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Uno, dos, ultra cancelados

Se armó la polémica con Los Violadores en Twitter y la cultura de la cancelación otra vez en debate.


Parece que esta tendencia a retirar cierto apoyo hacia un artista, personaje y/o figura pública continuará aflorando en la virtualidad mucho tiempo más. La "cultura de la cancelación" sigue siendo un tema de debate y todos los días -bueno, quizá no todos- una nueva figura queda en vilo frente a esta actitud punitiva que predomina. Cancelar es un verbo que parece fácil de aplicar, pero complejo de entender.


Al hablar de la cultura de la cancelación nos encontramos, generalmente, con declaraciones y/o acciones que pueden considerarse ofensivas y objetables en este contexto. Hay que hacer énfasis en ese detalle porque lo que hoy entendemos como algo ofensivo, quizá hace 20 años no lo entendíamos de la misma manera. Lo que no quiere decir que no lo sea.


¿Por qué volvemos a traer este tema en Resistiendo con Ideas?


Porque hace unos días se dio una polémica en donde entraron en juego la semántica y el contexto -más, la información-, y en el medio quedaron Los Violadores. El usuario de Twitter @kiwita, conocida como Sara Stewart Brown, periodista y artista plástica a quien podemos recordar por haber sido pareja de Jorge Lanata, publicó indignada e hizo tendencia, el nombre de aquella banda de punk que adaptó lo mejor del género en su auge inglés a finales de los años 70, y lo trajo a la Argentina. Si bien para la artista lo polémico resultaba ser el nombre de la banda, quienes le respondieron le adjudicaron lo cómico a la interpretación de la misma. Un juego de signos e interpretantes para los adoradores de Saussure.


En consecuencia, además de los fans de la banda y/o conocedores de la historia de Los Violadores -y la música en nuestro país-, quien apareció en la red social para responder ante los dichos de Sara fue -o quien dijo ser- Pil Trafa, cantante en dicha banda punk. "Soy Pil el cantante de esa banda el nombre nació en 1979 plena dictadura (violadores de la Constitución) suena inútil contextualizarlo en 2021 carece de gracia comparativa adios saludos a riñón fijo uno dos ultra gorila". De más esta decir que el término "Riñón fijo" luego de este tuit se volvió tendencia así como esta respuesta.

Los Violadores, o Violadores de la Ley, iniciaron en 1978 como "Los Testículos", para terminar siendo Los Violadores a principios de los años 80. Nacieron en medio de la Dictadura Cívico-Militar que gobernó en la Argentina a mediados de los 70/80: "Es un nombre provocador que era por la dictadura. Hice una letra para decir eso. Ese tema me gusta; yo era muy jovencito. -fuimos y seremos verdaderos impostores-". No es para menos este dato ya que su nombre y su música son el reflejo de lo que se vivía en aquel entonces. Sin pasar por alto siquiera el género musical que realizaban: punk, música que no entraba en los límites establecidos por la ley, decían lo que querían y tenían para decir. Y en ese momento, había demasiado como para callar.


Hoy podemos encontrarnos con un panorama sensible, con una sociedad punitiva que prefiere la estigmatización del conflicto. Como si la violencia subyace únicamente en un acto, en un pensamiento o en una frase fuera -o no- de lugar, o mismo un nombre que está lejos de representar lo que uno considera y que, por la facilidad que conllevan las redes sociales, deja al descubierto la falta de información. Como si no existiese un contexto histórico que reprodujese ciertos accionares, cierto pensamientos, como si la perfección decantara en la tan simple idea de hacer justamente aquello que la mayoría considera predominante, y sino, te marginan. Como si elegir llamarse de determinada manera te hiciese partícipe o funcionara como alusión a un delito -en el caso del término violadores-.


Si bien no estuvo en debate la idea de cancelar a la banda hay varias aristas que quedan al descubierto con este caso, además de la siguiente pregunta: ¿por qué esa inminente necesidad de cancelar absolutamente todo? ¿No podemos convivir con aquello en lo que no coincidimos y/o no entendemos? Te equivocas y uno, dos, ULTRA CANCELADO. Con esa velocidad se produce un fenómeno que aún no se comprende, pero sucede y se expande casi como un virus. Con facilidad y muy arraigada a la nueva era -la cual festejo-, aquella que cuestiona todo, pero que nos saca de eje y nos pone en disputas sin sentido. Podemos evaluar con la vara del hoy situaciones del ayer, pero no así cancelarlas. Estas situaciones que dejan en evidencia problemáticas del pasado que se trasladaron hacia el presente, deberían ser disparadores para pensar el futuro.

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