Obsesivo, erotomaníaco y una mente brillante a disposición del mal. Así es el asesino serial estrella de Netflix, de una serie que terminó su cuarta temporada y, parece, aún no tiene final.
La historia que encarna Joe Goldberg, un librero obsesivo y maniático que busca “un amor perfecto y pleno”, pero que deja un tendal de cuerpos y familias destrozadas tras su paso, llegó al clímax en el final de la cuarta temporada. Pero parece que aún hay más.
Spoiler Alert
Después de quemar su casa (con su mujer adentro), abandonar a su bebé recién nacido y fingir su propia muerte, se restablece en Londres, como profesor de literatura bajo el nombre de Jonathan Moore. La historia, otra vez, trata de cómo Joe se mezcla entre las clases altas y cae mejor parado que Wanda Nara.
Si le vamos a reconocer a esta temporada que presenta varios giros interesantes, es que, entre brunchs en castillos y fiesta en el Soho de Londres, pasarán más cosas que la clásica endogamia burguesa. Otro punto alto de esta temporada claramente son sus exteriores, ya que mucho de esta entrega se filmó en Londres, como la universidad donde enseña literatura Joe, que es Royal Holloway, un lugar increíble y que viste a la serie muy bien.
En una de esas fiestas en el Soho, Joe conoce a Rhys Montrose, joven prodigio de la aristocracia con proyección a ser alcalde (o intendente) de Londres. En lo que parece ser una amistad muy sólida, el protagonista de la serie de suspenso número uno de la N roja y el otrora político van teniendo un intercambio entre cuerpos calientes y planes para asesinar a los más ricos entre los ricos (como a Nisman).
En paralelo, war flashbacks de la vida de Joe antes de convertirse en Jonathan, con la historia no resuelta de su amor por la prieta Marianne, que anda merodeando por París y Londres, y con quien habrá un encuentro que disparará la locura del protagonista de You.
Puñalada va, pañuelo con cloroformo viene…
Los asesinatos siguen sucediendo en la alta alcurnia inglesa, todos en el círculo cercano del personaje de Penn Badgley (quien no solo encarna al asesino, sino que también es parte de la producción de la serie), pero durante toda esta entrega da la sensación de que existe un tercero, que al mismo tiempo instiga a Joe a encubrir sus rastros. La locura será total cuando, en un momento dado, el tercero en discordia se revela bajo el nombre de Esqui Zofrenia.
Todo ha ocurrido en la mente de Joe, que tiene encerrada a Marianne en una pecera en un sótano, como se estilaba en las anteriores tres temporadas y como pasará en la quinta que parece ser la final, según los dichos del mismo Penn.
El cierre que le da a la temporada es esperable y a la vez extraño. Joe intenta quitarse la vida y despierta frente a su amada en un hospital. Ella heredando toda la fortuna de su padre, él habiendo matado al padre, emprenden una nueva vida con una herencia millonaria y con la capacidad de limpiar el nombre de Joe. Se quedaron de cara, ¿no? Bueno, nosotros también, y aún hay más, se viene la quinta y ¿última? temporada.
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