La artista peruana, radicada en Argentina hace cuatro años, habló sobre su nuevo disco “Hipófisis”. Analizó la importancia de la música en el contexto de pandemia y repasó su experiencia de grabar con Lula Bertoldi.
Con su flamante álbum Hipófisis recién salido del horno, Adalí Montero encara un 2021 con expectativas altas. Pese a las complicaciones generadas por el aislamiento social, logró finalizar este nuevo material de estudio lanzado el pasado 9 de abril. “Nunca me voy a olvidar de este disco”, afirmó con seguridad al ser consultada por la experiencia. Hipófisis no se presenta como un recorrido conceptual, todo lo contrario. Es camaleónico, diverso, oscuro. En palabras de la propia cantante: World Music en todo su esplendor.
Al aire de Radio Gráfica comentó cual es la esencia de este último trabajo realizado. “Se van a encontrar una cantante con su lugar más íntimo, más personal. Seguro lo que venga después sea más abierto, pero acá fue Adalí en lo más íntimo”. Para ella no fue un disco más, realmente se trató de una suerte de volver a nacer. “Todo lo que hay ahí es lo más auténtico que he hecho en mi vida. Me emociona mucho. Son letras de cosas que creí que jamás iba a decir, cosas muy mías que digo acá”.
Sobre el nombre del mismo, Adalí lo enlazó con su personal vivencia del período de confinamiento durante el 2020. “Dado que es la glándula que causa el equilibrio en el cuerpo, yo lo llame así porque para mí fue un desequilibrio. Este disco viene a ser Adalí con la hipófisis completamente alterada. Tiene rock, jazz, candombe, reggae, música peruana, todo con una línea bastante conectada. Es un material más de world music, no me gustaría ponerlo en un género particular”.
La artista analizó cómo la música cobró otra importancia para público y músicos. “Ha sido una revalorización para el mismo público en general. Se dio cuenta que éramos una necesidad. Aunque no lo vieran así antes, la música empezó a escucharse como una gran compañera en estos días de soledades. Para nosotros los artistas también”.
Y no dejó de lado su propia experiencia, que entre otras cosas la llevó a componer “¿Cuánto Más?”, donde participa Lula Bertoldi, vocalista y guitarrista de Eruca Sativa. “En mi caso particular fue una calma para mis momentos de ansiedad, pánico o miedo. Estar fuera de tu país no es nada fácil en una situación que te dicen constantemente que podés perder a tu familia. No estar con ellos fue muy fuerte. La música se convirtió en nuestra catarsis positiva”.
Ahondando en el tema mencionado anteriormente, Adalí explicó: “El tema más fuerte sobre esta situación es ´¿Cuánto Más?´. Sentía que le faltaba compañía, yo la había hecho sola en mi habitación un día que mi novio estaba en el hospital en plena pandemia. Esta canción era una explosión muy personal, muy íntima. Pero quería compartirla con alguien, quería cantarla con alguien que haga que crezca el doble”.
¿Cuánto Más?, junto a Lula Bertoldi
Cuando habló de esta canción, Montero aclaró que ella era una gran seguidora de la carrera de Bertoldi en Eruca Sativa, por lo que tenía grandes deseos de hacer algo junto a ella. “Le envié la canción, me respondió encantada. Para mí fue increíble ese momento, me puso muy contenta y me dio a entender que estaba haciendo bien las cosas. Ella le puso a la canción ese toque que le faltaba”.
A su vivencia como seguidora, Adalí le agregó el aprendizaje que generó su trabajo junto a Bertoldi. “Hay personas en este medio musical que uno admira y respeta, ella demostró una humildad brutal, una sencillez que la verdad se ve muy poco. Ella tuvo la mejor predisposición. En todo momento recibió todas las propuestas de cambios en arreglos y tonos. Más allá de la canción, fue un regalo para mí poder compartir esto con Lula”.
Su relación con la música
Docente, cantante, tuvo su tramo en la televisión, pero la búsqueda se volvió por momentos errática para Montero. “Después del primer disco estuve trabajando como profesora de canto, pero sentía que me alejaba de la artista. Decidí parar y empezar a conocerme a mí misma. Es uno de los problemas que más tenemos los artistas, tenemos que conocernos. Creo que esta situación de tomarme en serio la música apareció cuando empecé a viajar”.
Sus viajes la llevaron a reencontrarse con algunas influencias que habían moldeado su personalidad artística, destacándose Nueva York, Bolivia, el interior de su Perú natal y obviamente Argentina, donde vive hace casi cuatro años. “La única manera de conectarme con la música que me gusta es ir al lugar, conocer esa cultura. Cuando me gustó el blues elegí ir a Nueva York, compartir con quien sabe. Esas experiencias me hicieron plasmar algo muy personal. Acá me conecté mucho más, me sentí cómoda para asumir una nueva producción musical”.
La Música Argentina
Haciendo hincapié en la esencia musical de nuestro país, Adalí hizo una salvedad en comparación con todas las otras latitudes visitadas. “Siento que vayas a donde vayas, la cultura musical en Argentina es un obligado de todos. Argentina tiene algo único, no hay dos Spinetta, dos Pappo. Esa particularidad a mí me llena mucho, eso me hizo quedarme. Aprendí mucho, más que en otros lugares”.
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