La sorpresiva serie del muñeco colorado con cara de buen pibe que terminó por transformarse en el peor muñeco de todos: Chucky. Volvió y no en forma de fichas. ADVERTENCIA: ¡Contiene spoilers!
La serie de Chucky se había anunciado un año después del estreno de El Culto de Chucky, la última película de la saga creada por Don Mancini allá por el 88.
Si hacemos un repaso del nacimiento de esta saga, Mancini se inspira en una película de cortos de terror llamada: Trilogía del Terror, que data de 1975. Una de sus películas favoritas y de un episodio de la última temporada de la gran serie de misterio, de lo oculto y terror: La Dimensión Desconocida - Living Doll.
El capítulo cuenta la frustración de un padre que lucha con la muñeca de su hijastra que cobra vida y a veces te tira hermosas frases como: "Te odio" o "Voy a matarte". Don Mancini se inspira casi por completo en esto para la creación de su muñeco maldito.
Cualquier parecido del padrastro de esa niña con Andy Barclay, un pibe adoptado que lucha contra un muñeco maldito que le dice que va a hacerlo percha... es pura coincidencia.
El éxito y la popularidad de Chucky creció ni bien se estrenó la primera entrega de esta saga bajo el título de Child's Play (El Muñeco Maldito) y "murió" cuando salió la tercera parte en 1991, la cual fue un fracaso de taquilla y de críticas en general.
Para colmo, Alex Vincent en la 3ra entrega no actúa y eso también también trajo más frustración de los fans y/o seguidores del muñeco "buen pibe" (Good Guy).
Siete años pasarían para que Chucky vuelva a la pantalla gigante, pero esta vez acompañado de una muñeca tan maldita como él, quizás la mejor personaje creada para la saga: Tifanny, interpretada por Jennifer Tilly en la 4ta entrega llamada La Novia de Chucky.
Chucky había vuelto más gracioso y obviamente más violento que nunca bajo la dirección de Ronny Yu, un director que en su momento fue muy popular por su estilo de Gore zarpado.
Y volvería a tener una recaída al estrenarse en 2005 El Hijo de Chucky. Podría decirse que Don Mancini se arriesga a tocar un tema que en su momento no se debatía en la mesa: hablar de la identidad de genero. Recordemos que el hijo de Chucky en la película tiene unos conflictos de género que luego se resuelve... ¿Quizás? Experimental como rara y con dosis de humor y violencia la quinta entrega que agrandaba la familia de asesinos.
Luego aparecerían las dos últimas películas que casi pasaron inadvertidas, La Maldición de y El Culto a Chucky.
En ambas entregas se suma un nuevo personaje, Nica, una mujer discapacitada que se va a enfrentarse a Charles Lee Ray.
Pará, pará, pará, ¿vos me estás diciendo que ese es el verdadero nombre de "Chucky"? Efectivamente, y seguro tenés la siguiente pregunta: ¿quién carajos es Charles Lee Ray?
Pues es el asesino que escapa de la policía en la primera entrega de esta saga y, cayendo herido en una juguetería, no tiene mejor idea que pasar su alma a la de un muñeco a través de un rito vudú.
La cagada es que Charles tiene que actuar rápido; pasar su alma a un cuerpo real (en este caso en el cuerpo de Andy, su víctima) sino la consecuencia será que vivirá en el cuerpo de un muñeco toda su vida y si lo lastiman.... se desangra, porque el ritual tiene su tiempo límite de estadía en donde su alma esté ocupando lugar.
Por esa razón es que su frustración de poseer el cuerpo de Andy (y no el de una persona adulta porque juventud divino tesoro e inocencia) siempre le sale el tiro por la culata.
Bad luck, Charlie.
Ahora bien, volvamos a la serie estrenada bajo los sellos de USA/Syfy, con su creador original, que nunca se fue y jamás dejó de escribir para expandir el universo del muñeco favorito de muchos y muchas.
En esta nueva entrega los eventos continúan luego de El Culto..., la septimama entrega dónde Charles Lee Ray AKA Chucky, posee el cuerpo de Nica y escapa de un hospital psiquiátrico junto con su novia, Tiffany.
Elipsis temporal. Estamos en la ciudad de Hackensack donde conoceremos a Jake, un adolescente gay, solitario y deprimido que tiene sus conflictos en casa al tener un padre que no lo acepta como es y tampoco su "arte" (hace unas extrañas esculturas con objetos: partes de muñecos, madera, hierros, lo que pinte).
Un guiño autorreferencial del creador, ya que es uno de los pocos realizadores abiertamente gay y que tienen experiencia de sobra en el género slasher/terror como Kevin Williamson o el propio Clive Baker.
Un día, Jake compra un viejo muñeco Good Guy en una venta de garaje a un precio regalado y luego, cuando Jake vuelve a casa para mutilar y destrozar al muñeco, éste revela su identidad como Chucky.
El infierno para Jake apenas comienza: Chucky trata de lavarle el cerebro y no logra convencer al pibe para que mate a su borracho y agresivo padre. En su defecto, Chucky mata al viejo, Jake queda huérfano y es adoptado por el hermano de su padre. Un hombre de familia bien, perfecta.
Y la cosa no para ahí porque Chucky está dispuesto a matar a todo conocido y familiar de Jake y otros pares de personas también que se le crucen por el camino. Porque sí. Porque puede. Y porque queremos ver a Chucky hacer de las suyas.
Los otros personajes que acompañarán a Jake son Lexy, una piba rubia que lo tiene todo pero que casi es asesinada por el muñeco maldito porque la piba lo acosaba a Jake sin límites.
Luego se hacen amiguis cuando se sacan algunos trapitos al sol entre ellos y se une para matar al colorado de plástico.
Y Devon, un pibe afro estadounidense que vive con su madre policía que investiga estas muertes que van surgiendo en la ciudad y que todo apunta a Jake como el culpable de todo.
Devon tiene un podcast que habla de asesinos seriales del pasado (esto gracias a las influencias de su madre como servidora pública de la ley y además de su fanatismo por las películas de terror) y conocerá a Jake, quien es su interés romántico.
Aahh, el amor adolescente de la escuela.
Y finalmente tenemos a Junior. Este pibe ve a Jake como la oveja negra, adoptado por la familia perfecta. Para Junior, Jake es la yeta en persona, ya que todo a su alrededor se va desmoronando y lentamente va cayendo en las redes de Chucky.
El trío, Lexy, Jake y Devon se van a enfrentar no solo a uno, sino a varios muñecos poseídos con el alma de Charles Lee (esto de los "multichuckys" ya se veía en la última entrega de la saga, El Culto a Chucky).
Mientras tanto... a lo largo de la temporada tenemos una historia paralela de cómo Tiffany y Chucky se conocen en su juventud, antes de los sucesos de la primera entrega de El Muñeco Maldito de 1988.
Y tenemos el presente, donde aparecerá Tiffany interpretada una vez más por Jennifer Tilly disfrutando del nuevo cuerpo femenino que utiliza Charles: el cuerpo de Nica. El conflicto acá es que Nica y Charles luchan (apenas pasa) por dominar el mismo cuerpo. A su vez también hay una extraña tensión sexual de Tiffany hacia la secuestrada Nica.
Con este paralelismo de pasado y presente veremos cómo Chucky se enamora de Tiffany, cómo disfrutan de asesinar juntos y finalmente cómo la relación se va desgastando con el pasar del tiempo. Estos conflictos en la actualidad no están del todo solucionados y Tiffany, harta de que Chucky la use solo para sus caprichos de asesino, le revela algo que quizás no tenga vuelta atrás.
Hay que comentar algo positivo de las historias del pasado. Charles Lee Ray en su versión hombre, antes de ser muñeco, es interpretado por la hija de Brad Durif: Fiona Durif.
Con maquillajes y prótesis, transformaron el rostro de la actriz a la del actor padre en la década de los ochenta. Además tuvo que imitar casi a la perfección los gestos, la postura y movimientos de su padre.
Todo un laburo complejo y bien logrado que pudo haber quedado mal, pudo haber sido una situación de parodia y la verdad que eso no sucede. Punto para Fiona por su gran trabajo.
Volviendo a la rareza de Chucky, nos daremos cuenta de que junto con Tifanny, planearon juntar todos los muñecos posibles que hay en el país y armar un ejército de muñecos asesinos.
La alcaldesa, quién es madre de Lexy, trata de ocultar todo estos desastres para no perder a sus votantes y amiguis poderosos y así ser reelegida como alcaldesa una vez más.
Para empeorar más la situación, organiza una proyección de la película clásica de Monstruos de la Universal: Frankenstein de 1931 a modo de beneficencia con la ayuda de la actriz Jennifer Tilly (quien en realidad es Tifanny en el cuerpo de la actriz) que dona los 72 muñecos para que sean repartidos por diferentes hospitales de niños, donde claramente se hará una masacre a nivel nacional.
Este plan se frustra cuando participan dos personajes reconocidos de la saga en esta temporada, en especial de las dos primeras entregas: Andy Barclay y Kyle Simpson.
Kyle, si no la recuerdan, aparece en la secuela como la hermanastra mayor de Andy y ayuda a enfrentarse a Chucky.
Este personaje no volvió a aparecer hasta la séptima y última entrega de la saga, después de los créditos.
Ambos personajes recorren la ciudad en busca de estos muñecos que fueron comprados por los padres para regalárselos a sus hijos e hijas. Algo así como a lo Vicent Vega y Jules Winnfield de Pulp Fiction.
Conoceremos un poco más de la vida de Andy en esta nueva etapa como cazador. Sabremos que sufre un estrés postraumático por las consecuencias de los constantes ataques que le provocó Chucky en su niñez.
Algo llamativo es que cuando Andy enumera o detalla algunas cosas de su pasado, las referencias son únicamente de las dos primeras entregas de la película en las que participó el actor cuando era pibe.
La tercera parte se omite por dos razones: una es por algo que había comentado más arriba del informe, el actor quien interpretaba originalmente a Andy en esa película no trabaja y ocupa su lugar otro actor. Y en segundo lugar, para Don Mancini no fue su mejor momento creativo cuando escribió el guión, ya que estaba un poco presionado por el estudio para que se realizará una entrega más del muñeco maldito.
Para ir resumiendo, la temporada es bastante dinámica, divertida y algo delirante de a ratos. Los crímenes son creativos y violentos, como deben ser. Deja algunas incógnitas abiertas que el propio Chucky, al final del último capítulo y rompiendo la cuarta pared, hace las típicas preguntas que hacen todo los y las youtubers que se especializan en analizar películas y series, además de hacer un conteo de las muertes que realizó en la serie y cómo.
Un cierre algo predecible, pero como dije antes, divertido, entretenido, que deja las puertas abiertas para una aprobada segunda temporada que se anunció antes de que terminara está primera temporada.
Para ir cerrando este informe, crítica y repaso de la saga... la serie Chucky está hecha para fanáticos nostálgicos que quieren más de este universo único y a su vez está abierta para las nuevas generaciones que desconocen sobre la saga, sumando nuevos personajes adolescentes que deberán enfrentar a un viejo y casi desconocido, aunque no olvidado, enemigo.
Quizás algo negativo es sobre el pasado de Chucky y Tiffanny, que se podía reducir mucho más dentro de la historia y la rapidez en que Junior es convencido para asesinar es tan instantánea que obtuvo poco desarrollo y poca profundidad, solo tendremos en cuenta que está molesto porque piensa que Jake es la mala suerte en persona. Mmm...!!
¿Vale la pena ver la serie? Sí, lo vale si buscás algo divertido, entretenido y violento que no requiera de mucho esfuerzo para pensar sino disfrutar del regreso de un muñeco que en toda la década de los noventa ha provocado alguna que otra incomodidad, miedo y odio hacia los y las muñecas con cara tiernita pero que en el fondo... ocultan algo.
Pueden disfrutar de la serie Chucky en Star+ que ya tiene la temporada completa en su plataforma.
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