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Foto del escritorFidel Fourcade

Caleidoscopio: nadie pertenece a ningún lugar, todos vamos a morir, vení a mirar Tv

La nueva apuesta de Netflix que ensaya un crossover dudoso entre “Ocean's Eleven” y “Los Infiltrados” confirma una de las máximas de la vida: que seas único no significa que sirvas para algo.



Ocho capítulos divididos en colores, que varían su orden según cada usuario, propone algo así como 40.000 posibilidades distintas, pero todas con el mismo resultado final: una serie que toma muchas decisiones difíciles de explicar, que abusa del elíxir y que da la sensación que todo ha sido en vano.


Caleidoscopio es dueño de un elenco estelar con Giancarlo Espósito (Gus Fring en Breaking Bad), Paz Vega, Rufus Sewell, Jai Courtney, Tati Gabrielle, Niousha Noor y Peter Mark Kendall, entre varios otros. La nueva apuesta de Netflix para este 2023 ha generado ruido en las redes sociales y cosechado críticas mixtas de los “entendidos” y los “desentendidos” de la pantalla chica.


Cuenta la historia de Leo Pap, un estafador de poca monta, que cae preso por una jugada que sale mal y que le cuesta la vida de su mujer y perder a su hija. En esta historia de robos a cajas fuertes y venganza, Leo reúne un grupo de ladrones y como es costumbre en el mundo de la ficción, la crew tiene diferencias que crecen a lo largo de la historia. Habrá, como es de esperarse, traiciones con algunas vueltas bastante predecibles y otras no tanto. Hasta aquí la trama.




El resultado final del “desorden” de los episodios en general es bastante malo y, como el patriarcado, se va cayendo: la historia se reparte en 24 años, donde el personaje principal está preso, se escapa, planea el robo y escapa hasta que se reparte el botín. Una de las críticas centrales que se le puede hacer a esta historia es que el vaivén temporal genera incongruencias y lo vuelve lento y aburrido. Aparte de que genera confusión: ¿qué pasó con los bonos? ¿quien los cagó? ¿y la moto? ¿y Candela?


Podría extenderme respecto a todas las incoherencias que propone la historia, como que el orden de los episodios atenta contra el entretenimiento bien entendido o que el final se hace plantear la pregunta de si toda la historia tiene algún tipo de sentido, que aplica una máxima de Rick and Morty: “Nadie existe a propósito, nadie pertenece a ningún lugar, todos vamos a morir, ven a ver televisión”.


Nihilismo Champagne.




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