El ex baterista de Malman habló en Radio Gráfica sobre su nueva etapa solista en Lagu. Además, se metió de lleno en la polémica sobre los nuevos sonidos y la cultura rock.
Luego de una extensa experiencia en bandas como Malman y Águilas, Agu Romanelli está encarando un nuevo proyecto. Se trata de su lanzamiento solista bajo el nombre de Lagu. Con un cambio de sonido trascendental, lanzó el corte “Tamo´ En Una”, empapado del sonido urbano que hoy copa las calles. “Me devolvió las ganas de jugar con la música”, expresó Romanelli en el aire de Radio Gráfica.
El músico cordobés comentó que la esencia misma de sus canciones sigue siendo similar a la que hacía en Malman, aunque ahora está adaptada al filtro del trap y el sonido urbano que lo atraviesa. “Me di cuenta escuchando esta nueva música que hay patrones que se vienen repitiendo hace mucho. En el rock, en el new metal, sobre todo. Pude encontrar cosas actuales que se retroalimentan desde Linkin Park, Limp Bizkit, Korn”, planteó sobre las similitudes entre ambos géneros a la hora de componer.
Ahondando en este tema, planteó que el rechazo al sonido nuevo no es algo del presente, sino que forma parte de cada cambio en la música. “Antes los metaleros empedernidos decían que "el metal posta es Metallica". Ahora eso está repitiéndose con toda esta movida urbana. La ola de la música es así, va trayendo cosas que se han tocado antes, combinando nuevos sonidos”.
Sobre cómo se dio este cambio de aire, Romanelli planteó que se trata de un proceso que lleva algunos años. Aclaró que empezó a experimentar con el sonido urbano hace algún tiempo y que el año pasado fue el quiebre para meterse de lleno en este género: “Fue bastante largo, no fue de un día para otro. Iba escuchando, componiendo, juntándome con gente. Lo estoy disfrutando una banda”.
Para su primer corte, “Tamo´ En Una”, Romanelli trabajó con Nacho Cepeda, beatmaker y productor con quien viene trabajando su nueva faceta solista. “Nos dimos cuenta de que estábamos aplicando todo lo que escuchamos a lo largo de nuestra vida a canciones nuevas. Hicimos como diez temas”, dijo el músico nacido en Rio Cuarto. Además, agregó que en estas nuevas canciones aparecerán referencias a Korn, Soda Stereo y Coldplay, entre otros. “Agarramos todo lo que hemos escuchado y lo tiramos sobre el Ableton, el software que usamos para las canciones. Nos juntamos a apretar botones, no grabamos ningún instrumento”. Y analizó cómo se da el proceso de grabación junto a Cepeda: “El proceso es diferente al convencional: alquilar un estudio, una bata, pagarle a un drum doctor, buscar un audio. Acá en cinco horas componemos una canción y la mezclamos desde cero”.
Si bien Romanelli cuenta con un nombre ganado en la escena emergente nacional, Malman como proyecto era un grupo que estaba comenzando a hacerse notar entre público y pares. El ex baterista de esa banda reflexionó sobre los motivos de finalizar con el grupo: “Con la partida de Félix (Contartese) nos desinflamos un poco. Buscamos meterle, pero nos dimos cuenta que cada uno estaba buscando nutrirse por otro lado”. Planteó que el dúo de bajo y batería era una limitación que les jugaba en contra y que tanto él como Cabe Gutierrez (bajista) deseaban cambiar de rumbo. “Una tarde decidimos dejarlo en stand by y ver qué pasaba”.
Finalmente, Agu se animó a meterse en una polémica que atraviesa la escena emergente musical argentina: ¿el trap está ocupando un espacio de denuncia social que antes pertenecía al rock? “A mí me gusta lo que está haciendo Wos, dando un mensaje actual para poner los pies sobre la tierra y pensar qué está pasando acá. El trap empezó a tomar las riendas de lo que no estaba pasando en las otras escenas”, expresó sin vueltas. Aclaró que hay muchísima información dando vueltas en estos nuevos referentes urbanos como Duki, Catriel, Khea, entre otros. Planteó que, desde su perspectiva, lo más importante de la música es el mensaje, y que algunos de los traperos actuales representan lo que en los setenta fue la corriente “sexo, drogas y rocanrol”.
Agregó, retomando el análisis sobre el trap y el rock, que todo lo que venía sonando está pasando por el filtro del audio trapero y los modismos del canto nuevo: “Si eso lo abstraés un poquito, si a Duki le ponés una banda, tranquilamente es Charly Garcia. Si le sacás un poco los procesos de grabación y les ponés un teclado, una banda y le sacás el auto tune, es Charly. Wos con una banda es Solari con el mensaje que está bajando. Hay un recambio re zarpado, yo decidí subirme a esa ola porque me parece fresco, creo que es por ahí”.
Agu Romanelli cambió de género, pero la esencia está intacta. No le esquiva a la polémica y plantea un eje de debate necesario sobre la cultura musical del presente. Estamos viviendo tiempos de cambio, el rock es parte de eso, el trap también. Lo qué tenemos claro es que hay una corriente de sangre nueva con cosas para decir.