Lanzado su nuevo single “Panorama”, hablamos con El Abuelo de Militantes del Clímax: el poder de las palabras, la situación actual y la interpretación del humor social como ejes de esta nota sin tapujos.
Un baldazo de agua fría…
Con videoclip incluido, la banda insignia del hip hop en Argentina estrenó “Panorama”, su nueva canción en medio de un contexto caótico donde ellos aportan un poco de claridad. Fiel a su estilo y en un momento más que oportuno, Militantes se pronuncia sobre los acontecimientos que atraviesan a la sociedad, en una especie de termómetro justamente del humor social argentino. En el clip se puede ver a Benjamín “El Abuelo” Gutiérrez tendido en el piso por una herida que supone mortal; desde el suelo es que comienza sus 2:29 minutos a puro flow y denuncia. Charlamos con Benjamin y esto nos decía:
Panorama, ¿es una pista de un nuevo disco de Militantes del Clímax?
Estamos pensando más en sacar singles; tenemos pensado sacar algo más antes de que termine el año. Quizás sí un EP, pero no un disco. Panorama es lo que podíamos hacer en este periodo de aislamiento; tratamos de hacer este tema con los recursos que tenemos.
¿No hay palabras mágicas, ni amor ni skere?
No hay una solución mágica o una postura que se pueda tomar para arreglar ciertas cosas, se necesita más que una pose o una actitud frente a las cosas y se necesita de la acción para cambiar la realidad. Las palabras se vuelven comodines para no decir mucho, se las banaliza.
Militantes no tendrá el lugar que sí tienen otros artistas del hip hop, a los cuales parece que los millones de seguidores nublan la perspectiva. Si a veces ponemos en duda o criticamos a ciertos artistas del mainstream por carecer de un mensaje en su obra, acá tenemos todo lo contrario. Quizás sea una de las cualidades más nobles de esta banda: el desparpajo, la vehemencia y la lucidez que tienen los Clímax a la hora de observar el contexto y sobre la escena local hablamos:
¿Cómo ven a los artistas que surgieron en estos últimos años?
Es muy interesante todo lo que está pasando en la escena local. Vemos mucha renovación, mucha gente joven con talento, haciendo cosas piola, tomando la posta que quedaba libre.
¿Te sorprende el boom del trap acá?
En realidad no me sorprende, porque fue un fenómeno a nivel global. Se viró el sonido del hip hop a ese sonido trap que luego todos volvieron a reinterpretar. Las cosas que suenan acá son bastante interesantes, al estilo de los artistas argentinos.
El contexto es de incertidumbre total. La industria completamente parada dejó a mucha gente a pata y son no solo músicos, sino plomos, utileros, maquilladores y la lista es interminable. Nos metemos en la vida de la banda, las asociaciones u organizaciones que hay para cuidar los intereses de los músicos (¿existen?) y, por supuesto, lo que vislumbra la banda para el futuro.
¿Cómo vivieron el contexto como banda?
Al principio había mucha incertidumbre, como todos, hace muchos años que nos juntamos en grupo. Tocamos mucho en vivo, es nuestra fuente de trabajo, pero somos muchos y cada uno lo transita a su manera. Tratamos de responder con este tema y con otros que estamos produciendo para seguir trabajando y tener algo para ofrecer.
¿Piensan que los músicos deberían unirse en pos de mejores condiciones laborales?
Hay un grupo de músicos organizados que está comunicando bastante; es cierto que nunca hubo demasiada unión y que las instituciones que tenemos para representarnos no cumplen tanto ese rol. Hay muchos barcos a la deriva. Siempre se asume que el artista hace todo por amor al arte y termina sufriendo mucho. Hay muchas escalas de artistas y a veces sólo se ven las capas de arriba.
¿Cómo ven su panorama?
Seguimos activos y estamos pensando en más material.