Volví al cine después de muchos meses de pandemia y restricciones. Elegí volver con una película que merecía el espacio del cine: Black Widow, porque a las superheroínas hay que verlas en pantalla grande.
Finalmente después de mucho pensar decidí que Black Widow era LA oportunidad para ir al cine. Y si esta reseña se está escribiendo varias semanas después del estreno es porque no me animaba a ir cuando todo el mundo estaba yendo.
Pero la vacuna me dio la confianza de ir, de que se puede volver a los lugares que uno ama. Así que volví a uno de los lugares que más me gustan en el mundo a ver películas de ciencia ficción y superhéroes con efectos especiales. El cine cambió, pero no tanto. El olor sigue siendo el mismo, esa mezcla de asientos de símil cuero y pocholo.
El recorrido era como tener un déjä vu, pero con protocolos. A buscar el combo de gaseosa y pororó, como se le dice en algunos lados del país al pochoclo. A la fila solo podía ir una persona del grupo familiar. Las butacas restringidas estaban encintadas para que nadie se pudiera sentar, ni en la fila de adelante ni en la de atrás.
Las películas de Marvel o aquellas que tengan peleas, persecuciones, efectos especiales y todo eso que me encanta, siempre se valoran mucho más cuando tenés una pantalla gigante enfrente, el sonido espectacular del cine, las butacas tan altas y hasta un poco incómodas y los pochoclos, que en esta nueva realidad realidad es muy gracioso porque cada pochoclo que comes te bajas el barbijo y cada mordida es volver el barbijo a su lugar y así.
Ahora que ya les conté mi vuelta al cine vamos por Black Widow. En esta película hay varias cosas que remarcar por la cual es el film que marca también un antes y un después en la filmografía de superheroínas y héroes.
En primer lugar es la primera en ser dirigida por una directora. Es decir, que por primera vez en la historia de Marvel una mujer tiene el control del lente. La flamante directora fue la australiana Cate Shortland: guionista, directora de cine, directora y escritora de televisión.
Lo segundo a remarcar es que este paso fundamental en Marvel y lo que eso significa sucede en una película protagonizada por Scarlett Johansson, actriz comprometida con discutir y abrir caminos a las mujeres dentro de la industria del cine. Por lo tanto no es una coincidencia sino más bien una causalidad.
El inicio de la película es lo mejor de todas las dos horas que dura. Vemos “historia” sobre Natasha Romanoff y la nueva figura, Yelena Belova, su hermana interpretada por una de las actrices en boga, la talentosa Florence Pugh que, por sino sabían al igual que yo, comenzó su carrera en YouTube. Además está Guardian Rojo (David Harbour, papá de Eleven en Stranger Things) y Melina Vostokoff (Rachel Weisz, que si bien tiene películas espectaculares la recordaremos siempre por La Momia y La Momia Regresa) que fueron sus “padres” durante un tiempo.
Remarco lo de historia porque sobre Black Widow sabíamos poco, muy poco. Si vemos la historia de Capitán América, Spiderman y Iron Man, todos sabemos de dónde vienen, si tienen papás o si no los tienen, cuál fue su pasado y cómo llegaron a ser estos personajes.
Con Natasha siempre había un halo de misterio, de si la criaron para asesinar y este señor la hizo una asesina. Pero no mucho más que eso. La intro de la peli está musicalizada por un cover de Nirvana que te pone los pelos de punta y tira mucha data.
Otra cosa a destacar son las figuras y representaciones de nuestras heroínas. Florence Pugh -nuestro nuevo amor- y Scarlett hacen que pelear, volar, arrastrarse y hasta hacer hazañas muy fantásticas sean cosas de chicas. Y hasta se burlan de ellas. La directora y el guión hacen guiños sobre las poses sexualizadas de batalla que tuvo Natasha durante las primeras pelis de Marvel.
No es la mejor película de Marvel, ni de Scarlett ni mucho menos de Pugh, quien ha demostrado una versatilidad para desarrollar cualquier papel. Pero es entretenida, cuenta mucha historia que no sabíamos y tiene todos los condimentos que tiene que tener una película de figuras de acción. Una última gran batalla, un reencuentro, partidas, emoción y cursilerias.
Por último, y esto es algo que Marvel cambió en la historia del cine, después de los créditos apareció la famosa escena que esta clase de films nos depara siempre. Algo que han logrado es que nos quedemos todos, todas y todes esperando esta escena final. Allí Yelena queda como la sucesora de su hermana: veremos qué le -y nos- depara la nueva Widow de la crew.
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