Nos adentramos en la polémica luego de la salida de la nueva canción de Trueno junto a Wos. El rock, una cuestión de actitud.
El rock es un género que llegó hace un poco menos de un siglo atrás, con una visión contestataria que logró romper paradigmas y mostrarnos cómo el arte puede ser algo más que una expresión. Este género musical, que nació como un lenguaje de poder y libertad, supo incomodar y romper con el silencio sumiso de la sociedad. Supo representar a esas minorías que quedaron exentas en alguna oportunidad. Supo, también, llevar la voz de quienes no podían levantarla.
"Te guste o no te guste, somo' el nuevo rock and roll", dice la letra de Sangría, lo nuevo de Trueno.
En los últimos días se estuvo dando un debate acerca de las declaraciones que contenía la letra de la canción "Sangría", lanzada hace dos días por Trueno. En ella participa también Wos, quien supo exponerse frente a una constante crítica por no representar los estándares del rock, pero, aún así, lograr plantar bandera. Como Wos o como Trueno, son los pibes los que hoy están tomando el mando y generando ese impacto en la juventud que se necesitaba, que en algún momento había generado el rock. Hay una generación que viene en camino, aquella que poco entiende de un grabador a cinta, aquella que no pisó Cemento, ni Obras. Una generación que se creó dentro de una era tecnológica, que no vivió ni la dictadura, ni la guerra por las Malvinas e incluso algunos, ni el 2001. Esta generación tuvo que convivir y subsistir con los restos de una Argentina que arrastró por años esas marcas y necesita que hoy se siga gritando y visibilizando. Porque hay cosas que no cambiaron mucho, pero que sí se dejaron de decir.
Debatir si Trueno y Wos son el nuevo rock and roll es mirar con un solo ojo. Hay que saber diferenciar y entender que el rock ya no cataloga solamente como género musical. Hay una cuestión cultural, de actitud, de querer movilizar, impactar, de rebelarse y hacer enojar. Esa idea que se busca con la música para hacer eco de cuestiones que hoy son ellos quienes las vivencian, los jóvenes. El rap y el rock, como actitud, encierran diferentes puntos en común, que hacen que hoy permitan y representen a estos pibes como el nuevo rock and roll. Son géneros musicales que nacieron con una lucha constante desde la marginalidad.
Hoy chicos y chicas van a encontrar, en Wos o en Trueno, como en muchos otros, la voz que necesitan para representar sus ideologías, sus filosofías de vida o lo que consideren por lo que hay que luchar. La música urbana logró eso, aquello que el rock logró en su momento. Negar u oponerse a esta realidad es no entender que el debate parte por otro lado, que hay que empezar por ahí. No confundamos, el género urbano no llegó para reemplazar a nadie. Es otra vía, otra opción, para que la sociedad se exprese y se sienta identificada. Al menos eso se entiende cuando escuchamos la letra de Sangría. Una canción crítica, que levanta la voz del barrio y de la calle, que muestra cómo hacerse de abajo y llegar, pese a las críticas y todas las trabas.
Te puede gustar o no el trap, el hip hop, en general la música urbana. Podes ser uno de esos fanáticos de Pappo, Los Redondos, o alguien que pudo disfrutar del rock de los 80' o 90'. Nadie impone este género como exclusivo, ni siquiera esa viene a ser parte de la premisa que ellos pregonan. Pero hay que dar lugar. El rock para ser lo que fue y lo que es (lo que generó), la tuvo que luchar de abajo. Si retrocedemos en la historia, el hip hop tuvo su momento a principios del 2000. Duró poco, pero estuvo y algunos pocos lo recuerdan. Hoy este género que viene siendo parte de la marginalidad y que nadie supo darle lugar, llegó a cuestas, pero llegó. Es innegable. Y quienes sepan relacionarse con las nuevas generaciones podrán ver la explosión social que han generado. Este siglo realmente viene a cambiar el paradigma, en todos los aspectos. La música es parte y el consumo de la música lo deja implícito, no todo es rock en esta vida. Y sino, veamos cómo apoyan los íconos del rock a los referentes del trap en nuestro país. ¿Acaso ellos no son parámetro?
El rock and roll será llevado como bandera de revolución. Con una naturaleza pura y contestataria, que lejos está de necesitar encasillarse en un género, sino en una forma de vida. La autenticidad son estos nuevos aires, el rock no se pierde, se renueva como lo vienen haciendo las nuevas bandas. Y es innegable que viene en forma de una nueva imagen. El discurso será distinto, las inquietudes también. Hoy el rock no murió, pero calmó las aguas y dió lugar a un nuevo género, para llevar la bandera de la juventud. La voz y la rebeldía vendrán de la mano de estos pibes y pibas, que con mucha actitud y unas letras realmente muy cargadas de realidad, logran comunicar y dar un mensaje de que realmente todo es posible. Te puede gustar como puede que no. Pero sí, si hablamos de actitud, son quienes pregonan el nuevo rock and roll. El futuro es prometedor, la cultura que se amplía aún más.