De eso se trata realmente The Last of Us.
La historia creada por Naughty Dog para Playstation, y que fue adaptada por HBO para que el mundo pueda disfrutarla, es un viaje circular a lo más profundo del lado oscuro del corazón, donde lo más terrible no es pelear con infectados de una cepa de hongos sino contra otros sobrevivientes. Cambalache siglo 21.
Humanidad, esa palabra extraña que nos enseñaron en la escuela
Lo premonitorio y real del comienzo de los primeros episodios, donde hay especialistas dando su opinión respecto a posibles desastres sanitarios, le puso la piel de gallina a más de uno. Son postales de algo que ya vivimos, war-flashbacks de momentos de encierro, distanciamiento y, también, muestra de lo avaros y egoístas que podemos ser.
Ya en el tercer episodio, cuando conocemos la historia de Bill y luego la de Frank, se deslizan casi todas las cuestiones filosóficas de la historia que con un contexto radical hace un contrapunto: también puede haber amor, y quizás una de las historias más lindas que se han visto en años. Le alcanzó a Craig Mazin con 50 minutos para dejar pedaleando en el aire a temporadas y temporadas de otras series sin su poder de síntesis ni su profundidad.
El fin está cerca del principio: el concepto de humanidad lejos está de ser una mera significación de la especie de pulgares oponibles, tiene que ver con un sentido de pertenencia mancomunado, de solidaridad y empatía, pero no me voy a pasar de sudestada, el punto en esta historia es más claro, siempre será la humanidad o “nosotros”.
¡Resiste y sobrevive!
Más cerca de “La Carretera”, novela de Cormac McCarthy adaptada al cine por Viggo Mortensen en 2009, que de The Walking Dead (cuyo título con el paso de los años resulta cada vez más ambiguo ¿quién es la muerte que camina? ¿ellos o nosotros?). Resulta en la historia de un “protector” y un “protegido” que caminan un mundo arrasado con distintas percepciones del mismo, donde la nostalgia y la acción se reparten el metraje de los capítulos.
Habrá personajes que tendrán unos segundos, que irán y vendrán, que tendrán sus propósitos, su relato y su profundidad, pero que dejarán una huella de todas formas.
También habrá, por supuesto, lugar para rencor, venganza y odio
Vamos a matar algunos chasqueadores
El sentido de preservarse y el miedo nos pueden mantener vivos durante algún tiempo; el costo será el ostracismo o ser un ermitaño. En tal caso, el verdadero sentido de supervivencia está en el riesgo, por eso Joel abandona la zona donde hace trabajos como limpiar cloacas o quemar cuerpos infectados, razón por la que verdaderamente se embarca en esta aventura.
Pedro Pascal, un daddy certificado y con honores, y Bella Ramsey, una joven aprendiz de jedi, encarnan este viaje que tendrá drama y violencia por igual, con una máxima al estilo Rick and Morty: nadie existe a propósito, nadie pertenece a ninguna parte, todo vamos a morir, vamos a matar algunos chasqueadores.
La pregunta al final de la serie será otra: ¿hasta que punto vamos a proteger lo que más queremos?
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