Hay finales que sí, hay finales que no y hay finales que Ozark.
Se suponía que la quinta temporada de la serie de los Byrde venía para dar un cierre a esta historia de narcos, lavado de dinero y jugadas de ajedrez dignas de Kaspárov, pero no. Sí es verdad que se acerca a redondear un cierre para la historia de casi todos, pero ya desde el título de su último episodio, “Irse de la Peor Manera”, nos deja un sinsabor y la posibilidad de especulaciones.
Lo más atractivo de la serie: darle una vuelta de tuerca a un formato que ya tiene muy buenas series en el pasado reciente (Breaking Bad, Better Call Saul o Narcos). La lógica aristotélica con la que se reparten los roles de sus personajes y la fluidez de sus relaciones entre el poder, el odio, la venganza y la necesidad mutua. La dinámica de la relación entre Wendy (Laura Linney) y Marty Byrde (Jason Bateman) es increíble y te va a despertar amor, odio y confusión, pero tranquilos, a ellos les pasa exactamente lo mismo.
Esta temporada está partida en dos entregas, una a comienzos de este año y la otra la semana pasada, con el fin de darle un cierre a la historia. Cosa que no termina de suceder. En dichos de su showrunner, Chris Mundy, Netflix ha dejado de financiar el proyecto, es decir, la ha cancelado. Bueno, quizás a Netflix se le esté yendo la mano un poco, quizás no sea buena idea dejar a medio camino los mejores proyectos que financia y darle tanta bola a cosas como Anne with an E. Quizás el amigo Netflix necesita una temporada de terapia para revisar sus prioridades.
Ahora es donde el redactor arranca a tirar teorías falopa sobre si habrá spin-off, secuela o precuela al respecto. Pero no, no, el redactor no ha bebido suficiente café con lavandina hoy. El trato con el FBI, las idas y vueltas del cartel de Navarro y todos los problemas que vienen de Ozarks, llevan a los Byrde a situaciones límites todo el tiempo. Al punto de que muchas veces empuja al espectador a pensar “este no la cuenta” o “hasta acá llegó”.
Lo cierto es que la Fundación Byrde con viento en popa juntó el poder y el dinero que necesitaba para exonerar a la familia en el futuro, el cartel de Navarro con la nueva administración de Camila y su posterior trato con el FBI parece indicar que al final esta familia de narco-lavado de dinero podrá ser feliz. Pero no.
“Irse de la Peor Manera” es el título del último episodio de la temporada y de la serie. Es un juego de palabras con doble sentido sobre cómo no termina de cerrar redonda la trama y de cómo se quedaron sin financiamiento. Lo único que le podemos recriminar a este final es cómo entre las dos partes de la temporada prima el ritmo frenético de la primera entrega, con la estrategia y la conversación de la segunda.
Con o sin spin-off o demás secuelas, Ozarks ha sido una gran serie donde los personajes se mueven dentro de su trama como si esta fuera una tabla de ajedrez con un solo fin, tener el control de la situación.
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