Basado en la historia de la película “El Rey León”, la artista multifacética convierte su álbum musical en un largometraje. Celebra la cultura afro, sus orígenes y su estética en una obra de arte craneada por ella misma.
A través de la plataforma Disney +, Beyoncé estrenó su proyecto Black is King (en español: El Negro es Rey). Si bien estuvo producido, dirigido y guionado por un equipo enorme de personas, es Queen B -como la llaman sus fans- quien está detrás de cada detalle, idea y puesta en escena.
El nombre del disco ya nos adelanta de lo que trata. Es un viaje de celebración a la cultura afro. Está basado en el CD The Lion King: The Gift, que salió el año pasado cuando se estrenó la versión live action de El Rey León. La actriz y cantante le puso la voz al personaje de Nala, quien se convierte en la esposa de Simba (el protagonista).
Durante el proceso de realización del disco para la película, la artista sintió una gran conexión entre la historia de Simba y las culturas del pueblo africano. Tanto su espiritualidad, como su música y la estética. El largometraje intenta enlazar a las personas descendientes del pueblo africano con sus orígenes y celebrar su identidad.
La producción del film comenzó en 2019, por lo que llevó más de un año de trabajo finalizarlo. Este dato no me parece menor, ya que Beyoncé es de esas figuras que saben medir e interpretar los temas que están en el ojo del huracán. Pasó cuando en su disco de 2013 habló de feminismo explícitamente en sus canciones; hasta intrudujo un fragmento de la escritora feminista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie.
Por eso no me parece casualidad que este año su disco celebre la cultura de su pueblo, después de que en los EEUU se viera, en el mes de junio, como un joven afroamericano fue asesinado a manos de la policía. Este hecho desató manifestaciones y el resurgimiento o la visibilización del racismo en la opinión pública. Creo que ella se corre totalmente del lugar de diosa sexy, ícono del pop -el cual puede ocupar y lo ha hecho-, para mostrarse no como un objeto, sino como una artista que le habla a través de su obra a todo el mundo.
Así su álbum rompió internet. No se puede calcular un aproximado de la cantidad de visualizaciones del disco, ya que Disney+, la plataforma a través de la cual se estrenó, no se encuentra disponible en muchos países. Aún así el CEO de la plataforma comentó en una entrevista que, con películas como Black is King, ganó tres millones de nuevos suscriptores por el estreno de la misma.
Otra consecuencia viral del nuevo álbum de Queen B fue el desafío #MyPowerChallenge, que se multiplicó en menos de 24 hs. en plataformas como Tik Tok e Instagram. Este consiste en reproducir la coreografía de la canción My Power, la cual además es cantada por otras cuatro mujeres, aparte de Beyoncé. En ella cantan artistas de EEUU, Nigeria y Sudáfrica.
Además de esto, la cultura y estética del pueblo afro estuvieron reflejadas en cada una de las piezas de vestuario y peinado. La cantante hizo una obra de arte junto con diseñadores reconocidos y otros no tanto. Otro dato que demuestra que nuestra Queen B rompe internet es que una de las diseñadoras, Marie Serre, que contribuyó en el vestuario de este proyecto, y su marca experimentaron un aumento del 426% en las búsquedas en el ciberespacio, durante las 48 horas posteriores al estreno de álbum visual. La estética del largometraje estuvo en las manos de Zerina Akers, quien junto a la artista tenía la misión de mostrar las raíces y la influencia de las distintas culturas de su pueblo.
Lo más impresionante de esto es que Beyoncé no es la primera vez que genera que todo el mundo, y más que nada el digital, esté pendiente de sus proyectos. Podríamos decir que con su disco “Beyoncé” del 2013 comenzó a interesarse por el concepto de álbum visual, es decir, una especie de film que narra una historia a través de la sucesión de las canciones.
Pero su consagración con los álbumes visuales la tuvo con “Lemonade”, del 2016, que se estrenó por HBO. La historia de este disco es muy chimentera, ya que Queen B relata cómo fue que descubrió a su marido siéndole infiel y luego de mucho proceso lo perdona. Pero un detalle importante es que Beyoncé hizo que su esposo y su discográfica produjeran este disco y que solo estuviera disponible en su página. No fue hasta 2019 que el mundo pudo disfrutar de Lemonade en las plataformas de música más famosas, cosa que solo puede darse el lujo de hacer una artista como ella.
Por último, para que no quepa duda de que esta artista es de las más importantes e influyentes, recordemos que el año pasado estrenó en Netflix un documental. En él retrata la preparación y los dos shows de Coachella, uno de los festivales más importantes de Estados Unidos. Beyoncé se convirtió en 2018 en la primera mujer negra en ser la artista principal en este festival.
Por eso Beyoncé Giselle Knowles-Carter es de las mujeres más talentosas y comprometidas con su arte. Le habla a través de este a miles que la escuchan. Por eso es tan importante que una artista como ella hable y se comprometa, con la responsabilidad que Queen B nos demuestra.