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La música murió hace mínimo 20 años

Talibanes del rock “bien entendido” abstenerse. El resto, pase y lea.


Aprovechamos que ya bajó la espuma del paso de Rosalía y Dua Lipa, aunque todavía falta otra ola de hate cuando llegue Bad Bunny para hablar de fundamentalismos, clasicismo musical y, mi favorita, superioridad moral a la hora de elegir ir a recitales.


Yo crecí escuchando Spinetta, Charly Garcia y Los Abuelos de la Nada, pero, ¿qué tiene que ver todo esto? La verdad que no mucho, juzgar una música en franco ascenso con los parámetros de otra establecida y entendida como clásica ya se ha visto y se volverá a ver. Le pasó al tango con la música clásica, al rock con el jazz, al rap con el rock y al trap también con el rock, Y TE VA A PASAR A TI TAMBIÉN.



Si hay algo que detesto y propongo erradicar del periodismo y sobre todo del periodismo de “rock” (yo hablaría de música) es la parte autorreferencial, así que para aportar mi granito de arena les voy a contar mi historia como fan de Miranda en tiempos en los que la deconstrucción era solo un sueño mojado de algunos dizque progres.


Esto no es algo nuevo ni nadie está hablando del tema ahora mismo. Imaginate que en un momento no podías escuchar a la banda de rock más grande de Argentina (Los Redondos) y la banda de rock más grande de América (Soda Stereo), tenías que tomar posición, porque vivimos en un constante Nueva Chicago vs Almirante Brown.


“Escuchen, corran la bola, el fundamentalismo musical es la gilada que se vive ahora”





Escuchar los grandes éxitos de Miranda, tatuarse Durazno Sangrando de Invisible e ir a bailarte todo con la Rosalia al Movistar Arena está bien ¿Saben qué está mal? Contarle las costillas al otre y ser sommelier de gustos ajenos. Ya fue, ya te vimos llorar porque Coldplay metió 10 canchas de River o cuando Trueno dijo que es el nuevo rock and roll.



Tener “buen gusto musical” o LA música en si no existe, en tal caso y por eso es maravilloso, es cómo te sientas vos con ella y a dónde te lleve la música. Lo demás es puro cuento. Por eso la música murió hace mínimo 20 años, porque está lleno de boludos que no te la dejan disfrutar desprejuiciadamente.


Que si el rock ha muerto, si esta ola de pibes con pseudónimos son el nuevo rock and roll o si un pibe medio nerd con un midi es un rockstar o no es una discusión más marketinera que profunda o constructiva. En tal caso, lo interesante es analizar y entender qué nos deja la ola del trap, el rap y los músicos sin etiquetas como Catriel. si generan cultura y hacia dónde apuntan, a qué músicos inspirarán y qué se vendrá luego, de qué forma la música volverá a reciclarse para llenar estadios y teatros y cómo también será tocada o disparada en una pista. Estamos viendo salir buenos jugadores de las inferiores, ¿qué vendrá después? Por lo pronto el equipo musical argentino no está necesitando traer figuras de afuera, las tiene todas nacionales.


Pasaron los años y la herramienta final de penetración cultural se resignificó. No fue más la comida chatarra ni las múltiples formas de flexibilización laboral. El reggaeton fue, es y probablemente será la mejor forma de entrar al mundo. Ser latino está de moda ahora mismo.


El reggaeton es mi único héroe en este lio, je.



La música, les musiques y las bandas son el único bastión de verdadera alegría universal que podemos vivir en este cyber punk precario hasta el fin de nuestros días, crear más grietas, fundamentalismos y discusiones absurdas me hacen perder la fe en la humanidad y proponer cerrar este antro llamado periodismo.


La música murió hace mínimo 20 años cuando los boludos empezaron a criticarla y a comparar a Miles Davis con Dillom.

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