La banda uruguaya realizó dos shows en el mítico estadio argentino donde primó un recorrido por sus últimos álbumes pero condecoró con todos sus clásicos.
La Vela Puerca venía de apostar por un Luna Park que quedó trunco tras la pandemia, pero aprovechó oportunamente la situación para lanzar este nuevo material titulado Discopático. Luego de varios años sin presentaciones de este calibre, llegó la hora de un nuevo doblete de los uruguayos en la Argentina.
El pasado 7 de octubre, la banda uruguaya se presentó por segunda vez en el recinto ubicado en Av. Eduardo Madero 470. Desde temprano las calles se inundaron de fanáticos esperando escuchar sus canciones favoritas. Banderas de Peñarol, remeras de la banda, familias, grupos de amigos rodeaban las calles del Luna Park a la espera del ingreso.
Una vez dentro, un cuarteto rioplatense les dio la bienvenida y se encargó de precalentar el escenario: Milongas Extremas fue la banda elegida por los uruguayos para acompañarlos en esta jornada. La mezcla de milonga y rock trajo a la previa ese toque uruguayo que tanto gusta al público. En medio del show, invitaron a Sebastián Teysera para acompañarlos en una de las canciones y con mucha alegría la gente sumó su energía a la par de las coplas.
Con el pasar de los minutos, el Luna Park comenzó a llenarse. La gente ya presentía que se acercaba el inicio del show y en consonancia empezó a “agitar” algunas de las canciones más conocidas de la banda.
Minutos antes de las diez de la noche, las luces se apagaron, Sebastián Teysera comenzó a cantar a capella: “Para seguir hay que parar y resolver, para soñar hay que hay que aprender, saber perder…”. El show comenzó con Contra el Viento, primer tema de su nuevo disco, una de las costumbres de La Vela Puerca cuando presentan material.
Discopático es el octavo disco de la mítica banda uruguaya, un material que contiene doce canciones con un tinte oscuro y esperanzador pero que muestra esa actualización y búsqueda constante que tiene La Vela Puerca con el pasar de los años.
Después de Contra el Viento, le sucedió un infaltable como lo es La Calle Adicción, uego sonó Casi Todo de su anterior disco Destilar y Buenas Mascotas. El primer tramo de la noche comenzó de manera muy calma. A la par de las anteriores le continuaron otras de su nuevo material, tales como Jugando con Fuego, El Paraíso y La Pastilla que trajo el primer invitado de la noche: Arquero. El rapero criado en Uruguay, pero nacido en España, se sumó al escenario para cantar junto a la banda esta canción en la que ya los había acompañado para su grabación.
Luego, bajaron de manera notoria con Clarobscuro, una canción de A Contraluz, triste pero esperanzadora. También sonó Colabore, una canción de su disco El Impulso que tiene ya casi 15 años y que recaba sobre algunos momentos difíciles de la historia uruguaya. Siempre La Vela Puerca llega con la justa, sea el momento que sea, hay una canción para cada momento y suelen elegir muy bien.
Minutos después anuncian nuevamente invitados, en esta oportunidad, se suma Milongas Extremas para acompañar a La Vela Puerca en una versión muy interesante de Dice. También sonó Te Pierdo, una de esas canciones que raramente se escuchan en un show pero que despierta sentimientos en los más nostálgicos.
Casi una hora y media de show pasó y llegó la hora de los clásicos veleros. Comenzó con Todo el Karma con Arquero nuevamente como invitado, sonaron también Haciéndose pasar por luz, Llenos de Magia y Va a Escampar. El Luna Park destilaba mucha energía, los músicos estaban felices y el público, también.
De golpe se unifica todo en un silencio, el público comienza a cantar al unísono “Vamo, vamo la vela de mi corazón” y la banda uruguaya responde con los primeros acordes de Vuelan Palos. “Vuelan palos por el cielo y en el suelo buena gente que aterrada por el miedo va perdiendo el corazón”, cantan todos mientras en el campo del Estadio se baila a puro corazón.
Para el cierre, pasaron El Viejo y El Profeta, un sinfín de personas agitaban banderas y cantaban con todas sus fuerzas. Al finalizar la canción, los músicos comenzaron a despedirse, sumaron a los invitados para que sean aplaudidos a la par de ellos, mientras el público comenzaba a cantar estrofas de José Sabía. Cuando parecía que todo había terminado, el “Enano” Seba Teysera agarra su guitarra y comienza junto a la gente a cantar: “Cuando todo parece jodido, es cuando hay que poner”. Definitivamente, La Vela Puerca supo hacer de un caos pandémico una oportunidad musical nueva y aquí está el reflejo. Laburo, mucho amor y un show a la altura de las circunstancias. El cierre fue emocionante y la gente acompañó como en cada paso de la banda.
Fotos: Agustina Suárez
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