top of page

Medio siglo de Sticky Fingers: el disco bisagra en la historia de los Rolling Stones

A 50 años de su lanzamiento, el undécimo álbum de la banda londinense sigue vigente. Este trabajo marcaría su independencia artística, un cambio de formación y el nacimiento de la mítica “Lengua Stone”.


Hoy vamos a hablar de un disco que no necesita presentación alguna. Hoy cumple 50 años, medio siglo, Sticky Fingers, el disco bisagra en la historia de sus majestades satánicas. Cuenta con himnos como “Brown Sugar”, la emotiva “Wild Horses” o la polémica “Dead Flowers”.


¿Qué pasó en el marco de este reconocido material de los Stones para que sea un punto de quiebre en la historia del grupo? De todo. Pero vamos por partes. Una de las curiosidades destacadas de este disco es que se trata del nacimiento oficial de la “Lengua Stone”, ese isologo por excelencia que se transformó en el emblema de la banda a nivel mundial.


La Lengua Stone

La Lengua nació en la pluma de John Pasche, un estudiante del Colegio Real de Arte de Londres. Los Stones necesitaban una imagen para su “marca”, en breve vamos a meternos en eso, y pidieron a este joven un logo. Pasche se inspiró en la diosa hindú Kali, de la cual Mick Jagger le dejo una foto para que le sirva de guía. En la imagen la diosa está sacando la lengua y Pasche lo asoció con la prominente boca del cantante de la banda, la irreverencia que ellos representaban y creó el logo. Como se imaginaran no salió en el arte de tapa (eso fue obra de Andy Warhol), sino en un sobre interno con las canciones.


Algunos datos más: a Pasche le pagaron 50 libras por el trabajo (unos 970 dólares a plata de hoy), aunque tuvo constantes regalías hasta que en 1982 la banda adquirió completamente los derechos de la Lengua a cambio de 26.000 libras más pagadas a John. Hoy el original se encuentra exhibido en el Museo de Arte y Diseño de Londres.



La tapa, Warhol y la censura

Como dijimos, la tapa del disco estuvo a cargo del reconocido artista plástico, Andy Warhol. Se trata de esa famosa foto de una entrepierna con jeans, un cierre semi abierto y un distinguible miembro viríl. Una osadía para la época, que además tiene su historia, como todo en este disco.


Por ejemplo, esta tapa fue censurada en España por Francisco Franco, quien decidió que sea reemplazada por una lata con dedos (además, también prohibieron la inclusión del tema "Sister Morphine", por su alusión a la droga, reemplazado por un cover de “Let it Rock” de Chuck Berry). En la Unión Soviética también fue reemplazada la tapa original, que se cambió por una entrepierna de mujer con un sello similar al del Partido Comunista. Sobre la tapa, además, vela el misterio de no saber a quién corresponde esa famosa entrepierna. Hay quienes aseveran que es de Jagger, hay quienes dicen que es el actor y modelo Joe Dallessandro, el artista Corey Tippin, Jed Johnson, amante de Warhol por aquellos años, o incluso su hermano mellizo Jay. La banda nunca lo aclaró, Warhol tampoco.



El quiebre con Decca Records y su independencia

Volvamos al momento de la banda y su radical cambio de rumbo. Para finales de los sesenta los Stones estaban atravesando graves problemas económicos, increíble pensando en uno de los grupos más grandes de la historia, pero por esos días lo que no se iba en drogas se iba en impuestos. Los Stones deciden recurrir a un banquero bávaro: Rupert Loewenstein, para que los guíe en el sendero de acomodar sus finanzas. Echan a Allen Klein, su manager, y no renuevan su contrato con Decca Records.


De esta forma crean su propio sello y productora de eventos. Con la lengua como marca y su total independencia financiera y artística, los Rolling encaran el lanzamiento de su primer disco sin uno de sus fundadores, Brian Jones (había sido despedido en 1969, luego de su compleja adicción a las drogas que lo mataría unos meses más tarde). Mick Taylor ingresa como guitarrista fijo y el propio Keith Richards comienza a componer pensando en la capacidad del joven guitarrista nuevo, que, según el propio Keef, “hacía siempre algo increíble”. Asimismo, los temas que integran Sticky Fingers no son producto de un momento puntual de grabación, sino que fueron registrados alternativamente entre Los Ángeles, Londres y Alabama, entre 1969 y 1971.



El undécimo disco de la banda salió a la venta el 23 de abril en Reino Unido y rompió todos los rankings. Discos de platino, top en listas de Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Canadá. La banda que para fines de los sesenta ya comenzaba a considerarse “vieja”, se presentaba a la nueva década de forma independiente con un disco inoxidable, fresco y repleto de matices y toques al blues, el country, el jazz y su sello propio, infaltable.


Las letras están repletas de referencias a las drogas y el sexo. Desde la mencionada “Brown Sugar” y su alusión a la heroína, “Sway” y la descripción del momento de clímax tras consumir sustancias, “Sister Morphine” (compuesta por Marianne Faithfull, novia de Jagger en esos días), o el irreverente “Bitch”.


Sticky Fingers es un disco ineludible para ingresar al mundo Stone, y una pieza clave para entender la historia propia de la banda londinense. Sus majestades satánicas dieron una vuelta de timón, renovaron su música, parte de la formación e incluso su organización. Así ingresaron a la década de los setenta por la puerta grande. Hoy, a medio siglo de su publicación, sigue siendo uno de los discos de rock más importantes de la historia.

Kommentare


bottom of page