La historia oficial lo ubica en Londres a mediados de los setenta. Pero el movimiento punk nació muchos años antes en una pequeña ciudad de Perú de la mano de cuatro jóvenes limeños.
La historia oficial nos ha hecho creer que el punk nació en la Britania post Beatles con Los Ramones, o los Sex Pistols, a mediados de los setenta. La historia suele ser muy injusta con la periferia mundial en más de una ocasión, este es uno de esos casos. Hace falta un poco de revisionismo musical para encontrar la raíz del punk algunos años antes, y a muchos kilómetros de distancia de Londres. Es necesario ir a 1960, a la pequeña ciudad de Lince, en Lima, Perú. Ahí vamos a encontrarnos con los inicios de Los Saicos, la primera banda de punk rock del mundo.
Reunidos por una pandilla de rock, en el verano de aquellos jóvenes años sesenta. Las calles de Lince vieron como César Augusto Castrillón, Francisco Guevara, Erwin Flores y Rolando Carpio hacían las primeras tocadas juntos, germinando los primeros acordes de la que sería una de las bandas más importantes de la década en el país trasandino.
Mientras el auge Beatle era furor en todo el mundo, en Lince los cuatro jóvenes de apenas 19 años hacían las primeras canciones furiosas que rompieron con la lógica amorosa de los de Liverpool. Además, Los Saicos fueron precursores en interpretar canciones de rock en español. No fue buscado, no fue a propósito, sino por mera necesidad. “La ignorancia nos hizo sin querer diferentes. No sabíamos hablar inglés ni repetir palabras que no nos daban sentimientos”, comentó hace algún tiempo Castrillón a La Izquierda Diario. Para mediados de la década la banda gozaba de una enorme popularidad en Perú, recorriendo canales de televisión y festivales nacionales.
El estilo sucio y el sonido a lata, las canciones irreverentes y las letras poco afectivas, eran condimentos que estaban cocinando la movida punk, varios años antes de ser bautizada como tal. La identidad del grupo acompañaba. Eran jóvenes buscando conquistar chicas, divirtiéndose haciendo música y bastante descreídos de las imposiciones morales de la época.
Pese al enorme éxito de la banda, solo lanzaron un puñado de sencillos. No hubo disco de estudio por aquellos años. La producción no era parte del día a día de la banda. Escupían las canciones con la naturalidad que los caracterizaba, mientras la agenda de shows y presentaciones ocupaban los días. El total de registros musicales de la banda se reduce a seis sencillos, doce canciones. Solo eso fue necesario para grabarse a fuego en la escena musical peruana. Pero el sueño punk duró poco, en 1966 la banda se separó. Los caminos de la vida imponían otras condiciones, lejos del éxito. Carreras universitarias, trabajados y familia le ganaron la pulseada a la banda limeña.
A comienzos del siglo, después de muchos años en el olvido, la historia decidió hacer un poco de justicia. El sello español Electro-Harmonix sacó un disco no oficial titulado Wild Teen Punk from Perú 1965. En este material se recopilaron los 12 temas de Los Saicos que comenzaron a sonar cada vez con más fuerza en las radios del país ibérico. Se empezó a correr nuevamente el rumor de aquella banda que había tocado punk rock muchos años antes de que explotara en tierras anglosajonas. Y encima, ¡lo había hecho en español y en Latinoamérica!
Luego de 45 años, Los Saicos volvieron a tocar. Sin Rolando Carpio, fallecido en 2005, se presentaron en un conversatorio sobre rock hispanoamericano en la Asociación Peruano-Británica en Miraflores. Comenzó el reconocimiento continental. Bandas como Cafe Tacvba o Franz Ferdinand elogiaban el trabajo de los peruanos que veían como casi medio siglo después, su obra era reconocida. Llegaron giras dentro y fuera de Perú, presentaciones en España, Argentina y México. Las y los pibes del punk coreaban clásicos como “Demolición”, “Fugitivo de Alcatraz” o “Salvaje”.
Algo de la historia del grupo se puede recorrer en el documental Saicomania, dirigido por Héctor Chávez, estrenado en el año 2011. La banda que supo tener su propio show en la televisión peruana, una vida frenética y un reconocimiento tardío también fue mencionada en el documental de Netflix “Rompan Todo”, aunque son mencionados como proto-punk. Los dos miembros sobrevivientes de la banda, Erwin Flores y César Castrillón, han descartado la posibilidad de volver a una actividad estable debido a su edad. Pancho Guevara, baterista fundador, falleció en 2015.
Hoy podemos reconocer el origen de uno de los géneros más populares del mundo, dentro de las tierras Latinoamericanas. Descartados durante casi toda su existencia, la historia les hizo algo de justicia tardía y en el ocaso de sus vidas fueron reconocidos como parte fundadora del punk. Difícil es para quienes rompen estructuras en la periferia ser reconocidos, Los Saicos tocaban punk mucho antes de que el movimiento diera sus primeros pasos en la metrópoli británica. Otro hito del cual podemos afamarnos, el punk es material de exportación, y nació en Perú, Latinoamérica.
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