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Foto del escritorLucas Ponce

Los Gardelitos festejaron sus 26 años en Morón

En una noche inolvidable y cargada de sentidos, Los Gardelitos pisaron fuerte en el Playón Auxiliar de la cancha de Morón y demostraron por qué siguen siendo un emblema para el under nacional.



El hilo de esta nota podría ser como cualquier otra crónica recitalera: nombrar las canciones, hablar del clima, meter adjetivaciones en medio y ya. Pero no, esta vez no. Como ferviente fan de esta banda oriunda del Bajo Flores tengo la necesidad de resaltar otros atributos, tanto del show como de estos 26 años de carrera.


El pasado miércoles 25 de mayo, Los Gardelitos se presentó en el estacionamiento de la cancha de Morón. Además de conmemorarse el aniversario de la Revolución de Mayo, cada 25 de mayo se cumple un nuevo aniversario de la primera presentación con su formación original en aquel famoso Ciudad Oculta Rock. Por aquellos tiempos Korneta, Ely y su hermano Bruno Suárez, en batería, eran acompañados por un joven Jorge Rossi en el bajo y le daban inicio a lo que sería algo más que una banda de rock. Podríamos llamarlo un sueño, un estilo de vida y, también, la única manera que encontró su líder, Korneta Suárez, de hacerle frente a un pasado plagado de desaciertos y mirar hacia adelante con lo más lindo que tenía, su música.


“Vamos copando las villas argentinas, de la mano de Korneta y su familia”


Como mencioné anteriormente, siempre fui un férreo fanático de Los Gardeles, aunque debo confesar que con los años le perdí el gustito al agite constante y no presenciaba un show suyo hace al menos 5 años. Sí, ya sé, flor de fanático el tipo. Citando al “Apache” Tevez, puedo decir que los años me “hamburguesaron”.

Lo cierto es que a pesar de las bajas temperaturas, a pocas horas del inicio del show, la gente se hacía sentir en las inmediaciones del estadio aclimatando todo para recibir a Ely y compañía.


Como es habitual, los ingresos nunca son bastante ordenados y siempre está el pillo que intenta ingresar sin ticket. Esto generó cierto retraso en el inicio del recital que había sido pactado para las 21 hs. Acá vuelvo a pecar de verde al olvidar una premisa básica en el manual del rocker: “si te convocan a las 20 hs., el show arranca a las 23 hs.”.

De todas formas, la hora de espera, ya dentro del predio, fue amena gracias al fervor de la gente y la musicalización de Dj Pasky con su compilado de rock nacional y popular. Además de esto, el lugar contaba con dos puestos en donde se podían adquirir alimentos y bebidas a precios realmente populares (LTA Quilmes Rock).


Mi mente se cuelga en el rock


Pero vamos a lo importante. El show inició a las 22hs y en sus casi 2hs de duración la banda manejó a la perfección los tiempos, las intervenciones y las canciones elegidas.

Lo sorpresivo para quien les habla fue la reincorporación del histórico Jorge Rossi al mando de las 4 cuerdas, Toto Ciccone en la batería y la acertada inclusión de María Rosa en guitarra acústica, para volver a percibir ese sonido tan característico de la banda.


Los momentos más álgidos vinieron de la mano de clásicos como “Volveré en tus Ojos”, “Comandante Marcos”, “Nadie Cree en mi Canción” y “Envuelto en Llamas”. Parte de esa mística inoxidable que Korneta dejó plasmada en discos como Gardeliando (1998), Fiesta Sudaka (1999) y En Tierra de Sueños (2004).


Pero si hay algo que Ely Suarez demostró durante estos años es que su esencia musical, más ligada al punk y el hard rock, dio resultado y convenció a los fanáticos sin dejar de lado la lírica introspectiva y con conciencia social que caracterizó siempre a las composiciones de Korneta. Es por eso que el agite del público se replicaba en canciones como “Calles Calientes” (Oxígeno, 2008) y “Lo que Vendrá” (Ciudad Oculta, 2014).



Continuar con un legado tan grande como el que había dejado su padre, y potenciarlo, no debe haber sido una tarea fácil. La imagen y la mística de Korneta tiene en sus fanáticos y en la historia de la banda una connotación espiritual y cultural casi totémica. Muy ligada a lo cultural y sobre todo a lo social si tenemos en cuenta que, desde sus inicios, la impronta de la banda estuvo atravesada por la marginalidad, los reclamos sociales y el hacer colectivo.


Siguiendo con esta línea, Ely aprovechó la fecha patria y el aniversario de la banda para pronunciarse y posicionarse a favor de varias cuestiones político-sociales, como el colectivo de mujeres “Un paso atrás, no me toques”. Un movimiento que surgió hace poco, pero viene teniendo presencia en los shows de rock con el objetivo de visibilizar los abusos que sufren en los recitales, más precisamente en el pogo. Que una banda de rock, con todo lo que eso implica, banque y se posicione ante iniciativas como esta es determinante para sumar conciencia al debate y afianzar el compromiso de una generación dispuesta a terminar de una vez con estas aberraciones. “Los Gardelitos hacemos rock con conciencia de clase y somos nacionales, populares y feministas”, mencionó, mientras colgaba el típico pañuelo verde y comenzaba a sonar “Sortilegio de Arrabal”.


En lo musical, el plato fuerte estuvo a cargo del invitado de la noche: Gaspar Benegas. Después de que semanas atrás algunos medios y usuarios de Twitter sembraran dudas sobre una posible aparición del Indio Solari, relacionando la imagen impresa en los tickets y las apariciones anteriores de grandes referentes del rock nacional, el virtuoso guitarrista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado dijo presente en el escenario. Así, con su vestimenta clásica, gorrita y gafas de sol, se calzó su Gibson Les Paul y desplegó toda su magia al servicio de “Viejo y Querido Rocanrol”.


Antes del cierre Ely volvió a interpelar al público y a tomar posición sobre la difícil situación social de la Argentina. Aprovechoó esto para reivindicar el proceso social y político llevado adelante por Néstor y Cristina Kirchner. Guste o no guste, la toma de posición político partidaria dentro del ámbito del rock siempre es esquiva. Si bien existen referencias, analogías y sentidos dentro de las líricas, son pocas las bandas que deciden posicionarse per se y seguir adelante con esa lógica.


26 años pasaron desde aquel primer show. Lo que siguió fue una carrera que en sus haberes contiene 1 demo, 1 ep, 5 discos de estudio, 2 DVDs en vivo e infinidad de shows a lo largo y a lo ancho de la Argentina. La historia de Los Gardelitos habla por sí sola, una banda que desde sus inicios supo recorrer y compartir su música con los barrios más relegados de nuestra sociedad en una búsqueda constante por el hacer colectivo. Korneta tenía bien claro un concepto: “nadie se salva solo”.





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