Hace semanas se estrenó en las salas del mundo la cuarta entrega de Matrix, creada por Las Hermanas Wachowski, luego de casi 20 años de la última película de la saga. ¿Qué sucede en esta entrega?
La pregunta que nos podemos hacer, con sinceridad, es: ¿era necesario una cuarta entrega de la trilogía Matrix? Veamos.
Las Hermanas Wachowski, Lilly y Lana, a finales del siglo XX habían revolucionado el cine de ciencia ficción llevándolo a un nivel poco visto o más bien poco imaginado, con vaga creatividad para la pantalla grande. Recordemos que para ese entonces las películas de este género se concentraban en programas virtuales que parecían alterarse, se podían hackear fácilmente o todo era parte de una conspiración oculta y de alguna forma "tenían vida" y generaban un caos. Cito ejemplos similares a Matrix, antes de que la película se estrenara, como Johnny Mnemonic (Fuera de Control, 1995), Virtuosity (Asesino Virtual, 1995), The Net (La Red, 1995), entre otras. Estás películas, si bien tenían a grandes estrellas del momento, el resultado era algo más de lo mismo. No había grandes novedades o algo en su historia que te estallara la cabeza. Simplemente esas películas pasaban.
Matrix había puesto reglas, bases y condiciones. Las hermanas habían puesto toda la carne al asador con una historia completamente novedosa y con puntos filosóficos, metafísicos, etc. de cosas de libros para cerebritos. Era algo de otro mundo. Rápidamente la película estaba en boca de todos y todas. Todos y todas queríamos ser Neo o Trinity o estar en ese universo dónde las máquinas dominaban el mundo.
Muy Terminator, pero a diferencia de esta, las máquinas se avivaron y crearon un mundo de simulación virtual en la cual creemos que nuestro mundo real, el que vivimos, es una gran mentira. La mejor conspiración.
Se habían hecho mil millones de teorías sobre qué es o qué era la Matrix, más allá de ser una simulación virtual tan vívida.
Y los hechos, una vez que las hermanas hablaron del significado REAL de Matrix...
La cosa dio un vuelco mucho más interesante de lo que uno creía o más bien de lo que uno imaginaba.
Matrix en realidad es una alegoría a la transexualidad. Es una película que habla del binarismo en el que se vive y que parece no tener un punto intermedio, no tiene "expansión" o más bien parece no querer "actualizarse" ante estos cambios, estas evoluciones que ocurren y seguirán ocurriendo.
Las Wachowski sobre la primera entrega de Matrix hablan de su complejo proceso de transformación, de lo encerrada que estaban ante dos géneros, el Masculino y Femenino, que no las dejaban expresar que no eran una cosa ni la otra. Simplemente querían sentirse libres de ser quienes son, sin que se las identifique por un género u otro.
Eso para una película de ciencia ficción es mucho más que un "mindblowing": era una protesta. Más que eso, era un mensaje. Era una historia para que la humanidad cambiara. Como dice Morfeo: "Abre tu mente".
El tema es que con las secuelas las cosas cambiaron y se notaba bastante que la Matrix era diferente, pero no diferente a como uno se lo esperaba. Diferente en cuanto a su relato, a su historia, ya no escondían nada y comenzaron a meterse más en la filosofía (en esta ocasión: barata) con diálogos extensos que no hacían más que refregarte en la cara un discurso de: "mira que inteligente que somos" y obviamente le entregó al público lo que quería: acción, mucha, mucha, mucha acción. ¿Y todo lo que representaba la Matrix? Y... Imagínatela. Nuevamente generan una revolución con los efectos especiales que hoy en día han mejorado muchísimo.
Algo a favor entre la primera entrega y las secuelas son la serie de cortometrajes realizados por varios estudios de animación que relataban historias sobre el universo Matrix. Expandía un toque más y hasta explicaban, en dos excelentes partes, cómo es que surgía esta revolución de las máquinas contra los humanos y cómo se genera ese campo de fetos-pilas humanas que generan la energía suficiente para sustentar la realidad virtual en la que inconscientemente vivía la humanidad durante siglos y siglos.
Matrix había generado algo pero, así como llego, también se fue y ahí quedó, como un vago recuerdo de algo que fue grandioso y de a poco se fue hundiendo a un vacío.
Pasan los años, las Wachowski hacen algunas que otras películas que fracasan en taquilla, al público no les agrada en absoluto, aunque algunas zafan pero con público dividido, ejemplos claros: V for Vendetta (V de Venganza, 2005) y Cloud Atlas (Cloud Atlas: La Red invisible, 2012) y parecía que era el final.
Pero un día Netflix les da la oportunidad para realizar Sense8, la cual fue bastante exitosa, aunque muere a la segunda temporada por temas económicos y para cerrar la historia realizaron una película de temática navideña de dos horas.
Hasta el estreno de Juppiter Ascending (El Destino de Júpiter, 2015) las hermanas Wachowski estaban negadísimas a volver a realizar una nueva entrega de Matrix, sabiendo que el estudio Warner Bros insistía imparable con revivir la franquicia.
Revivirla con o sin ellas, pero de alguna forma u otra necesitaban de su "bendición" para poder... ¿realizarla? Rari.
Se eligieron algunos directores y guionistas ajenos a ellas.
Uno de ellos es Zak Penn, un guionista que a veces la pega y en otras, la verdad, es lamentable. Ejemplos: El Último Gran Héroe, 1993; X-Men: La Batalla Final, 2005 y la más reciente Free Guy, 2021.
En definitiva, es un guionista regular que hace lo que el estudio quiere y no lo que el público necesita.
Penn iba a encargarse de guionar la nueva Matrix, que iba a funcionar como precuela de trilogía usando a un personaje ya conocido en ese universo, pero más joven: Morfeo.
Pero entre las dudas de un estudio que quiere estar a la par de las demás para refritar algo del pasado y actualizarla a las nuevas generaciones sin éxito alguno y de las reiteradas negaciones de las hermanas de no subirse al barco, todo indicaba que Warner se la iba a jugar igual.
Pero algo en el medio pasó y regresó una de las hermanas: Lana. Lilly no se iba a sumar debido a su apretada agenda, en teoría porque estaba realizando su serie Work in Progress para Showtime, pero le deseo un buen augurio a su hermana y a todo su equipo.
Con Lana de regreso y con la suma de Keanu Reeves y Carrie Anne Moss de regreso, Warner pudo anunciar felizmente el regreso del universo virtual Matrix al mundo real.
Matrix Revoluciones nos ubica temporalmente sesenta años después del negocio que hizo Neo con las máquinas para convivir en paz y armonía con lo que queda de la humanidad. Algo que las máquinas, por un tiempo, cumplieron, y luego se cagaron en ese pacto. Las máquinas tenían el cuerpo de Neo y de Trinity en sus manos y no les quedó otra que "gastar plata" (KÉH??) e invertir en la más alta tecnología para revivir a los personajes que tanto queremos.
La cosa es que el poder de Neo y Trinity es tan inmenso que las máquinas los necesitan para hacer de las suyas, pero el poder del amor puede más que cualquier cosa. Las máquinas notan que Neo y Trinity juntos son un peligro, así que los mantienen separados, pero juntos, a un metro y medio de distancia (astuta y sagaz, la artificial inteligente).
Y le inventa a ambos una vida nueva: Neo vuelve a ser Thomas Anderson, un famoso creador de videojuegos con tendencias suicidas. Los "juegos" son la trilogía pasada.
Trinity, ahora Tiffany, es una mecánica amante de los fierros, en este caso de las motos Ducati (sí, chivo de por medio para que se sustente la película que ya se cae a pedazos).
Mientras tanto, nuevos personajes que no nos va simpatizar demasiado creen en la leyenda sobre El Elegido que una vez salvó a la humanidad y van en su búsqueda porque algo raro pasa en la Matrix 4.0.
Quien sobrevive durante ese largo tiempo es Niobe, la capitana que en el pasado era interés romántico de Morfeo. Hoy a sus, no sé, 80 años, es torta y feliz. Bueh.
Niobe actualmente es general de una nueva Zion llamada IO, castiga a estos nuevos personajes por buscar y liberar a Neo de la Matrix acompañados de Morfeo joven que estaba lavado de la cabeza siendo un agente.
Contexto: Morfeo en realidad está muerto, jamás explican esto en las películas, sino que lo hacen a través de uno de los juegos de este universo. El gamer cinéfilo lo entiende, el resto que no jugaron ni desde la PC o de las consolas más famosas actuales, vaya con Dios.
En Resurrecciones simplemente murió siendo un hombre creyente que esperaba el regreso de su Dios Neo y jamás pasó. Hoy es un programa virtual rejuvenecido porque... Sí. Porque no quisieron llamar a Laurence Fishburne para que repita el papel.
Volvamos un poco con la trama resumida:
A Neo le actualizan todo esto del mundo real, las guerras que ocurrieron durante esos 60 años de ausencia y blah, blah, blah, hasta que decide con su nuevo equipo de Centennials volver a la Matrix para rescatar a Trinity.
Se le interpone un nuevo personaje que se hace llamar simplemente El Analista, interpretado por Neil Patrick Harris, que desde el inicio decís: este es el garca más garca de la película.
Este personaje es quien se encargó de revivir a Neo y a Trinity para tener controlada la Matrix y que es poderoso y blah, blah, blah, que analiza a la humanidad y piripipi y que necesita del poder de Neo y qué sé yo... En fin.
El Analista amenaza a Neo con que siga su vida controlada de píldoras azules o sino Trinity muere.
"Chupala" dice Neo y arma un plan con Sati, un personaje recontra terciario de Matrix Revoluciones, y se van a la búsqueda de Trinity con un elaborado plan graficado para que no te pierdas.
Logran rescatar a Trinity, pero acá se interpone el feminismo empoderado en la película de la forma más barata imposible, alegando que: "Ella (Trinity) es quien debe elegir si vuelve o no con el Neo". Bueh.
Sobre el final Trinity recupera su memoria, se enfrenta al Analista, piña, patada, abajo, arriba, equis y círculo.
En el medio de esto aparece Smith, pero mejor ni me gasto en como deformaron a este personaje que solo está para joder a Neo. Ni pincha ni corta durante toda película.
Se revela que Trinity tiene el poder de Neo de volar y no solo eso: es mega fuerte en la Matrix, como Neo en las trilogías originales. Tan fuerte que es capaz de enfrentarse solita al Analista, como se ve en la escena final.
El Analista cagado les dice que vayan y hagan de las suyas, que en su mundo virtual todo está en orden y rígido y cis y piripipi, blah, blah, blah. Trinity y Neo se le cagan de risa, deciden que harán un cielo de arcoíris porque les gusta (KÉH?) y la parejita feliz se va volando por la Matrix libre porque el amor es más fuerte, decía una canción.
El post créditos de la película es aún más cringe que toda la película en sí. Están los "empleados" (una especie de referencia a los productores de Warner) de Neo, de su empresa de videojuegos que dicen que el cine está muerto y que lo mejor es hacer videos de gatos y renombrar a la Matrix como "Gatrix" y acá se fue todo lo que quedaba de respeto, lógica y amor por el caño y jamás volverá a ser la misma de antes.
Conclusión Matrix Resurrecciones...
Realmente no es en absoluto una buena película y tampoco es una película que zafe o que se pueda recomendar porque todo lo que sucede casi no tiene el absoluto sentido. Todo se siente barato, a pesar de que su costo de producción fue de casi 200 millones de dólares, y su guion es de lo más vergonzoso y aburrido que jamás se haya hecho.
Y hay que entender que el 2021 no fue un gran año para la mayoría de las refrituras y Matrix Resurrecciones no se queda atrás, va al frente.
Es una lastima, porque con el inicio que tiene sobre cómo ver desde una perspectiva aparte ese mundo virtual estaba interesante, pero luego de 15 minutos abandonan esa idea para centrarse en una historia sobre un problema de identidad, que no lleva a nada excepto confusiones en su trama y culmina con una historia de rescate amoroso.
Se dice que Lana hizo está película a propósito cegándole la vida al estudio, pero por otro lado se siente que las decisiones ya estaban tomadas de esa forma queriendo ser una película "inteligente" en la cual no se entiende si rompe la cuarta pared o si de repente se transformó en una sitcom con el logo del canal de Warner Channel.
Lo peor es que en todo momento no paran de meterte flashbacks de la trilogía original como un recurso para que te acuerdes de momentos de la trilogía o para reforzar el regreso de un personaje por si te olvidaste de quién era.
Las cosas no funcionan así.
Matrix Resurrecciones es inclasificable, por más que pongan temas sociales, políticos y alegorías superficiales. No funciona como tal y realmente parece un experimento fallido de ideas que entrechocaron y jamás se amoldaron entre sí y quedó lo que uno ve: una película vacía de contenido que era mejor dejarla en manos de otra persona.
Si hubiera sido peor o mejor que esto, jamás lo sabremos. Lo que si sabemos, ahora, hoy en día, no era necesaria una nueva entrega. No de esta forma.
Por suerte esto ya murió y tanto Lana como el productor James McTeigue no volverán para una siguiente entrega de Matrix. ¿Por qué? El fracaso de taquilla, las malas recepciones por parte del público y el hecho de que no sea una película original o mínimamente novedosa... llegaron a la conclusión de que mejor es dejar morir una franquicia que ya estaba contada a su manera.
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