Muertes por sobredosis, cambios en su formación y mucho pero mucho funk en una vuelta directa a las fuentes. El cuarto disco de los Chilli Peppers les abrió las puertas del mundo y cambió su historia para siempre.
Corría el año 1989 cuando Mother's Milk hacía su debut en lo que sería su primer gran éxito. Álbum que llegó con bastante historia de fondo ya que un año antes su guitarrista y fundador, Hillel Slovak, había muerto de una sobredosis de heroína y su baterista, Jack Irons, se había ido a Pearl Jam. Necesitando refundar su base, el grupo abre una serie de convocatorias que darían con dos nombres fundamentales: Smith y Frusciante.
Smith como baterista aportó más solidez, pero con un toque funk, lo que resultó en pura ganancia para el sonido de la banda. Hablar de John Frusciante parece ser indisociable de la estética de los Red Hot: mezclas de ritmos y estilos, solos explosivos con matices y complejidades dignas de Jimmy Hendrix. Todo ganancia para terminar de definir el sonido de la banda para las siguientes décadas
Bueno para usted, es puro, saludable y proviene directamente de la fuente.
Mother's Milk es el primer éxito comercial de la banda. Disco platino con más de 2 millones de copias vendidas y una formación nueva. Ganadísimos los Red Hot. Una mezcla de rap y funk que en este cuarto trabajo agregó un toque del rock más convencional de esa década. Este nuevo enfoque queda plasmado en “Good Times Boys” y “Knock Me Down”.
La banda no tuvo ningún tipo de problema en hacer referencias a las drogas y el sexo en sus canciones (teniendo en cuenta los fatídicos hechos recientes) y que nada tenía que envidiarle a grandes bandas como los Guns N' Roses. De hecho marcaría un antecedente en videoclips futuros como los de la banda de Slash y compañía.
La historia lo ubica en el top 3 de los discos de los RHCP junto a “Blood Sugar Sex Magik” y “Californication”, y fue tal el suceso que fue reeditado en el año 2003. El resto, es historia.
¡Queremos a los Chilli Peppers, queremos a los Chilli Peppers!
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