El icónico autobús de la película de Sean Penn inspirada en la trágica historia de Christopher McCandless fue buscado por cientos de jóvenes desde su estreno. Hoy ya no es parte del bosque alaskeño.
Hoy nos vamos a ir al norte, bien al norte, a las salvajes tierras de Alaska. Vamos a desandar los caminos que recorrió, hace ya unos 30 años, el joven Christopher McCandless, o cómo fue su nombre ficticio, Alexander Supertramp. ¿Porqué? Además de que tiene una banda de sonido hermosa, nuestra excusa es que, finalmente, fue retirado el Magic Bus del parque Nacional de Denali.
Pero vamos a contextualizar para ubicar a los perdidos. Estamos hablando de la historia que inspiró la película Into The Wild, o Hacia Rutas Salvajes, dirigida por Sean Penn y estrenada en 2007. Emile Hirsch se pone en la piel de Chris McCandless para encarnar la historia del joven de clase media acomodada, graduado con promedio alto de la universidad Emory que decide romper sus lazos familiares y fugarse para ser un trotamundos indocumentado por las rutas gringas.
El joven McCandless adopta el nombre de Alex Supertramp y guiado por las lecturas existencialistas de Tolstoi, Thoreau o Jack London se lanza en un viaje de más de dos años en los que recorre California, Arizona, Oregón y Dakota del Sur. Cuando la vida de las rutas también lo deja insatisfecho, decide largar todo de nuevo, donar sus ahorros y encarar para Alaska, hacia el Parque Nacional de Denali con un rifle y unos libros de plantas como todo equipamiento.
En la travesía por el bosque cruza el río Teklanika, caudaloso y complicado, y llega a un claro donde encuentra un Fairbanks Bus abandonado que se convierte en su morada. Ahí vive durante 112 días, pero cuando se empieza a morir de hambre tras unos infructuosos intentos de ahumar un alce enorme, se da cuenta que el deshielo le imposibilita volver a la civilización. El joven Alex Supertramp muere de hambre y recién lo encuentran tres semanas más tarde unos expedicionarios en la zona. La historia, cómo decíamos, la llevó a la pantalla grande Sean Penn en 2007, con música de Eddie Vedder, aunque en 1996 Jon Krakauer lanza una novela inspirada en esta misma historia. Hasta acá todo trágicamente bonito y hippie.
¿Qué pasó luego del estreno de la hermosa película de Penn? El Magic Bus y la historia de McCandless se volvieron una especie de imán para un montón de jóvenes idealistas que tomaban al pibe como un mártir del capitalismo. Miles de personas de todo el mundo querían conocer el mítico bus abandonado, o realizar la ruta recorrida por Supertramp en los 90. Buscando alguna especie de descubrimiento con uno mismo, así vimos cientos de fotos de Instagram con la icónica foto en la silla frente al bus y la frase “La felicidad solo es real si se comparte”. Danger.
Baño de realidad, la ruta al Magic Bus por el parque de Denali es peligrosa. El mencionado río Teklanika tiene un caudal fuerte y el frío en esa zona en épocas invernales es mortal. Para el gobierno de Alaska no fue ningún chiste la historia de McCandless y el furor por su ruta y trágico final. Desde el estreno de la película en 2007 se realizaron quince operaciones de rescate en la zona, hace unos meses, cinco italianos tuvieron que ser rescatados, uno con un alto grado de hipotermia, del medio del bosque del parque. Este año, la joven bielorrusa Veramika Maikamava falleció tras ahogarse en el mencionado Teklanika intentando llegar al bus, el mismo destino lo sufrió otra turista sueca en el año 2010.
Esta marea de jóvenes extraviados en sus bosques, o incluso la pérdida de vidas, hicieron que en junio de este 2020 las autoridades y la guardia Nacional del Ejército decidieran finalmente retirar el mencionado Magic Bus del parque de Denali.
El Fairbanks Bus 142 estuvo casi ochenta años en ese claro del bosque alaskeño, el 19 de junio pasado un helicóptero CH-47 del ejército lo retiró del espacio cercano al Camino de la Estampida en el Denali, para evitar más incursiones suicidas en la zona salvaje. Por el momento no se decidió que se hará con el reconocido Magic Bus, aunque probablemente sea exhibido en una zona menos peligrosa para las y los jóvenes aventureros.
La música de esta bella y trágica historia fue realizada por uno de los referentes del grunge de los noventa, aunque en un formato folk y relajado, Hablamos de Eddie Vedder, que compuso nueve de las once canciones de esta película ("Hard Sun" es de Indio y "Society" de Jerry Hannan), excusa que le valió lanzar su primer disco solista, también en el año 2007, con el mismo título, portada y canciones de la película.
El mítico Magic Bus ya está fuera del alcance de los jóvenes idealistas que ponían en riesgo sus propias vidas para acercarse un poco a la historia de McCandless. A la espera de conocer su nuevo paradero, las búsquedas existencialistas inspiradas en la trágica vida de Supertramp deberán darse en lugares un tanto menos peligrosos.
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