Mientras en China emerge otro virus que amenaza con acabar con esta herida absurda llamada existencia, nosotros te contamos por qué este es el disco mejor logrado del trapero insignia de Argentina.
Luego de un paso en falso con “Súper Sangre Joven”, que más que un disco terminó siendo un compendio de canciones, llega “Desde el Fin del Mundo” que logra, ahora sí, redondear un trabajo conceptual. Casi 58 minutos y 18 canciones, un disparate total en tiempos de historias de Instagram.
“Todos diciendo que bien me va, pero ninguno pregunta cómo estoy”
Como si este disco fuera un embudo, un desnivel hacia donde baja el agua, bajan influencias y estilos: rock, reggaeton y hip hop hacen de esta incursión de Duki mucho más entretenido y leve hasta para quienes no somos propios del trap. Abre con “Sudor y Trabajo” y cierra con “Muero de Fiesta Este Finde”. Fiel a su estilo, se enreda en su propia paradoja.
Suma a “Desde el Fin del Mundo” no solo las estéticas que nos acostumbra sino también guitarras, que están más presentes en este trabajo. “Muriéndome” y “Muero de Fiesta es Finde” tienen una eléctrica que se asienta perfectamente de comienzo a fin. Termina de ser la prueba que este joven músico se ha profesionalizado y aprendido de los errores de su pasado inmediato.
Repleto de feats de la región y drills sobre sintetizadores saturados en graves, Duki entierra su versión 2019 o, mejor dicho, estrena su mejor versión, la 2021. Un gran espacio para la experimentación resulta de “Malbec” en la colaboración más hypeada junto a Bizarrap. Una obra estética sonora bien definida y desarrollada en su casi hora de extensión.
Sumado a la presencia de baterías y guitarras eléctricas, el autotune predomina como la herramienta fundante ¿del género? que se combina con un nervio rockero con total impunidad. Algunos de los puntos salientes de este disco tienen que ver con esta ensalada que se arma como por ejemplo “Sol”, con Lara91k o algo más cercano al power-pop con Khea en “Muriéndome”.
En resumidas cuentas este trabajo de Duki resulta de lo esperado y mucho más para su público, con mucho trabajo y vueltas ingeniosas. También logra sonar como un “disco caro” con capas y capas donde a cada vuelta le podemos encontrar detalles y campanitas. Sus barras suenan más maduras y si bien no abandona la temática trapper de ostentación, se puede ver un poco más a través de ella y conocer al artista.
Todo lo esperado para quien le guste el Duki, pero todavía de difícil digestión para quienes aún hoy se resisten a los géneros urbanos. Es un disco muy bueno.
La edición de este trabajo quedó en manos de sus congéneres: Yesan, Asan, Marlku, Club Hats, Orodembow, Zecca, Percii, Evar, Bizarrap, Hide Miyabi, Smash David y RultsTMB. Herramientas y argumentos sobran para escuchar “Desde el Fin del Mundo”.
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