Del virtuosismo y el reconocimiento mundial a pifiarla fulero sin escalas. Eric Clapton volvió a meterse en el foco de la discusión antivacuna en el programa The Real Music Observer y sorprendió con sus declaraciones.
Ser personaje público tiene sus ventajas, pero también sus responsabilidades. Esto lo sabe, o debería saberlo, cualquier artista que haya al menos palpado un poquito de fama y reconocimiento por su trabajo. Pero desde que se creó Twitter que a todos nos gusta hablar de más y sin fundamentos y los artistas no están exentos de ello; ni siquiera las leyendas musicales como Eric Clapton.
Eric es uno de los pocos artistas musicales que se posicionó como férreo defensor de la movida antivacunas. Desde que iniciaron las restricciones en Reino Unido, el guitarrista de Cream se manifestó en contra, expresando su descontento en las redes y hasta financiando a grupos antivacunas.
En una entrevista que brindó para el canal de Youtube The Real Music Observer, el pasado 21 de enero, Clapton realizó una polémica afirmación acerca de la vacunación, señalando que la sociedad aceptó o necesitó vacunarse contra el covid19 debido a “los mensajes subliminales ocultos en las publicidades vacunatorias”.
Al parecer, sus declaraciones se sustentan en la “teoría” de la “psicosis de formación de masas”, un argumento que intentó explicar el éxito del régimen Nazi y que, en este caso, sostiene que las personas fueron hipnotizadas para creer que las vacunas funcionan.
Claptón declaró: “Comencé a darme cuenta de que realmente había un mensaje intimidatorio y un tipo, Mattias Desmet, profesor de psicología clínica en la Universidad de Ghent en Bélgica, habló al respecto".
Este argumento se viralizó entre el movimiento antivacuna debido al podcast del comediante Joe Rogan (EE.UU). El 31 de diciembre, el podcast de Spotify, The Joe Rogan Experience, que llegó a 11 millones de personas por episodio, presentó una entrevista con el Dr. Robert Malone, un ex investigador de vacunas que se convirtió en un escéptico sobre ellas y afirmó que las personas buscaban vacunas debido a la “psicosis de formación masiva”.
Esta psicosis es el intento de hipnotizar a grupos de personas para que sigan determinados mensajes en contra de su voluntad. Esa teoría fue ampliamente desacreditada por los científicos, pero no por gran parte de la población mundial.
Esta no es la primera declaración de Eric en contra de la vacunación. El guitarrista de 76 años afirmó que sufrió efectos secundarios “desastrosos” luego de aplicarse la primera dosis de la vacuna AstraZeneca, y dijo que sus manos y pies estaban “congelados, entumecidos o en ardor, y prácticamente inutilizables” temiendo que “nunca tocaría la guitarra de nuevo”.
En julio pasado se proclamó en contra del pase sanitario en Reino Unido, luego del anuncio del Premier Británico, Boris Johnson, vociferando que no iba a presentarse en “ningún escenario donde haya una audiencia discriminada”. Y agregó: “A menos que haya una disposición para que todas las personas puedan asistir, me reservaré el derecho de cancelar los espectáculos".
Eric no se detuvo y hace tan solo 2 meses se dio a conocer que financió a un movimiento de músicos antivacunas llamado Jam For Freedom. El grupo realizó shows clandestinos durante el aislamiento en el Reino Unido y actualmente creció exponencialmente, ya que se encuentra realizando festivales gratuitos por Europa.
Musicalmente fue de los pocos artistas que se animaron a componer una canción negacionista que fuera en detrimento del aislamiento y la vacunación contra el covid-19.
This Has Gotta Stop, el single que Clapton lanzó a fines de agosto del 2021, refleja fielmente su esencia blusera, mixeada con una lírica conspiranoica. En el video podemos observar una serie de imágenes que hacen referencia a un estado de hipnosis de la sociedad y líderes mundiales tomando decisiones al mejor estilo Big Brother. Si bien la canción no menciona ni a la pandemia, ni al virus, las imágenes y la lírica se relacionan directamente con sus declaraciones.
Además, también colaboró en un sencillo anticonfinamiento, “Stand and Deliver”, con Van Morrison (otro antivacunas) con grandes críticas al confinamiento y la "falta de libertad".
Clapton demuestra que no importa cuánto quieras a tus ídolos, ellos siempre, en algún momento, la van a pifiar. Son humanos erráticos, no dioses. Aunque las paredes de Londres en los 60 hayan sido inundadas con la leyenda “Clapton is God”, el paso del tiempo a algunos les juega una mala pasada.
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