La artista habló sobre la búsqueda artística de este disco, su gestación y las diferencias con otros trabajos. “Va por el imaginario del bosque, entre lo real y lo fantástico”.
Finalmente llegó la segunda parte del nuevo disco de Mora Medici. Desdoblar el Bosque sigue un camino ambicioso desde lo musical. Dos coristas nuevas, sintetizadores, batería electrónica y una búsqueda moderna, pero con reminiscencias al jazz y el folk clásicos. El diálogo constante y una camada de cuerdas que viene a cambiar un poco el panorama dejado por la parte uno.
En comunicación con RCI, en el aire de Radio Gráfica, Mora explicó cuál es la dirección que propone esta nueva entrega de Desdoblar el Bosque. “Hay una intención de adentrarse por un rato en este bosque. La sonoridad acompaña esa entrada. En esta segunda parte se sumaron las cuerdas, la batería electrónica. Hay sintetizadores, saxo alto tenor, chelo, violín”, repuso tomando lo musical como parámetro. Luego agregó en términos más abstractos: “Es una mixtura entre lo electrónico y lo acústico que quedó interesante. Va por el imaginario del bosque, entre lo real y lo fantástico”.
Si bien esta segunda parte sale post primera etapa de cuarentena y aislamiento, Mora aclaró que el disco fue pensado completamente en 2019. “Ahí salió la primera parte, pero ya tenía ambas partes compuestas. Recién este año estoy presentando la segunda, las canciones estaban, en pandemia se hicieron los arreglos, la producción. Fue un gran desafío encarar esa tarea en contexto de encierro”. La cantautora no le quitó peso al contexto actual, pero pese a lo introspectivo del recorrido, aclaró que no fue una situación motivada por el presente sanitario.
La primera parte de Desdoblar el Bosque salió en 2019. Cinco canciones con un aire folclórico, que se empapa de jazz y matices electrónicos. Dio el paso a lo que sería esta nueva entrega del 2021. Mora explicó algunos de los cambios que se sucedieron de un disco al otro, incluyendo en su recorrido musical lo dejado por Chispa (2017). “Cambió la instrumentación, antes tenía un plan más acústico. Yo empecé a meterme en los sintetizadores, de ahí a la batería electrónica. Los saxos siempre estuvieron, quizás esa es una conexión entre ambos discos”. Y sumó: “En esta segunda parte me volqué a las cuerdas. En las composiciones siento que en este disco se sintetizaron más. Me da la sensación a que suena una canción, aunque no sea tan convencional. Algo se fue simplificando en la armonía, los compases. Antes era más introspectivo, enmarañado”.
Ante la consulta sobre la decisión de dividir la salida de este disco en dos, Mora aclaró que le sirvió para focalizarse. “Fue divertido. Pasaron miles de cosas en medio, la pandemia parecía que complejizaba todo, pero el resultado fue interesante. Llevó varios meses producir cada parte, pero quedó buenísimo”.
Mora lanzó su carrera solista en 2017, con Chispa. Anteriormente fue parte de dos dúos: Viento Silocuento y JuandeMora. Fue cantante y tecladista de diferentes grupos y proyectos de variados estilos. Hoy, además de su propuesta solista, forma parte de Erto, Fenómenos Naturales y El Resto de Las Cosas. Repasando sus inicios, aclaró que no proviene de una familia necesariamente musical. “Mi hermano es músico, el empezó a estudiar en la primaria. En algún punto me rodeó eso, pero mis viejos no son músicos. Siempre canté, tomaba clases de percusión, guitarra, canto. Cuando terminé la secundaria seguí por ese camino, estudié en la Escuela de Música Popular de Avellaneda. Siempre fue desde el juego, desde un lugar creativo”.
Desde el juego, Mora trae esta nueva entrega que mezcla la modernidad y lo clásico. Lo real y lo fantástico, la niña y la adulta. Todas esas caras son partes de Desdoblar el Bosque, aunque nadie puede garantizar qué encontrará cada uno, cada una, cuando haga ese recorrido.
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