El bajista contó todo sobre esta nueva etapa de la histórica banda de heavy argentina y respaldó a las bandas nacionales de cara a su show como soporte de Angra.
Con dos últimos trabajos discográficos con una formación fresca que cumple con el legado que posicionó al grupo en lo alto de la escena heavy/power de Argentina. Legado que muchas veces es difícil superar. Con un sonido por supuesto distinto al homónimo y primigenio Azeroth (2000), el cual desató un fuerte interés en el público y las discográficas; podemos asegurar que es un grupo que sigue produciendo y tocando lo mejor de lo que tenemos en esta latitud, que suele ser sanguinaria en sus críticas.
Seguido de este impulso, y en un panorama argento que no era el mejor escenario para el desarrollo del grupo, Fernando Ricciardulli, bajista y líder de la banda contó en RCI sobre su audaz travesía en el viejo continente, la cual se vio trunca por discusiones internas del grupo. “Había hecho un movimiento en mi vida para que todos vayamos allá y me quedé con mi sueño a cuestas y no pudiendo concretar lo que íbamos a hacer”.
El retorno de Fernando a la Argentina en el 2016 “fue con el afán de volver a tocar en vivo. Porque a pesar de que la banda estuvo parada casi 13 años, hubo un pequeño movimiento discográfico, pero sabemos que la posta de las bandas de metal es en vivo… Ahí fue que comenzó otra historia”. La nueva etapa de Azeroth, entonces, dejaba entrever el buen karma luego de un difícil impasse en un gran momento de la banda. Como miembro originario de del grupo, incorporar este novedoso y prometedor line-up a una formación por la que pasaron grandes nombres como Diego Valdez, Adrián Barilari y Christian Bertonccelli se trató, según el bajista, de una búsqueda de músicos con capacidad técnica y sobre todo, calidad de persona.
“En su momento el problema fue de índole personal. No quería tener que estar acarreando con gente, no quería repetir patrones”. Compartió que era importante conseguir un atleta que dominara las baterías con las que venía arrasando Azeroth, tenía que encontrar primero a un baterista idóneo para seguir buscando músicos. Rápida y felizmente se topó con quien sabemos es un gran ejecutor de los tachos, Daniel Esquivel.
Sobre el actual cantante y guitarrista Ignacio Rodríguez, comentó: “Fue toda una revelación como cantante. No lo conocía y me di cuenta de que era un talento impresionante, y aparte un tipo excelente”.
La formación nueva vuelve a apostar al hambre que nos gusta. Se conforma con el alma mater Fernando Ricciardulli en el bajo, Leonardo Micelis en las teclas y Pablo Gamarra en guitarra (quien ya había conformado Azeroth en los 2000), seguidos de los ya mencionados Ignacio Rodríguez en guitarra y voz y Daniel Esquivel en la batería.
Así fue el resurgimiento de la banda. Siempre pensada como una entidad, donde todos tienen su lugar y aporte en la composición y arreglos. “Es todo mucho más relajado, disfrutado al 100%. Y siguiendo en la creación de música, que para mí es lo más importante”.
“Estar en la misma sintonía y ser auténticos en la línea de pensamiento para poder entablar una relación importante de amistad. Porque compartimos mucho tiempo de nuestras vidas haciendo lo que nos gusta”. Así describió Fernando las nociones que la banda tiene en cuenta para trabajar en armonía y con eficacia.
Más Allá Del Caos (2018) y Senderos del Destino (2022), son las dos obras que coronan este resurgir de Azeroth. Estos discos fueron más que bien recibidos por sus fieles fans y por nuevos oyentes. Los vamos a ver el próximo sábado 4 de marzo en Groove (Av. Santa Fe 4389, Palermo) calentando las tablas en la ansiada noche de los monstruos de Angra. “Siempre estamos preparados para mostrarnos a un público nuevo. Es una buena oportunidad para mostrarse al público que no va a ver bandas nacionales por ese maldito prurito de que las bandas de acá no son buenas, que en muchos casos es verdad (…) pero hay muchas bandas de acá que estamos o tratamos de hacer bien las cosas”.
Será un merecido encuentro con el público, junto a la particularidad de tener un material hambriento de copar la escucha de todo aquel fanático del power, del heavy y la buena música. Agradecemos a Fernando por la nota y su tremendo aporte a la escena nacional.
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