incertidumbre de no conocer cómo seguirá el futuro y qué pasará en el afuera me llevo a conectar mucho conmigo mismo, me fui muy para adentro y la manera que encontré fue a través de la creación. Estoy componiendo mucho, tengo canciones nuevas para dos discos, más o menos, que seguramente comenzaré a trabajar pronto en su proceso de preproducción y posterior grabación.
Martín García recorre varios estilos musicales en sus producciones y esto lo convierte en un artista versátil y completo. En Mutar encontramos baladas que juegan con la sensibilidad, el amor y los desencuentros, como también encontramos un tango, un bolero y algo similar a una bossa nova electrónica. Jugando con las armonías, Martín García es un artista que ama lo que hace y deposita ese amor por la música en todo su trabajo. Quizás sea el momento de tener una mirada más federal de nuestra música, metiéndonos en rincones de nuestro propio suelo a los cuales no llegamos tan fácil, pero donde seguro encontraremos una canción que nos interpele.