El bajista y cantante de Vulebard habló en Radio Gráfica sobre el primer disco del grupo, La Tinta de los Males, la esencia musical buscada y la ruptura con las reglas de la industria.
El conurbano sur es un semillero crucial en la escena emergente nacional. Con menos prensa que el agitado oeste, pero con referentes de una calidad excepcional que crecen desde el silencio. Así nace, crece y muta Vulebard. Un grupo oriundo de Quilmes, con varios años en su haber y un público forjado en la visceralidad del show.
Sonidos exóticos, una búsqueda sonora particular y reglas que rompen con el estándar de la industria moderna. Ingredientes que dan, cuanto mínimo un entre interesante. “Es una banda que se curtió mucho en el vivo”, explicó Guido Tiriduzzi, su cantante y bajista, en una charla a fondo con Radio Gráfica. Estamos ante las puertas de su primer LP, La Tinta de los Males, y nos tomamos un tiempo para conocerlos mejor.
Para contextualizar, el dueño de las cuatro cuerdas en el grupo quilmeño desandó los años previos a este primer disco. “Empezamos a hacer EPs como comienzos de los temas que laburábamos. Con el pasar de años, pudimos realizar nuestro primer disco. Lo hicimos a todo trapo. Es como un cierre de toda una etapa”. La Tinta de los Males saldrá a la luz el próximo 13 de noviembre, se trata de un material oscuro, intenso, y que invitará a adentrarse en los climas musicales durante casi una hora de recorrido. “Siempre nos manejamos por las nuestras, es una banda muy guerrillera”, sumó Tiriduzzi, manifestando cómo llegaron a este momento particular.
Su último sencillo: El Mago de los Mil Dedos Induce
Vulebard adelantó lo que será este primer disco con dos sencillos, “Qué es lo que pensás” y “El Mago de los Mil Dedos Induce”. Este último es una canción instrumental que dura ¡más de siete minutos! Algo descabellado para la industria actual (y para la más antigua también, sino preguntemos la presión que tuvo que ejercer Queen para lanzar Bohemian Rhapsody como sencillo en 1975). “Nos parecía que era un tema de muchas sensaciones y sentimientos. Desde ese lado nos pareció interesante, proponer algo más teatral. Tiene sus interludios, sus partes de improvisación”, argumentó el músico al ser consultado por la elección de este sencillo. A su vez comentó que el tema tuvo muy buenas críticas por parte de sus seguidores, y que estas elecciones forman parte de su identidad como banda.
Ahondando en el tema de la difusión, Tiriduzzi planteó que el disco va a durar cincuenta minutos, todo un número en tiempos efímeros. “La idea es un poco corromper cosas que están determinadas de una forma exacta. Como el hecho de manejarse con singles, como si fuera una fábrica industrial”. Agregó que el disco contará con improvisación, un solo de batería, cosas que no son habituales en los días que vivimos. “Está tocado en vivo, fue a cara de perro, contar cuatro y tocar. Eso se siente en el disco, que la banda está tocando ahí. Tiene ese gusto carnal”.
La propuesta en vivo
Pese a no contar con un disco de larga duración, Vulebard ha forjado una gran cantidad de seguidores, llegando a tocar en reconocidos espacios del ámbito porteño y del conurbano bonaerense. “Los shows son dinámicos, trasciende que te guste el rock progresivo o el heavy metal. Es algo genérico, vas a ver un show. En ese mismo recital podes encontrarte cosas poperas, stoner, jazz fusión, funk. Es un show con dinámica y energía, es el motor para forjarnos un nombre”, explicó el bajista sobre el andar de estos casi diez años del grupo.
En época de pandemia y digitalidad, los shows por streaming parecen ser el único camino al vivo. Con un disco a la vuelta de la esquina, Tiriduzzi analizó la posibilidad de recurrir a esta vía de presentación. “Tal vez en algún futuro se pueda hacer algo. A mí me gustaría que tenga una impronta distinta. Algo más orgánico, un parque o un living. Algo más acogedor. La idea sería poder presentar el disco con un streaming a todo plato”. A su vez destacó que no tendría la misma identidad que un show presencial en un espacio compartido, por lo que deberían enfocarse en otra búsqueda. “Tal vez tengamos que apostar a algo más introspectivo. Bajar un cambio. Tocar más tranquilos, disfrutar del relax de poder hacerlo”.
Tiriduzzi explicó que en La Tinta de los Males se verán reflejadas canciones de diferentes momentos de la banda. A pesar de la distancia temporal entre varias de las canciones que lo componen, también destacó que el material suena homogéneo. Esto lo atribuyó, en parte, al trabajo de mezcla y máster del disco. “El máster lo hizo Patricio Claypole, es un loco del audio mal. Tiene todo analógico, micrófonos de los años sesenta. Ahí pasamos todo el audio por cinta, eso tiene otro plus para nosotros. Le da un toque más vintage, tiene calidez el audio”.
Finalmente expresó cómo logran ensamblar en una identidad, las diferencias de género de sus canciones. “Los músicos entre si hacen a esa unión. Uno puede tener una banda con temas de distintos géneros, pero la impronta de la banda con arreglos y armonizaciones te permite hacer de todo. Y que eso siga sonando a la banda. Es difícil de conseguir, pero vamos hacia ese camino”.
Vulebard está ante la inminente salida de su primer LP, La Tinta de los Males. Un disco osado, rupturista con la época actual y las reglas de una industria que apuesta a lo seguro. Una banda joven, sin miedo a tomar decisiones fuera del estándar, que ha logrado el reconocimiento más importante que pueda tener un artista. El respaldo de su público.
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