La banda encuentra en esta nueva placa una alquimia perfecta de sonidos amalgamados durante toda su trayectoria. En charla con RCI repasan su composición y su presente.
El proyecto de rock progresivo argentino, que ya cuenta un lustro de recorrido, llega a su tercer material de estudio y empieza a amalgamar los aspectos que iban dándose a conocer en sus composiciones anteriores. Con tintes de world music, y la innegable presencia del rock representado a nivel internacional por bandas como Pink Floyd, Alan Parsons o Steven Wilson, entre otras, la banda se apoya sobre un trío acústico. Guitarra, contrabajo y baterías, ese es el motor de Galería de Raíces para luego desplegar un arsenal de sonidos y matices.
En charla con RCI sobre este nuevo momento, la banda aclara que su intención fue la salida del territorio convencional. “El desafío fue partir de un nuevo lugar y arreglar las cosas de una forma distinta. Durante la composición del disco varios estábamos escuchando mucha música acústica, celta y jazz. Esto, sumado a las influencias de Jeremías (es músico estable en la filarmónica del Colón), Ema (quién vive en jam sessions) y las voces de Sofi, dieron como resultado lo que pueden escuchar en el álbum”, explicaron.
Los músicos que conforman este nuevo disco son Sofía Leegstra (voces), Jeremías Prokopchuk (contrabajo), Emanuel Vivar (baterías) y Marcos Ameri (guitarras y teclados). Es totalmente opuesto a lo que la banda buscó en Contracultura (2018), su primer disco, con catorce colaboradores durante el proceso. “Tratamos de que en este tercer disco todo salga de nuestros dedos y nuestras voces, incluida la mezcla y el mastering, todo a fines de que sea el disco más personal de todos”, aclararon. “Fue un proceso de casi un año y medio en el cual aprendimos un montón y, sobretodo, disfrutamos mucho. El que escuche el disco va a notar que recaptura muchos elementos familiares de discos anteriores, ampliándolos y resignificándolos”.
En la era de las comunicaciones digitales, el paradigma de la difusión de música grabada cambia. Galería de Raíces no escapa a estos nuevos desafíos. “Es innegable que el formato digital te permite llegar a cualquier parte del mundo y solamente con mandar un link o mencionar tu proyecto cualquiera puede encontrarte. Hace poco busqué en Google el nombre de la banda y encontré una reseña en un sitio en noruego y otro en ruso. Hace veinte años atrás era muy difícil lograr llegar a alguien en la otra parte del mundo”, reflexionaron acerca de este tema. En los cinco años de vida de la banda, tuvieron que atravesar ni más ni menos que una pandemia que puso al mundo en vilo. “Este tercer disco se gestó en las peores épocas de aislamiento y soledad” rememoran. “Afuera el lema era 'quedate en tu casa', pero encontramos en la música y, más importante, en la fe en Dios, un punto de encuentro, a pesar de la distancia y el no saber qué iba a venir mañana”. Galería se refugió en su música y logró condensar ese aislamiento de forma artística. Además, el grupo pone un alto y valora las condiciones que tuvieron, pese a otros estados de opresión histórica que han sufrido diferentes grupos sociales. “De allí mismo vino la inspiración del título del disco y el arte de tapa: de la iglesia primitiva, los primeros seguidores de Jesús los cuales compartían todas las cosas en común y vivían la sencillez de lo primigenio: el amor al prójimo, por el que menos tiene y lejos de las distorsiones. Esto los llevó a ser una contracultura que fue muy resistida en su época y aún perseguida por el imperio romano. El tema "Espíritu y Fuego" resume un poco algunos de estos pensamientos”.
Para el horizonte la banda es cautelosa. Si bien anticipan que se viene un disco acústico, no van más allá de ese paso. “Galería de Raíces para mí no es una banda de rock, sino un punto de encuentro entre amigos. Un lugar que está abierto para que cualquiera pueda pasar, ver los cuadros exhibidos y escuchar alguna historia que no conocía”, comentan para quienes busquen sumarse a ese camino.
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