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Kubero Díaz sobre los últimos días de Miguel Abuelo: “Siempre estaba mirando un reloj”

El histórico guitarrista argentino habló en Radio Gráfica sobre su relación con Miguel Abuelo. La versión 1986 de Los Abuelos de la Nada, la formación actual y los últimos días del trovador errante.


Si algo reúne a la gran mayoría de los seres que pasaron por la vida de Miguel Abuelo es el amor con que lo recuerdan. El trovador errante pasó por el plano físico dejando un legado cultural inmenso. Alcanzando su cénit al frente de Los Abuelos de la Nada, tuvo muchos años errando por Europa, donde conoció a muchos importantes artistas de la escena nacional. Uno de los músicos con que forjó una poderosa amistad fue Kubero Díaz. El guitarrista de La Cofradía de la Flor Solar tuvo junto a Miguel distintas colaboraciones, e incluso fue guitarrista de Los Abuelos.


Cuando Kubero evoca la figura de Miguel, lo hace con una ternura y un cariño únicos. “Recuerdo momentos hermosos con Miguelito, de España, donde nos juntamos y estuvimos más tiempo conociéndonos. Un tipo fantástico, siempre arriba, siempre chispeante. Muy positivo. Juntarme con él a tocar era algo muy especial. Todo el tiempo estaba componiendo, era maravilloso Miguel”.

La relación entre ambos nació en los años de éxito de La Cofradía de la Flor Solar, compartiendo algún show. “Era muy callado, muy introvertido. Así lo conocí yo”, recuerda Kubero, diferenciando la imagen del músico que todos conocemos. “No charlaba nada, lo vi después cuando subió al escenario. Un tipo muy creativo, sobre todas las cosas”. Y sumó sobre aquel día en que compartieron escenario con La Cofradía: "A Miguelito lo conocí tocando él solo, vestido de blanco, con una gran melena, una gran barba. Cantando sus maravillosos temas, que lo hace como nadie”.


La relación iba a fortalecerse en Europa, donde Miguel recibió a Kubero y otros músicos en su casa, pese a apenas conocerse. “En Europa lo empecé a conocer cotidianamente. En una isla tan increíble como es Ibiza, ahí fue nuestro destino. Con La Cofradía tocábamos en un boliche que inauguramos que se llama Amnesia; hoy es un boliche gigante, en aquella época era un ranchito nomás”.


Los últimos días de Miguel

Kubero fue parte de los últimos trazos de Los Abuelos de la Nada junto a Miguel. La experiencia fue corta debido a que Abuelo falleció en 1988, dos años después de la última formación. Kubero recordó sobre esos días: “Las fotos que sacábamos, él siempre estaba mirando un reloj. Tenía un reloj muy presente, eso daba señales muy claras. Pero él no hablaba de eso”.


Sobre la intención del joven poeta de que la banda siga, Kubero expresó las charlas de aquellos días. “Él estaba muy preocupado por eso, me preguntaba, “si yo no estoy, ¿qué van a hacer? ¿Van a seguir?” Yo le dije que más vale que vamos a seguir”. Pese a la intención, continuar no fue posible en esos años, el impacto de la perdida de Miguel fue suficiente para parar la máquina. “Pasaron treinta años rápidamente, ja. Vino Gato a casa temblando de miedo de que diga que no, y yo dije “Vamos Gato, vamos a hacerla”. Juan Del Barrio también lo agradeció mucho. Perrone y Peyceré en la base son una máquina. Suena fabuloso, estamos muy contentos”, comentó sobre la nueva formación.


Su llegada a Los Abuelos

Retrocediendo más en el tiempo, Díaz recordó cómo fue su arribo a la banda de Abuelo. “Para mí era todo como una gran sorpresa, yo en principio no pensaba volver a la Argentina. Estaba con hijos en una casita arriba de la montaña, allá donde Miguel venía siempre y escribió la canción (Días de Kuberito Diaz). De repente me encontré nuevamente en la capital, en la región dura diría yo”. La formación icónica de 1981 a 1985 se había disuelto, pero Miguel tenía demasiada pila como para detenerse. “Armamos esto que se llamaba Miguel Abuelo en Banda, hasta que Miguel dijo “el dueño del nombre soy yo, así que esto es Los Abuelos de la Nada”. Ahí empezó la historia de Cosas Mías”, explicó.


Abuelos de la Nada versión Siglo XXI

El regreso de Los Abuelos con Gato Azul al frente de la voz es un hecho. “Estamos completamente entusiasmados”, expresó Kubero. “Estoy tocando con músicos con quienes deseaba tocar. Como Sebastián Peyceré, que cuando lo conocí tocamos con Edelmiro Molinari y tenía ganas de hacer algo así. Cuando me convocaron para Abuelos y me contaron que él iba a tocar la batería, fue el broche de oro”.


Sobre el resto de la banda, Díaz contó: “Después empecé a conocer bien a nuestro bajista, Alberto Perrone, un pibe extraordinario. Juan Del Barrio que ordena todos los armados musicales”. Reemplazar la voz de Miguel no es cosa sencilla. “Hicimos la versión de Cosas Mías, cantando con Gato, le hago la segunda para darle algo más de fuerza”, plantea Kubero. Y sumó: “Tenemos dos coristas para apuntalar la voz, reemplazar la voz de Miguel no es nada fácil, pero lo estamos haciendo”.


Finalmente, retomando una vieja premisa del trovador errante, Kubero sentenció: “Lo importante es la alegría de las canciones, la gente lo necesita”.

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